LA INCONGRUENCIA CONJURA EL ERROR.

La incongruencia conjura el error

jueves, 22 de febrero de 2007

Jesús Peraza Menéndez La candidatura por un amplio frente de partidos y ciudadanos de Ana Rosa Payán fue conjurada por la inmaculada política mexicana con sus muy congruentes fracciones de la clase política. La yunquista -la palabra es el conjuro como en la magia primitiva-, así fue bautizada la religiosa política yucateca, logró reunir en su contra a los enemigos. Coincidieron todos: Sergio Sarmiento, vocero indiscutible de la ultraderecha; Demetrio Sodi de la Tijera priísta, perredista-panista el muy congruente; el anti presidente legítimo Marcos Rascón, Carlos Monsiváis que de la denuncia política contra el fraude electoral como principal orador desde el zócalo pasa a la condena del plantón en Reforma y a recibir todos los premios otorgados por el gobierno que cometió el fraude. También destacados catedráticos eméritos de la UNAM con fobia personal contra Marcos y la Otra. El subcomandante Marcos férreo crítico de AMLO y su movimiento, entre las distinguidas inteligencias de la izquierda y la derecha, sus extremos ultras. Una entrevistadora de Televisa sintetiza la coincidencia, preguntó certera y a la vez desconcertada la locutora: ¿Qué no afecta con su decisión a la política? Como si la política fuera una totalidad sagrada y no la actividad más humana de la transformación social, que depende más que de fórmulas de creación e imaginación. Siguió: usted Ana Rosa pone en riesgo al PAN que gobierna, exhibe al PRD y le da posibilidades al PRI de recuperar la gubernatura. Sigue la entrevistadora con agudas aseveraciones: usted, que apenas ayer acuso a AMLO de comunistoide y de enfermo de poder, con su posición estratégica, porque usted es representativa del gobierno del PAN a la que se le atribuye el fraude contra AMLO ¿cómo es que ahora es usted la que denuncia el fraude? Y claro, Ana Rosa Payán simplemente respondió que su ruptura era contra la impunidad que no es cualquier cosa, la descomposición del PAN, que peca doble con el fraude electoral, está mal desde el momento que tiene que comprar el voto y hacer elecciones de Estado, es decir que acepta tácitamente que actúan con toda impunidad. Agregó que la lacera la pobreza, pero no explica que la causa de la pobreza es, precisamente, la impunidad con la que actúan contra la humanidad los beneficiarios del modelo económico neoliberal, incluido el PAN. Ya lo venía denunciando desde dentro, asevera. ¿Entonces con qué rompe?, esto no lo ha esclarecido, no ha dado el debate político, más bien inició un proceso de negociaciones cerradas secretas, construyó una nueva cofradía que debe confiar ciegamente en su misión redentora. ¿La impunidad a quiénes alcanza? A FECAL, que le habló personalmente para avisarle que no sería candidata antes de la elección interna del PAN en Yucatán y llevó a cabo el fraude contra ALMO coludido con los medios electrónicos, los monopolios empresariales y la administración norteamericana. A Leonel Cota Montaño que le ofreció la candidatura sin condiciones antes que renunciará al PAN, es decir sin un programa político social, a la familia Patrón-Laviada que comete el fraude contra ella, que se ha valido impunemente de todas las instituciones públicas para hacer negocios privados, que incluyen narcotráfico, despojo de tierras, prostitución infantil, pederastia en la que está involucrado el líder del PRI en la Cámara de Diputados, Emilio Gamboa Patrón, la jerarquía católica con Norberto Rivera que con toda impunidad encubre a pederastas y las limosnas procedentes del narcotráfico. La impunidad de los empresarios que sepultaron a los mineros de Pasta de Conchos, a los que asesinaron a los trabajadores de la siderúrgica de Lázaro Cárdenas, a la impunidad de las mafias criminales empresariales de la muertas de Juárez. A la impunidad que mantiene a la población de Yucatán por debajo del mínimo indispensable para una vida digna en 96 municipios, con malformaciones congénitas, desnutrición y enfermedad, en Yucatán la impunidad permite que 78% de la población viva en la pobreza. Debemos aceptar la certeza de compañeros como Mauricio Macossay y Manuel Aguilar Mora comprometidos con la lucha social, nos previnieron de estar sobrevalorando la ruptura, primero porque Ana Rosa no va hacia la lucha ciudadana ni a la movilización que corresponde con la lucha contra la impunidad de políticos, jerarcas católicos, monopolios empresariales. Fue tan sólo un reacomodo de fuerzas, así es, lo acepto con toda objetividad. Se quedó con su pequeño segmento de clase media urbana conservadora a la que asustó con una alianza con el PRD que felizmente no se logró, pero sí se sumaron los perredistas que han sido desplazados de los beneficios de la política, los partidos de relleno como Convergencia y el PT. No trae de este modo ningún beneficio al movimiento popular, el debate sobre Yucatán se dio con los de afuera, desde dentro, sólo contemplamos el desfile de los oportunistas y arribistas de siempre, se escucharon las voces convulsivas que condenaron iracundas toda relación con la yunquista nada más allá de su propio aliento descompuesto. ¿Qué había que discutir? Creo que como apunta Octavio Rodríguez Araujo, si la flexibilidad perredista confunde a la población. En Yucatán el PAN de Ana Rosa y Patricio Patrón Laviada se aliaron con el PRD hace seis años para sacar al cerverismo del gobierno, y lo lograron. El PAN ganó la gubernatura, es decir Patricio Patrón de la ultraderecha gobierna con el PRD, sus militantes recibieron puestos en la SEP, la UPN desde donde hacen el trabajo sucio con toda impunidad, sólo hay que seguir las denuncias del respetable sindicalista y comunista Roger Aguilar. Se les otorgaron dos diputaciones plurinominales con las que religiosamente aprobaron cada una de las iniciativas del PAN. Dirigieron el Instituto Estatal Electoral (Ariel Avilés, certificando los triunfos con fraude del PAN en varios municipios en los que personalmente el hermano del gobernador, esposo de la hija de Cervera Pacheco, repartió despensas, dinero, compró credenciales de elector al más puro estilo cerverista, con el silencio cómplice del PRD). Se asesinó a un diputado: Pánfilo Novelo, se han estallado granadas de fragmentación en POR ESTO! y en instalaciones públicas del Puerto de Progreso y la santa alianza no termina. Creo que la confusión a la que se refiere Octavio Rodríguez es un hecho irrefutable y esto requería una discusión sensata, la única que rompió fue Ana Rosa, se salió del PAN. Los perredistas no renuncian a sus puestos, el gobierno del PAN mantiene la nómina de los operadores de la fracción perredista aliada, las otras fracciones no han sido capaces de la crítica y la autocrítica, ni de cambiar el método patológico de la política sistémica que va de una incongruencia a otra, no luchan para ganar sino para obtener posiciones y canonjías son una fracción subordinada, ninguno de los perredistas logró un apoyo social ni impulsó un movimiento. Su flexibilidad pasa por rechazar la candidatura de Ana Rosa, pero mantenerse al mismo tiempo en el gobierno de Patricio Patrón. Dulce María Sauri reconoció el fraude de la joven dinosauria Ivonne Ortega, pero se quedó en su partido con su pasado sembrado de impunidades. Pero Ana Rosa pese a su historia en la ultraderecha y los grupos confesionales puso de cabeza al PAN en Yucatán, que prepara un espectacular elección de Estado. Patricio Patrón impondrá a sus incondicionales por lo menos en la gubernatura y la estratégica alcaldía de Mérida, si no es que carro completo, con personajes de bajo perfil sin la mínima presencia y con la soterrada o abierta alianza del PRD para seguir con el negocio público de beneficios privados. Exhibió al PRD, que no renuncia a la candidatura de la yunquista por congruencia, sino porque se cobran facturas porque no fueron cubiertas las expectativas de los Chuchos en el gobierno del DF; los Chuchos preparan una negociación con FECAL que supone el desconocimiento del Presidente Legítimo y lo que esto conlleva como movimiento ciudadano contra el fraude electoral (ver La Jornada, 19-02-07). El debate político sigue abierto en Yucatán más allá de la coyuntura electoral.