RICARDO MONREAL.

Ley del Issste, crónica de un fraude anunciado

jueves, 29 de marzo de 2007

Por Ricardo Monreal Avila ¿Por qué la nueva Ley del Issste es una mala ley? 1) Premura y opacidad: la prisa por aprobar la nueva ley de pensiones del Issste, abre un mar de dudas y sospechas sobre los propósitos reales. Querer aprobar en 15 minutos lo que afectará la vida de millones de mexicanos los próximos 50 años, es una irresponsabilidad mayúscula. Se dirá que el debate tiene por lo menos 5 años y que la decisión no puede esperar más. Nada más falso y autoritario. Entre los trabajadores al servicio del Estado, la información y la discusión sobre sus pensiones nunca ha existido. La discusión, negociación y acuerdos han sido cupulares y en lo "obscurito" Si la ley es buena, la opacidad lo oculta. 2) Del vapor al "descontón" legislativo: En la época del partido hegemónico, el PRI aprobaba leyes al vapor. En la época del PRIAN, priístas y panistas dan "descontones" legislativos. La forma como se aprueba la ley del Issste abre un camino ominoso: así se buscará votar el resto de las "reformas estructurales", tales como la energética, fiscal, laboral, seguridad pública y telecomunicaciones, entre otras. Transitar de la parálisis legislativa al "descontón" legislativo no es una buena noticia. Tan malo es perder el tiempo pasado, como poner en riesgo el tiempo futuro de millones de mexicanos. Tal es el modus operandi del bipartidismo de facto que se quiere imponer al país. Quieren hacer del país "un negocio de dos", un duopolio político, PRI y PAN. 3) Cuentas individuales sí, consulta ciudadana no: Si la ley del Issste es tan buena como dicen, ¿por qué no dejar que se conozca y se analice a fondo por los legisladores, los especialistas en la materia y, especialmente, por los millones de trabajadores al servicio del Estado que supuestamente saldrán beneficiados? Si se quiere individualizar las cuentas de pensiones, se debería individualizar también la información, la consulta y la toma de decisiones. A los trabajadores se les reconoce el derecho a cambiar de Afore, pero se desconoce su derecho más elemental a estar informados y a elegir entre el sistema actual de pensiones solidarias o el de cuentas individuales. Un proceso de consulta, información de opciones, construcción de acuerdos, presentación de proyectos legislativos y aprobación de iniciativas, no mayor a un año, sería lo justo y lo conveniente. Así lo prevé la Ley de la Reforma del Estado recién aprobada. ¿Por qué no hacer lo mismo con las pensiones de los trabajadores de ese Estado al que se pretende reformar? 4) A sueldos de hambre, pensiones de hambre: El sistema de fondos de retiro (Afore) no está dando los resultados esperados. Ni en México ni en los países que tienen más tiempo con este sistema, como Chile, donde ya lo están revisando. Está demostrado en términos financieros y actuariales que el ahorro garantizado en estas cuentas individuales no alcanza ni alcanzará para que los trabajadores jubilados vivan un retiro digno, con su sola aportación mensual. Por ejemplo, un pensionado del Issste que hoy recibe dos mil pesos mensuales, dentro de 15 años, con la nueva ley, estaría recibiendo cuatro mil pesos de los de hoy. Es decir, no le alcanzaría ni para comprar la canasta básica. Sólo aquellos trabajadores que ahorren de manera voluntaria tres o más aportaciones mensuales, de manera constante durante un mínimo de 15 años, podrían aspirar a obtener una pensión digna. ¿Pero como pretenden que un trabajador que vive al día, pueda ahorrar de manera constante y progresiva durante 10 o más años? Es un absurdo y una burla. La nueva ley del Issste es estupenda para los trabajadores al servicio del Estado.., pero del Estado alemán, donde el ingreso de los burócratas es competitivo, pero no para los trabajadores mexicanos cuyo patrón, el gobierno, paga sueldos miserables. A sueldos de hambre, pensiones de hambre. Esta es la fórmula que no modifica la ley del Issste, ni ninguna Afore pública o privada, porque no depende de una política de seguridad social superficial y al vapor, sino de una revisión a fondo de la política económica. 5) Un Fobaproa sindical: el organismo previsto en la ley, "Pensionissste", que manejaría de manera monopólica durante tres años una suma que podría ascender a 180 mil millones de pesos, en realidad es un Frankiestein fiscal, económico y político. Si las Afores privatizaron el ahorro de los trabajadores, "Pensionissste" haría algo peor: sindicalizaría los fondos de retiro de los burócratas mexicanos. Por la forma como se propone su integración, el organismo sería manejado por dos organizaciones sindicales y el gobierno federal. Es decir, se pondría la Iglesia en manos de Lutero. ¿Si actualmente no rinden cuentas de las millonarias cuotas sindicales que reciben de sus agremiados, usted cree que van a rendir cuentas por más de dos millones de cuentas individualizadas de los trabajadores al servicio del Estado? ¿Recuerda usted el destino que tuvo el Banco Obrero? Pues altamente probable sea el destino de "Pensionissste". Esto no quiere decir que los sindicatos no sean capaces de manejar responsablemente los ahorros de los trabajadores. Hay ejemplos en el mundo en sentido positivo. Simplemente quiere decir que de la actual estructura plutocrática del sindicalismo oficial mexicano se puede esperar todo, menos transparencia, responsabilidad económica y solidaridad social hacia sus representados. En suma, esta nueva ley del Issste no garantiza pensiones dignas a los trabajadores del servicio del Estado, privatiza de facto recursos y servicios públicos y crea un organismo de pensiones opaco, improvisado, vulnerable y sumamente rentable para algunos dirigentes sindicales, pero no para los trabajadores de base. ¿Cuál es la opción? Un proyecto alternativo de pensiones que garantice un retiro digno, con ingresos suficientes y seguridad social; una consulta informativa amplia, para que los trabajadores decidan el sistema de pensiones que mejor les convenga, después de comparar las distintas opciones; el saneamiento de las finanzas del Issste y el mejoramiento de sus servicios de salud, con una menor carga para el trabajador y una mayor aportación del fisco. Debemos edificar un nuevo Issste de verdad, no un nuevo fraude contra los trabajadores al servicio del Estado.