Sociedad y Medios de Comunicación

Una Relación Pervertida por el Poder de la Derecha

Celso Cristóbal Hernández Rojas*

La prensa ha venido cubriendo ampliamente la discusión sobre el incremento de la participación del capital privado en PEMEX, la revisión contractual entre el SME y la Compañía de luz y fuerza del centro que se concluye el 17 de marzo y que es parte de la llamada reforma energética. Estos temas, junto con otros, como la reforma laboral, la de la seguridad social, la seguridad pública, la reforma fiscal, innegablemente le imprimen un sello particular a este gobierno ilegitimo.

La actuación del gobierno frente a las demandas populares, y de sus organizaciones, ha sido más que evidente, con el tratamiento autoritario y represivo que le ha dado, no se podría esperar otra cosa de un gobierno de derecha como el que está en el poder. En los últimos días, ni siquiera la discusión de la ley de “protección a los no fumadores”, la ley antitabaco, se ha salvado de ser considerada como restrictiva, al ser apoyada en su promulgación por el partido del gobierno; de manera inmediata se ha pervertido su objeto, aunque sea para “preservar la salud de la población”.

Adicionalmente, la geometría, de las izquierdas y derechas, ha cambiado, socialmente los medios de comunicación han venido desatando campañas y generando confusiones, genéricas y otras muy especificas. Desde la aprobación de la nueva Ley Electoral , en 2007, hemos sido testigos de cómo se opera un realineamiento de los medios de comunicación en el país, convergiendo hacia estas posiciones de la derecha. Por primera vez, los medios de comunicación, casi todos, encabezados por las dos televisoras más grandes, salieron a impugnar la nueva ley electoral, en defensa de la libertad de expresión, pero defendiendo que prevalezca el mismo esquema de compra de tiempos de difusión de manera discrecional por los partidos, que en realidad es la tajada más grande de las campañas electorales. Este hecho inédito, es la evidencia de que en lo sucesivo las reglas de la política nacional van a cambiar; los medios y la sociedad no rigen su relación por la inteligencia, su carácter independiente o por su mejor sentido común, no estas reglas se fijan por quien ejerce el poder político y económico, y si antes había subterfugios para ejercerlos ahora es evidente y descarnado por el gobierno de derecha.

En este sentido, se percibe una enorme diferencia entre el gobierno del pasado Sexenio y el actual. El gobierno Foxista, siempre tuvo en los medios una conciencia crítica, ante tanto disparate y esos desplantes de nuevos ricos que mantuvo la presidencia, los medios no claudicaron, en su inmensa mayoría, pero ahora el gobierno en forma sistemática ha venido acallando a los periodistas críticos, y viene ejerciendo el poder económico en la prensa y los medios, que significa para muchos la sobrevivencia, al darles o quitarles la publicidad gubernamental. Los medios lejos de ser críticos, cada vez más se pliegan a la voluntad del poder, son condescendientes e incluso obsequiosos con el gobierno, lo que antes hubiera merecido la crítica o la denuncia, simplemente se deja pasar.

Pareciera inusual, inaceptable o francamente insultante, esa campaña a favor del TLC, en que aparecen campesinos que tienen camionetas, compran en las ciudades y están en plena bonanza gracias a las exportaciones de productos agropecuarios, mientras cientos de miles de campesinos exigen la renegociación del TLC, y se manifiestan el 31 de enero, en las principales ciudades del país, y por multitud de estudios sabemos el estado de miseria en que viven los trabajadores del campo. Campañas del tipo del seguro popular, son el rasgo característico del gobierno, que no le interesa difundir algo que tenga certeza, sino mensajes a favor de sus políticas, publicidad pura y simple aunque sean mentiras.

Los medios han sido controlados, como en otros periodos, al otorgarles o cerrarles sus ingresos, por colocar o no publicidad oficial. Como entendemos para muchos este ingreso significa sobrevivencia o desaparición, pero además se ha dado una persecución directa, como en el caso de Gutiérrez Vivó y monitor, o en el caso de Carmen Aristeguí. Ciertamente no hemos visto nada, el PRIato nos mostro el control de los medios, cuando los boletines de prensa de la presidencia se reproducían en los medios, lo mismo que los de las demás oficinas gubernamentales, cosa a la que afortunadamente no hemos llegado.

Los medios han venido jugando en forma por demás peligrosa con su credibilidad, uno de sus personajes favoritos es AMLO y el PRD, que representa la figura del mal, ya desde el plantón en reforma y antes se le identificaba como violento, destructor, “un peligro para México”, y ahora sigue siendo la izquierda mala, que quien sabe a donde nos quiere llevar. En esa misma geometría, resulta que pese a todo en la izquierda hay gente constructiva en el mismo PRD, esos que llegan a acuerdos con el gobierno, que están en el Congreso y en los Senadores gracias a los cuales han podido salir las leyes; como se ve el juego está más que pintado.

La preocupación, es que desde ahora debiéramos cuidar los medios y los espacios de crítica social que aún se mantienen, no caer en los juegos de izquierdas buenas y malas , de denunciar a la derecha por el contenido económico y político del lado de los explotadores.

Solo en esa medida se podrán construir los medios y las formas de una relación sana entre medios de comunicación, que son objetivos, consecuentes con la verdad, independientes de la perversión del poder gubernamental.

*Miembro del Taller de Economía Social y Políticas Públicas de la Facultad de Economía de la UNAM.