MANÚ.

Chat sobre transgénicos

sábado, 17 de marzo de 2007

Manú Dornbierer Satiricosas Cuando México permitió -ilegalmente al principio aunque posteriormente la legalizó- la entrada de maíz subsidiado de USA a 0.80 centavos el kilo, perdió ipso facto su seguridad alimentaria. Muchos campesinos mexicanos dejaron de cultivarlo pues no podían competir vendiendo a ese precio sus excedentes y se vieron obligados a optar por la emigración. Y es que los subsidios agrícolas gringos arruinan a los cultivadores del resto del planeta ¡es un dumping gangsteril! Nuestra actual situación no es otra cosa que el resultado de 25 años de neoliberalismo y 13 años de TLC, ergo del sonriente y abyecto sometimiento de nuestros gobernantes a la explotación. Como el actual de Calderón. El tema del maíz ha despertado interés entre los lectores de este espacio y algunos aportan datos enriquecedores inéditos, que vale la pena reproducir, tal el testimonio del Sr. Mireles de Mazatlán, prueba fehaciente de la "traición alimentaria" a los mexicanos de los gobiernos neoliberales a favor de los gringos: 1.- "Me gustó su colaboración periodística, `El Secretario Transgénico´. Le comento que cuando yo trabajaba en la Secretaría de Programación y Presupuesto en los años 80, el gobierno mexicano aceleró la aplicación de la politica pública de desmantelar definitivamente la infraestructura de almacenamiento de granos pues, me comentaron los funcionarios responsables del área de comercio (yo era el responsable del sector turismo), que a México le convenía más vender las cosechas nacionales y luego cuando el abasto nacional lo requiriera, se importarían las toneladas necesarias, al precio de mercado. Tal incongruencia se debe a que los altos funcionarios que estudiaron en USA aprendieron que la intermediación agrega valor a las economías nacionales y, a las imposiciones aplicadas por ese país como resultado del "Acuerdo de Washington". roberto_mireles525@hotmail.comEsta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla Más claro ni el agua, presidente Miguel de la Madrid (1982-1988) o acaso ¿la orden traidora de detener la producción nacional de maíz provino del presidente ilegítimo Carlos Salinas (1988-1994), que impulsó el uso de harina industrializada de maíz en lugar de la masa de nixtamal, determinante cambio en la producción del principal alimento nacional? 2.- El Sr. Hanspeter Hintermann, suizo nacionalizado mexicano, comerciante en algodón y granos me escribe:- Lo que Greenpeace NO dice es que en general los transngénicos requieren menos aplicación de insecticidas y esto es benéfico para el ambiente. Le pedí a mi amiga, la conocida ambientalista mexicana, Elena Kahn, fundadora de los "Guerreros Verdes", que respondiera dado que es una experta en transgénicos:- ¿Usted no considera plaguicida a los herbicidas que se tienen que usar con los transgénicos, por lo que la semilla transgénica viene ya con un gen antiherbicida, gracias al cual se pueden vertir enormes cantidades de plaguicidas, los principales evenenamientos de los productores?". ¿O sea que el negocio es redondo, Dra. Kahn? El Sr. Hintermann en otro párrafo explica: "México importa cantidades grandes de semilla de algodón industrial desde EE:UU. Esta semilla importada es transgénica y va directamente a los ganados para la engorda, o sea va a la leche y a la carne, desde hace años y nadie se ha enfermado. Igual los miles de toneladas de maíz que importamos, es puro maíz transgénico, que se va a las tortillas y nadie se ha enfermado; en EE.UU donde siembran tantas transgénicas, éstas al parecer no han producido enfermedades, si no desde hace tiempo las autoridades americanas las hubieran exhibido". A esto la doctora replica de nuevo: -Científicos ingleses han demostrado que los genes de las transgénicas, no son destruidos durante la digestión sino que pasan linealmente a las bacterias del intestino, y hacen que la bacteria intestinal continúe produciendo el insecticida, en especial en niños. El reporte se puede encontrar con toda la blbliografía en el libro "Seeds of Deception", "Semillas de engaño" de Jeffrey M. Smith. Y recomiendo la lectura del libro "Genetic Roulette", "Ruleta Genética" del mismo autor, que acaba de salir en febrero 2007. Acerca del algodón transgénico, podría usted pedir a Amazon que le envíe el DVD "Unnatural Selection" Bt. Cotton in Andra Pradesh, India, a 3 Year Fraud" (una selección antinatural, el algodón Bt en el estado indio de Andra Pradesh, un fraude de 3 años). Siembras y testimonios en India sobre el fracaso del cultivo. Verá usted a las familias de campesinos que se suicidaron por las deudas de la compra del algodón transgénico y la enorme cantidad de insecticidas externos que tuvieron que aplicar cuando las plagas invadieron los plantíos. El gen insertado del Bacillus thuringiensis al algodón Bt, sólo produce la toxina usada como insecticida para contadas plagas, por lo que generalmente se acaba usando poderosos insecticidas externamente. Y como en Missouri, el primer lugar donde se sembró este algodón, enfrentó un gran fracaso en cientos de hectáreas. Por todos lados encontramos fracasos que no son lo que la mercadotecnia de las transnacionales nos hace creer". Gracias, doctora Kahn, por contestar la los planteamientos del Sr. Hintermann al que agradezco su mail y su sugerencia de que me informe más en internet. Por mi parte le informo que las tortillas industriales transgénicas "que tanto se venden en USA" son rechazadas por el mexicano común que repudia su sabor y es doloroso ver que disminuye cada vez más la posibilidad en México de comer las verdaderas, deliciosas y nutritivas tortillas que inventaron los mexicanos originales. Por mi parte prefiero no comer tortillas a comer el cartón de harina de maíz transgénico de Maseca y de Minsa. No olvido el sabor de las de mi infancia (mi apellido es del mismo origen que el suyo, pero yo nací en México) que me daba mi nana al regresar hambrienta de la escuela, simplemente con sal. Y llegamos en este chat al aspecto político-económico del asunto con Luis Hernández Navarro de La Jornada que el 12 de enero escribió: -"Hoy vivimos una nueva guerra de la tortilla que, a diferencia de la vivida en los años 90, entre distintos empresarios, enfrenta a los grandes agroindunstriales y a la población pobre. Se trata de una guerra en la que el gobierno de Felipe Calderón ha tomado claramente partido en favor de los monopolios que lo apoyaron para que llegara a la Presidencia de la República". ¡Claro! Si tuviéramos un gobierno patriota con valor para defender a México, ya estaría en estos momentos adelantado haciendo lo necesario para impulsar la producción de maíz nacional y revertir la larga y vergonzosa situación neoliberal de dependencia alimentaria. Pero no. Como novia de pueblo, Calderón "se casa" de nuevo con Bush, boda que tan graciosamente escenificó Greenpeace en Mérida y transmitieron (gracias, gracias) Joaquín y Carlos. Todo esto con un submarino gringo en nuestra costa, Mérida paralizada durante 15 días, ocupado ¡y gobernado! ese territorio patrio por los majaderos guaruras, armados hasta los dientes, del asesino presidente de USA. Mientras se infringían nuestras leyes y nuestra dignidad, Calderón y su corte sonreían con beatitud.