Una Iglesia ejemplar, en unidad y comunión

Las noticias con las cuales comienza el año 2007 (según el calendario juliano, más sobre este calendario pagano de click aquí), no son tan buenas como muchos quisiéramos. Lamentablemente seguimos siendo testigos de robos y despojos en nuestra tierra sin que nadie meta las manos para defender al pueblo, solo por allí existe la esperanza de que el movimiento que sigue encabezando López Obrador pueda hacer algo, pero de ahí en fuera no se ve por donde se pueda hacer frente al régimen corrupto que impera en México.

Un actor protagónico para beneficiarse en este sexenio y para que estas perspectivas de “poca esperanza de cambio” se den entre la mayoría de la población, es sin dudarlo la Iglesia Católica. La fe de toda la gente sincera merece todo mi respeto pero no así esa institución religiosa fraudulenta y mentirosa que pretende ahora filtrarse a las escuelas, en la misma tropa del ejército, incluso en el plato de la sopa sobre nuestras mesas si les es posible hacerlo. Días pasan y se siguen dando más evidencias de que la participación directa del clero católico en el fraude electoral fue fundamental y con miras al mismo futuro de los lideres católicos que como sabemos, por lo menos Don Perverto Rivera, ha sido denunciado por solapar a pederastas dentro de los “servidores del Señor”.

Pero nada mejor que la misma Biblia, a la luz de las escrituras para revelar el verdadero rostro de la falsa Iglesia de Dios. Dice así un pasaje bíblico:

“Y sobrevino temor a toda persona; y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo.”

Hechos 2:43-47

El temor que citan las escrituras no es de “terror” sino de respeto, pero hoy en día el “temor” que infunde el catolicismo romano en México si es de terror, pánico, horror, etc. Esto no es algo que este inventando yo, revise a detalle cada declaración de los lideres católicos, siga de cerca las acciones de Don Perverto y verá usted que solitos se ganan esos calificativos -y los que falten por citarse-. Realmente cuando alguien profesa una fe y no sigue al pie de la letra el principal manual, en este caso la Biblia, hace de su vida un verdadero desperdicio, algo inservible a la misma sociedad y sirve de tropiezo a otros.

En este caso no estamos para juzgar o señalar nada más que los malos son los lideres católicos, lo decía, las mismas escrituras por si solas se interpretan y la vida de la iglesia primitiva -a pesar de la Era Moderna- no debería diferir en el fondo de la actual iglesia. ¿Pero que es lo que ha pasado? Ha podido más el neoliberalismo, el capitalismo, la ambición individual de los altos mandos para conducir a las masas al precipicio.

La cita bíblica es clara en lo que dice: “tenían en común todas las cosas”, eso habla de que la sana convivencia era sólida, existía honestidad, sinceridad y se tomaban en serio el mandamiento de amar al prójimo, ¿pero que pasa ahora?, ¿usted y yo seremos personas gratas para los obispos, cardenales?, digo hay excepciones que si ponen por obra su fe, pero ¿tipos como el obispo (o ex obispo) Carlos Suárez, Carlos Aguiar, Perverto Rivera, tendrán amor por todos los mexicanos que claramente somos humillados por el gobierno corrupto? La respuesta usted la conoce tan bien como yo la conozco.

Y sigue la cita bíblica: “vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno”, pero la regla de hoy parece ser: quítale al pueblo sus bienes y dalos a los familiares de los políticos, entrégalos al narcotráfico y hasta los sacerdotes salen “benditos” de sendas reparticiones, que no son sino despojos a la gente que no se cansa de trabajar pero a la hora de traducir su esfuerzo en una vida digna no la consiguen así, sino que tienen que conformarse por vivir en la miseria. Toda iglesia, católicos o evangélicos, todo “buen cristiano”, que pasa de largo ante una problemática social, espiritual y política como la de México es tan espurio como lo es el presidente usurpador y va en contra de lo que la misma Biblia revela y por lo tanto se vuelve un traidor de si mismo y de su fe. ¿tendrá sentido vivir así?

Hay un concepto clave que podemos analizar respecto al mensaje de este texto bíblico: comunión. Este pasaje implica esta palabra y su etimología es del griego koinonia; signficia compartir, unidad, una estrecha asociación, participación; una sociedad, comunión, compañerismo, ayuda de contribución, hermandad. La koinonia es una unidad producida por el Espíritu Santo. En la koinonia, el individuo mantiene sanas e íntimas relaciones de compañerismo con el resto de la sociedad cristiana. La koinonia une firmemente a los creyentes al Señor Jesús y a los unos con los otros. Si usted ve en el interior de su iglesia, congregación, templo, como le guste llamar, división, que cada quien anda por su lado, preocúpese porque entonces el amor y Espíritu de Dios no están presentes en ese lugar y algo anda muy pero muy mal. ¿Es posible conseguir que haya tal convivencia, tal comunión entre los mexicanos?

¡Claro! De hecho nuestra gente es conocida en el mundo por la hospitalidad que se practica, en muchas ocasiones he escuchado que extranjeros se van contentos por el trato que somos capaces de dar los mexicanos, yo mismo he tenido la oportunidad de ser de utilidad a algún turista. Pero este gesto de amabilidad debe ser constante entre nosotros y a pesar de nuestras diferencias podemos concretar acuerdos, convenios, pactos para lograr todos salir ganando y vivir en paz. El alto índice de violencia, la inseguridad y el narcotráfico limitan esa paz social y el gobierno usurpador todavía somete a un miedo más grande a la gente, hay incertidumbre de saber realmente que puede ocurrir mañana con nosotros y de la iglesia mejor ni hablamos, esta lejos de representar el amor de Dios sobre la tierra (el único amor visible es el amor al dinero, la raíz de todos los males, según la Biblia).

Muy por encima de tu fe y de mi fe, conforme a este pasaje bíblico podemos entender que es un relato de la historia humana, donde en determinado espacio y tiempo ciertas personas que tenían amor por Dios y la vida fueron capaces de usar la mente y el corazón para vivir dignamente. Que triste que en vez de aprovechar nosotros los avances tecnológicos y teniendo todos los elementos para poder estar más unidos, cada día nos estemos aislando más.

¿Recuerdan ustedes el plantón más condenado y satanizado en la historia de México –quizás hasta del mundo entero-? Efectivamente fue en el 2006, que desde julio 30 al 15 de septiembre, dimos ejemplo al mundo de que en medio de una dificultad tan enorme podemos sonreír y compartir el pan, obreros, campesinos, profesionistas, estudiantes, pequeños y grandes. Sin importar la condición social, el color y la forma de hablar, los mexicanos se envolvieron en una esfera muy similar a la del pasaje bíblico que he abordado en esta oportunidad. Hay otra cosa muy interesante: “teniendo favor con todo el pueblo”.

Ahora, no solo la iglesia primitiva (como le llaman muchos, más bien yo le llamaría la iglesia modelo, la iglesia ejemplar), vivía en convivencia en un circulo de ellos, no marcaban una raya para dividir creyentes y los demás son unos perdidos. Dice la misma Biblia que eso que ellos tenían lo extendían “con todo el pueblo”, “teniendo favor”, es una manera coherente de demostrar que lo que entre ellos practican, la actitud desinteresada de servicio, de compañerismo pueden demostrarla también con el resto de la gente, sean o no de su misma creencia. Fue maravilloso –en mi experiencia del plantón- haber conocido gente de otros estados con una enorme fe dentro del catolicismo, otros evangélicos y algunos ateos; en más de un relato recordarán les ilustraba que antes de ver en cada una de esas personas a determinado sujeto con alguna religión veía a seres humanos, mexicanos sedientos de justicia.

No perdamos el tiempo condenando y culpando al sistema que domina hoy (que mañana ya no lo hará), ni tirando golpes al aire, ni gastando espacio para mentar madres a lideres católicos y otros seres ajenos a la humanidad. Creo que a la luz de las sagradas escrituras y si usted es ateo y no le interesa Dios, a la luz de la Biblia y a la luz del sentido común podemos poner por obra lo mejor posible algo que hace muchos siglos en medio oriente se puso en marcha entre gente que tuvo la capacidad que usted y yo hoy tenemos para progresar. El secreto de esto es creer que es posible lograr una transformación y asumirse uno como el agente principal de esa lucha, no veo en este pasaje el nombre de algún líder de la iglesia primitiva destacar, en esta lucha no ganaremos por un nombre u hombre, ganaremos si todos en la misma sintonía, en la misma frecuencia trabajamos por México y logramos construir lazos a través de una correcta comunión.

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