Cuando el congreso le puso impuesto a los refrescos que no usan azúcar de caña (la mayoría) precisamente para beneficiar a los cañeros, Fox vetó la ley--que fue aprobada por unanimidad en el congreso.
Ahora se le pone impuestos a todos los refrescos (los principales afectados son las refresqueras como Coca-Cola y Pepsi) y de todos modos no le gusta a los cañeros.
¿Por fin?
Dice esta nota del Universal:
Rechazan cañeros aumento al impuesto de refrescos
Argumenta el líder de la Unión Nacional de Cañeros que el impuesto disminuirá el consumo y por lo tanto su producción, lo que afectará al gremio
Notimex
El Universal
Ciudad de México
Sábado 16 de diciembre de 2006
19:12 El líder de la Unión Nacional de Cañeros, Carlos Blackaller Ayala, rechazó el incremento del impuesto especial sobre producción y servicios para los refrescos que aprobó la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados.
Establecer un nuevo impuesto a los refrescos elevará el precio de ese producto, con lo que se disminuirá su consumo y, por lo tanto, la utilización de azúcar en su producción, consideró el dirigente de la Confederación Nacional de Productores Rurales (CNPR).
A su parecer, la aprobación de ese impuesto afectará la capacidad de compra de la población donde "quizás el mexicano por como somos no deje de consumir refrescos, pero al tener que gastar más en ellos vamos a dejar de consumir otros productos".
Ante esa situación, previó, el impacto puede ser de tipo lateral y no directo a la industria refresquera que sería, en la lógica, lo esperado.
Recordó que México es el segundo consumidor de refresco en el mundo y que por ello el alza en el precio quizá no disminuya la ingesta, pero habrá menos dinero para comprar otras cosas.
El incremento al precio de los refrescos pega indirectamente a los cañeros porque en caso de reducir el consumo del refresco, bajaría entonces la demanda de azúcar, lo que generaría un precio de sobreoferta del endulzante, lo cual afectaría el precio de la caña.
Blackaller Ayala consideró que ese nuevo impuesto es incorrecto, debido a que es netamente recaudatorio sobre un producto que es de consumo nacional y popular y de alguna forma lo único que hará es encarecerlo y deteriorar la economía doméstica.
Por ello, dijo, la propuesta de los cañeros al pleno de la Cámara de Diputados es que el impuesto especial a los refrescos se mantenga sin cambios y que el gobierno federal, la industria azucarera y los productores de caña trabajen conjuntamente en un proyecto adecuado respecto a dicho impuesto especial.
Además que el Poder Legislativo apoye haciendo lo que sea más conveniente para no perjudicar a las industrias de la caña de azúcar y embotelladora.
Recordó que el actual impuesto especial a la producción de refrescos es de 20% y sólo aplica en el caso de que no se utilice azúcar en su producción.
El gravamen actual pretende una protección al azúcar mexicana y equilibrar su relación con la fructosa, pero la propuesta del Ejecutivo es meramente recaudatoria y perjudicial para el bolsillo del mexicano, puntualizó.
Les voy a ser sincero: si los refrescos no fueran tan dañinos para la salud me solidarizaría con los cañeros. Pero aquí la bronca es que SÍ prefiero ver una disminución en el consumo de refrescos (¡hasta nos están ayudando a boicotear a la coca y a la pepsi!) y que se use el azucar de caña para otras cosas.
Así que lo siento, pero si lo que están diciendo los cañeros es que de todos modos, con todo e impuesto, no va a bajar el consumo de refrescos por costumbrismo, entonces no se de que se quejan.
Ahora bien; si DE VERDAD quiere el gobierno federal recaudar dinero sin que nadie se queje, entonces que le suba los impuestos a las bebidas alcohólicas. Punto.
Una razón más para apoyar al peje en el 2006.
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