Dedicado a Alcaraz y los compañeros marchistas
1. No puede decirse que todo el PRD es una porquería por el hecho de estar lleno de oportunistas que sólo buscan cargos y dinero. El PRD es el partido más grande y fuerte de centro izquierda en la historia del país, quizá tan numeroso como la corriente que se constituyó cuando Lázaro Cárdenas asumió el poder en 1934. Más bien, aquella corriente de hace más de siete décadas que aplaudió el “socialismo”, que decretó la educación socialista, que cantó La Internacional y que impulsó las nacionalizaciones y la reforma agraria, se hizo “socialista” porque eran “los vientos de moda”.
2. La mayoría de esos funcionarios “socialistas” o cardenistas, al terminar el sexenio de Cárdenas en 1940, aplaudió al presidente Ávila Camacho a pesar de ser un derechista que cambió el artículo de Educación y fue recuperando todo para los sectores empresariales y de derecha. Por eso, para saber si puede ser útil el PRD para el movimiento social hay que esperar un poquito más: a) saber qué corriente gana la presidencia del PRD; b) observar los amarres que se dan; c) ver qué sucede con corrientes como Nueva izquierda, y d) ver si hay posibilidad de cambios reales.
3. Lo sucedido ayer domingo es interesante. Frente a la Torre de PEMEX se definió el plan de acción contra la privatización del petróleo y se decretó que los legisladores de los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Convergencia entren en “estado de alerta”. Se anunció que por la lucha están dispuestos a llegar a un “paro patriótico nacional”. El coordinador de los diputados perredistas (acosado por la gente) manifestó que ante cualquier intento de imponer una reforma constitucional o legal privatizadora, realizarán un paro legislativo en el Congreso de la Unión.
4. Mientras tanto los integrantes del Movimiento en Defensa del Petróleo anunciaron que están decididos a realizar cercos ciudadanos en las cámaras de Diputados y de Senadores, en sedes de gobiernos estatales y congresos locales, en los aeropuertos del país, en instalaciones administrativas estratégicas, petroleras y financieras, y realizar bloqueos en carreteras hasta llegar al paro nacional. Pase lo que pase, ocurra lo que ocurra, la resistencia civil pacífica crecerá y no dejará de movilizarse hasta que cesen los intentos de entregar el patrimonio del país al capital privado, nacional y extranjero”.
5. Los coordinadores parlamentarios del PRD, Javier González (de diputados) y Carlos Navarrete (de senadores), fueron abucheados y señalados como “traidores” por un sector de los asistentes a la asamblea que ayer encabezó Andrés Manuel López Obrador para impulsar el plan de acción en defensa del petróleo. El senador Navarrete recibió más reclamos por “actos de reconocimiento al gobierno de Felipe Calderón”: una señora le dio un palazo, le arrojaron agua y hasta una bolsa de plástico con plátanos cocidos por el calor, que fue lanzada a su espalda. Era mucho el coraje contra los líderes de los legisladores.
6. Javier González (quien junto con Ruth Zavaleta y 42 diputados perredistas más votó en favor de la primera versión de la reforma judicial, o ley Gestapo, a finales del año pasado), acusado de “traidor”, logró anunciar su intención de participar en la batalla por la defensa de PEMEX impulsando en todo momento “acciones de resistencia pacífica preventivas de la violencia que podría estallar si la privatización se consuma”, y declarando desde ayer por la mañana una “alerta legislativa”, en preparación de otras acciones para el momento en que llegue al Palacio Legislativo de San Lázaro el proyecto de privatización de la industria petrolera.
1. No puede decirse que todo el PRD es una porquería por el hecho de estar lleno de oportunistas que sólo buscan cargos y dinero. El PRD es el partido más grande y fuerte de centro izquierda en la historia del país, quizá tan numeroso como la corriente que se constituyó cuando Lázaro Cárdenas asumió el poder en 1934. Más bien, aquella corriente de hace más de siete décadas que aplaudió el “socialismo”, que decretó la educación socialista, que cantó La Internacional y que impulsó las nacionalizaciones y la reforma agraria, se hizo “socialista” porque eran “los vientos de moda”.
2. La mayoría de esos funcionarios “socialistas” o cardenistas, al terminar el sexenio de Cárdenas en 1940, aplaudió al presidente Ávila Camacho a pesar de ser un derechista que cambió el artículo de Educación y fue recuperando todo para los sectores empresariales y de derecha. Por eso, para saber si puede ser útil el PRD para el movimiento social hay que esperar un poquito más: a) saber qué corriente gana la presidencia del PRD; b) observar los amarres que se dan; c) ver qué sucede con corrientes como Nueva izquierda, y d) ver si hay posibilidad de cambios reales.
3. Lo sucedido ayer domingo es interesante. Frente a la Torre de PEMEX se definió el plan de acción contra la privatización del petróleo y se decretó que los legisladores de los partidos de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Convergencia entren en “estado de alerta”. Se anunció que por la lucha están dispuestos a llegar a un “paro patriótico nacional”. El coordinador de los diputados perredistas (acosado por la gente) manifestó que ante cualquier intento de imponer una reforma constitucional o legal privatizadora, realizarán un paro legislativo en el Congreso de la Unión.
4. Mientras tanto los integrantes del Movimiento en Defensa del Petróleo anunciaron que están decididos a realizar cercos ciudadanos en las cámaras de Diputados y de Senadores, en sedes de gobiernos estatales y congresos locales, en los aeropuertos del país, en instalaciones administrativas estratégicas, petroleras y financieras, y realizar bloqueos en carreteras hasta llegar al paro nacional. Pase lo que pase, ocurra lo que ocurra, la resistencia civil pacífica crecerá y no dejará de movilizarse hasta que cesen los intentos de entregar el patrimonio del país al capital privado, nacional y extranjero”.
5. Los coordinadores parlamentarios del PRD, Javier González (de diputados) y Carlos Navarrete (de senadores), fueron abucheados y señalados como “traidores” por un sector de los asistentes a la asamblea que ayer encabezó Andrés Manuel López Obrador para impulsar el plan de acción en defensa del petróleo. El senador Navarrete recibió más reclamos por “actos de reconocimiento al gobierno de Felipe Calderón”: una señora le dio un palazo, le arrojaron agua y hasta una bolsa de plástico con plátanos cocidos por el calor, que fue lanzada a su espalda. Era mucho el coraje contra los líderes de los legisladores.
6. Javier González (quien junto con Ruth Zavaleta y 42 diputados perredistas más votó en favor de la primera versión de la reforma judicial, o ley Gestapo, a finales del año pasado), acusado de “traidor”, logró anunciar su intención de participar en la batalla por la defensa de PEMEX impulsando en todo momento “acciones de resistencia pacífica preventivas de la violencia que podría estallar si la privatización se consuma”, y declarando desde ayer por la mañana una “alerta legislativa”, en preparación de otras acciones para el momento en que llegue al Palacio Legislativo de San Lázaro el proyecto de privatización de la industria petrolera.
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