Patente de corso para torturar, desaparecer y ejecutar luchadores sociales

María Teresa Jardí
Mientras el PRD se sigue preparando para acabar de darle las nalgas al
usurpador el próximo 1 de septiembre. Mientras Ugalde le hace saber al
usurpador, a los mexicanos y a la comunidad internacional que el IFE
es suyo de por vida porque lo compró en el instante en que contrató al
cuñado del candidato panista para que manejara los resultados de la
más cínicamente fraudulenta elección de la historia del mundo.
Mientras el Congreso degrado incluso por la presencia de sujetos
exhibidos como pederastas o amigos de pederastas o protectores de
pederastas se prepara para recibir, acompañado de militares y en el
nuevamente búnker militarizado, el panista usurpador sigue dando los
pasos necesarios para convertirse en dictador y le entrega otra
patente de corso —que se suma a la que ya tienen para corromperse, el
termino policía cualquiera sabe que es sinónimo de corrupción aquí— a
la policía panista (PFP) para torturar, desaparecer y ejecutar a los
molestos luchadores sociales que se oponen a que las cosas sigan como
van. Lo que no quiere decir que no le vayan a ir también a por usted,
a por ella y a por el otro, que nadie se haga ilusiones, lo que están
entregando en realidad es la concretización de la dictadura que en
México, desde la legalización del fraude y una vez convertido FeCal en
usurpador, en el vergonzoso, que no republicano ni democrático, acto
de eso que se llamó toma de posesión, se anunciaba.


No tiene vuelta de hoja. Las crónicas anunciadas se cumplen y
FeCalPillo anunciaba con la usurpación que se convertiría en un
dictador. Y tampoco es que sea tan novedosa la cosa. Se convierte en
el dictador que apuntaba para ser desde que fomentaba el odio entre
los mexicanos para ser, lo que no estaba destinado a ser porque los
ciudadanos mexicanos no lo queríamos a él como otro desgobernante al
estilo del resto de tecnócratas neoliberales corruptísimos
entreguistas y apátridas que, al menos, desde Salinas, quizá, desde
Alemán y muy probablemente desde Echeverría, en México coleccionamos
los mexicanos como en otros países coleccionan sus ciudadanos
estampillas de correo.
"La justicia civil no podrá juzgar a militares —lo que en buen
castellano quiere decir que no van a ser juzgados, digo yo, María
Teresa Jardí, hagan lo que hagan y sin importar los crímenes incluso
monstruosos que cometan y si no que lo digan las mujeres violadas en
Atenco y en Oaxaca y en otros lugares por policías que gozan de la
impunidad como divisa— que cometan violaciones a derechos humanos u
otro tipo de delitos mientras actúen como policías federales, debido a
que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) pactó con la
Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal que los efectivos
castrenses "seguirán sujetos a las normas de disciplina militar que
los rigen y al marco jurídico aplicable", según el convenio de
colaboración firmado en abril pasado entre ambas instituciones, para
dotar de más agentes a la Policía Federal Preventiva (PFP) (.) De
acuerdo con el convenio Sedena-SSP federal, del cual posee copia La
Jornada, será esta última secretaría la que "responderá y atenderá de
forma integral cualquier controversia jurídica o de derechos humanos
en el ámbito nacional e internacional que se genere con motivo de la
actuación del personal militar en apoyo" de esa dependencia. Y precisa
el documento:
"desvinculando a la Sedena de cualquier tipo de responsabilidad, la
cual sólo será competente para conocer de los delitos del fuero
militar" (.) Respecto del convenio, el documento precisa que a partir
de la firma de ese documento, la SSP federal no sólo recibirá apoyo de
la Tercera Brigada de Policía Militar como había sido práctica desde
1999 cuando se creó la PFP, sino que ahora podrá contar con la
colaboración de elementos de la primera y segunda brigadas de Policía
Militar, y en caso de ser necesario de "cualquier otra unidad"
castrense (.) Por primera vez desde diciembre de 2006, cuando (.)
Felipe Calderón anunció la "transferencia" de siete mil 500 militares
a la PFP, se concreta el apoyo para fortalecer las labores de
vigilancia en materia de seguridad pública. Sin embargo, el convenio
establece que la SSP se comprometió a "reclutar mil 500 elementos
anualmente, con la finalidad de disminuir paulatinamente" a los
militares que participan en labores policiacas (.) (La Jornada 29 de
agosto de 2007).



YO TE NOMBRO LIBERTAD, CREANDO CONCIENCIA

VERONICA VILLALVAZO

FRIDA