Fresquecita del Proceso:
El que se lleva se aguanta…
carlos acosta córdova.
México, D.F., 15 de junio (apro).-
Felipe Calderón decidió el tono de las campañas. Propuso la descalificación y el desmesurado ataque personal a su principal adversario. Hoy es víctima de ello. Prácticamente todas las encuestas vuelven a ponerlo debajo de Andrés Manuel López Obrador.
En sus actos de campaña es inocultable su nerviosismo y su desesperación, que trata de disimular con actitudes aún más agresivas. Pero no prende o, como dicen los periodistas que cotidianamente cubren sus giras proselitistas, “no conecta con la gente”.
Es, me parece, una desgracia para el país, porque otra cosa habría sido si las campañas no se hubieran desviado, como ocurrió, a partir del fatídico spot en el que el PAN dice que López Obrador es un peligro para el país. Y si Calderón no hubiera insistido en eso en sus discursos. Y es una desgracia porque ahora tendremos, los mexicanos todos, que aguantar un cierre de campañas aún más lastimoso, que evidenciará cuán lejos estamos de madurar políticamente.
Nos quedaremos con las ganas de escuchar propuestas de gobierno bien definidas y convincentes, y no sólo pronunciamientos y planteamientos generales, sin asidero en la realidad, como hasta ahora. No hay tiempo, y menos si siguen en el ring. Y, lo peor, por el ánimo belicoso que muestran los candidatos, cada vez se ven más lejos los grandes acuerdos o la disposición a las alianzas de las democracias maduras. Y aun de otras no tan maduras, como la chilena, que nos dan lecciones que no queremos estudiar siquiera. Ni parece que estemos dispuestos a forjar nuestro propio destino, derrotero.El rumbo que tomará el final de la contienda electoral está definido, insisto que para desgracia de todos.
Este viernes el PAN iniciará una nueva ofensiva contra el candidato de la coalición Por el Bien de Todos. Presentará una denuncia ante la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) por lavado de dinero, y la próxima semana, dice, dará a conocer nuevos documentos con los que involucrará a Lopez Obrador en otros delitos.
A su vez, el PRD no cree tener más opción que responder en el mismo tono a los ataques del PAN y de Calderón. “Son parte de una legítima defensa”, dijo el eterno legislador perredista Pablo Gómez, quien de plano mostró el nivel de la contienda electoral: “Si nos están tirando golpes todo el tiempo, ellos deben saber que nosotros sabemos tirar golpes también”. O ésta: “Nos declararon la guerra y tuvimos que hacer algunas trincheras, algunos emplazamientos de misiles improvisados para empezar a aventarlos también, verdad, pos ni modo que qué…”Eso es lo que veremos en adelante. Lástima.
Aunque algunos especialistas y politólogos prestigiados digan que no hay problema, que es natural que se incremente la pasión y la tensión al final de la contienda, o que es una situación propia de las democracias adolescentes, que están en vías de consolidarse. Son muy optimistas. Porque lo que el ciudadano común ve es el riesgo de que sigamos quedándonos por más largo tiempo sólo en la alternancia, a paso de tortuga hacia la transición democrática. En otras palabras, es más clara la posibilidad de que veamos reeditarse la parálisis que vivimos en este sexenio, de encontronazos estériles entre el Ejecutivo y el Legislativo.
En fin.Mucha de la responsabilidad, insisto, la tiene Calderón. Él empezó. O para estar a tono con ese nivel de discernimiento, y como dice el dicho popular: el que se lleva se aguanta. Y, sí, es mucho lo que todavía tiene que aguantar Felipe. Al demoledor descubrimiento –independientemente de la consistencia o no de las acusaciones-- del “cuñado incómodo”, debe sumar la denuncia que presentaron hoy diputados en contra de Juan Bueno Torio, que dejó el cargo de director de Pemex Refinación para contender por un escaño en el Senado.
Lo acusan por presunto tráfico de influencias para otorgar contratos por más de 162 millones de pesos a favor de una empresa de familiares suyos.Y para mala suerte de Felipe hasta la ONU, a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, dijo ayer que el apoyo del presidente Vicente Fox a Calderón enturbia el proceso electoral; que el activismo de aquél “podría ser aprovechado para cuestionar la legitimidad del resultado de las elecciones presidenciales en una situación de resultados muy cerrados”.
Y lo que falta. Ya lo dijo Pablo Gómez: si nos pegan, pegamos.Tiene razones Felipe, pues, para estar nervioso y desesperado.
Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.
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viernes, junio 16, 2006
EL QUE SE LLEVA SE AGUANTA...Y SI NO QUE CHILLE.
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 1:06 a.m.
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