COMIENZA LA HORA CERO.

Jose Luis Velazquez Rivera escribe en el diario Imagen:


Expediente 2006.
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La hora cero en la campaña presidencial ha comenzado a sonar.

Este jueves, en la macro plaza Veracruz, Andrés Manuel López Obrador, cerrará su jornada electoral en esta región de la entidad gobernada por Fidel Herrera Beltrán.

Según el PRD de Xalapa tienen calculado concentrar un aproximado de 30 mil personas como parte de una estrategia de impresionantes cierres regionales. de igual manera como en otros tiempos como líder nacional del PRD y como jefe de Gobierno del DF, el tabasqueño perredista lo acostumbraba.

Así, el objetivo es mostrar y demostrar, una vez más, el liderazgo de ‘El peje’ de norte a sur del país para que allá arriba, en la elite panista, sufran unos terribles síncopes cardiacos.

De los candidatos presidenciales, hay en Andrés Manuel una esperanza real y auténtica, íntegra, para los 70 millones de mexicanos que viven en la pobreza y la miseria.

Y aun cuando desde la cúpula foxista se hable que es un populista, habría, de entrada, que definir el concepto de populismo, pero sin embargo, si el término se relaciona con políticas públicas para los pobres, ni modo, habrá de serlo.

Por lo pronto, habría de mencionar que Andrés Manuel es el único de los cinco candidatos posicionados en el alma y en el corazón de los mexicanos necesitados de un empleo seguro, mejor pagado y más digno.

Y aun cuando por internet, las manos azules divulgen correos electrónicos asegurando que con Andrés Manuel habrá desempleo, el despido de miles de burócratas y el reajuste de los salarios hasta los trabajadores del gobierno, la realidad es que se trata de un terrorismo cibernético para alentar el voto del miedo, tan útl como es en momentos de caos y como lo fue en las dictaduras militares de América Latina en las décadas de los 60 a los 80.

Es más, y para demostrar el terrorismo, se citaría que algunos programas de Andrés Manuel en el DF, como el subsidio a las personas de la tercera edad, a las madres solteras y a los jóvenes necesitados a quienes abrió hasta una universidad, han sido copiados tanto por gobiernos priistas como panistas.

Pero además, bastaría recordar que tanto George Bush como su poderosa secretaria de Estado, Condoleeza Rice, y las asociaciones de banqueros mexicanos, han dicho que trabajarán a gusto con el candidato que gane, sea quien sea, así sea Andrés Manuel.

EL VOTO DEL MIEDO.
En la medida que se aproxima la hora cero, la guerra sucia, como la compra de votos y el sufragio del miedo, van aflorando, y por tanto, la oposición al partido en el poder habrá de multiplicar su vigilancia.
En Yucatán, Andrés Manuel alertó de nuevo en el tráfico de votos, a partir del reparto de despensas y de materiales de construcción para influir en el ánimo y la decisión electoral.

Ciertamente, la gente está llena de necesidades económicas y por eso desde el gobierno y los partidos suele traficarse con la pobreza.

Es más, en octubre de 2005, cuando Santiago Creel Miranda, ex secretario de Gobernación, se creía presidenciable, denunció que su adversario, Felipe Calderón Hinojosa, había incurrido en prácticas sucias como el reparto de despensas hasta la suplantación de electores e injerencias en algunos gobiernos panistas.

Y sí así aconteció hacia el interior del partido Acción Nacional, con más razón ahora que la pelea es por la silla presidencial.

En ese proceso, también la elite panista ha tratado de sembrar el miedo en la gente.
El argumento forma parte de la guerra sucia en contra del tabasqueño perredista, asegurando que si gana en las urnas, significará el fin de los programas Oportunidades y Procampo, por cierto, dos programas creados por los gobiernos priistas.

Ni Plutarco Elías Calles con José Vasconcelos ni Porfirio Díaz con Francisco Madero se había llegado a tales niveles de podredumbre electoral como ahora.

LA GUERRA QUE VIENE.
Manuel Camacho Solís, quien como ex salinista conoció el sistema priista por dentro, ha advertido que la elección del dos de julio ‘es más sucia que la del año 2000’, cuando Vicente Fox reclamó una y mil veces que el gobierno sacara las manos, de igual manera como ahora, y por desgracia, él mismo lo está haciendo.
Incluso, el diputado federal señala que aun cuando tenemos el Instituto Federal Electoral, ‘está totalmente deslegitimado por su parcialidad’.

Así, las únicas esperanzas que van restando son el Tribunal Federal Electoral, la Suprema Corte de Justicia de la nación y los gobernadores de las entidades federativas, y quienes ‘pudieran ser un factor de estabilidad, porque más que ganar las elecciones, les interesa conservar la gobernabilidad de y en sus estados’.

Y es que de acuerdo con Camacho Solís, a través de la administración pública ‘se están canalizando grandes recursos fuera de la ley a la elección’. (Reforma, 11, 06, 06)
Así, estamos llevando el resultado electoral a un caos anunciado ya por la ONU.

EL DERECHO A VOTAR.
Por el bien de todos, el dos de julio necesitamos ejercer nuestros derechos políticos, entre los cuales figura el derecho a elegir al equipo gobernante.

Pero además, vigilar, más aún, en las zonas suburbanas y rurales, que cada elector sufrague como la ley lo señala, y agudizar el olfato para evitar la manipulación del voto.

Y más aún, estar pendiente de que en cada casilla exista un representante de cada partido político para evitar que los otros se despachen con la cuchara grande, como sucedía en otros tiempos cuando las urnas aparecían de pronto embarazadas, modificando la tendencia del voto.

De igual manera, hablando con los ciudadanos indecisos, que todavía son muchos, no para persuadir el sufragio por un candidato, sino en una profunda práctica democrática, para lograr que se decidan a votar.

La única manera de tener una sociedad democrática es votando, vigilando el sufragio y dando seguimiento a la tarea de gobernar con resultados, y no como suele ocurrir con fortunas mal habidas.

Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista.