DON PROTASIO, DON YOYO Y DON FAUSTO.

ASIMETRÍAS
Fausto Fernández Ponte

Movilización Social

I

Como es costumbre desde hace por lo menos una década, la primera Asimetrías de cada año trata el tema de los resolutivos del Ateneo de Cosoleacaque.

Señálese que Cosoleacaque es la cabecera de un municipio del mismo nombre situado en el sur del estado de Veracruz.

Cosoleacaque es el eje geográfico de varios municipios de esa región que abarca la Sierra de Santa Martha y el volcán de San Martín y la cuenca del río Coatzacoalcos y afluentes.

La región asoma al añil del Golfo de México y es acariciada, en intensidad variopinta, por los vientos alisios, lo que contribuye a la persistencia de microclimas.

Es esa la tierra de los olmecas, misteriosos y elusivos, como el duendecillo de las leyendas, el chaneque, ser mitológico malcriado que adopta muchas formas.

Los descendientes de los olmecas --popolucas, principalmente-- hablan todavía la antiquísima de los hombres y las mujeres del país del hule. Como don Protasio.

Don Protasio es un indígena popoluca, muy mayor de edad, quien se desempeña como secretario perpetuo del Ateneo de Cosoleacaque. Se le conoce como el filósofo de Pajapan.

El Ateneo es presidido por don Yoyo, otro personaje señero de la región, quien, como añadido, es el mecenas moral y, a la vez, proveedor ético de esta peculiar organización.

II

Esa cualidad ha hecho del Ateneo una entidad rodeada de cierto halo mítico y, diríase, hasta enigmático, si no es que legendaria. Hay quienes le conceden carácter místico.

Mas no. La organización se fundó en 1997 a iniciativa del propio don Yoyo y de don Protasio y este escribidor, personajes disímbolos en cuanto a carácter y cosmovisiones.

Pero don Yoyo, don Protasio y el escribidor poseen un denominador común: En una cultura de la mezquindad --como la nuestra-- es necesario, por móviles varios, reconocer el esfuerzo ajeno.

Esos móviles tienen que ver con la búsqueda de una alteza de miras y, obvio pensaríase, nuestra identidad como sociedad histórica; es decir, con una riquísima historia.

Esa historia del desarrollo del mexicanos como ser social suele recibir y tomar para sí contribuciones trascendentes cuya autoría y alcance no son reconocidas por lo general.

Los consejeros del Ateneo ponderan cada fin de año en algún lugar de Cosoleacaque los hechos y sucedidos ocurridos en México y los califica. El criterio para calificar es riguroso.

La calificación se representa y traduce en la designación, simbólica desde luego, del mexicano o la mexicana del año, y le otorga un reconcimiento moral y ético. No más.

Pero no menos. Y, por ello, no implica ese reconocimiento premiación material alguna. Tampoco implica siquiera un diploma. Es gesto sincero cuyo alcance es la difusión del mismo.

III

La tarea de los consejeros es enorme y existe, en su desempeño, una comunicación intensa, no sólo en persona --se reúnen físicamente--, sino por la Internet.

Ese gesto desprendido --honor a quien honor merece-- del Ateneo de Cosoleacaque le otorga al reconocimiento un valor insoslayable. Su afán es el de alentar la emulación.

Ese es uno de los criterios que aplican los consejeros. La emulación no sólo personal, sino también --simultáneamente-- social. No se trata de halagar a nadie.

Trátase, eso sí, de reconocer y difundir aquellas contribuciones al desarrollo histórico del pueblo de México y sus anhelos --también históricos-- por su libertad.

Por ello, el reconocimiento principal, el del mexicano y/o mexicana del año 2006, fue otorgado al propio pueblo de México como tal, por su afán reivindicador de derechos.

Y es que el pueblo de México fue agredido violenta y brutalmente por el poder de unos cuantos --la plutocracia-- y agraviado profundamente el 2 de julio del año pasado.

A ese agravio le siguieron otros --como la represión paramilitar y policiaca del poder plutocrático al pueblo de Oaxaca--, pero el pueblo se ha movilizado y resistido.

La movilización social y la resistencia civil al agravio ha sido pacífica --no violenta-- y respetuosísima y cuidadosa de las leyes vigentes, no obstante que éstas son injustas.

Así, el reconocimiento del Ateneo de Cosoleacaque en 2006 es para el pueblo de México y de los oaxaqueños que han hecho honor a su propia historia para desasirse de la ignominia.

Glosario:

Alisios: Vientos fijos que soplan de la zona tórrida, con inclinación al nordeste o al sudeste, según el hemisferio en que reinan.

Emulación: Del verbo emular. Deseo intenso de imitar e incluso superar las acciones ajenas. Generalmente se le da sentido favorable.

Ignominia: Afrenta pública.

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