/tr>
LOS PRODUCTOS DEL BOICOT ¡NO LOS CONSUMAS!: Bimbo , Sabritas , Jumex , Pepsi, Gamesa , Televisa (televisión y revistas), TV Azteca , Milenio (Diario y Semanal), Banamex , Maseca , COPARMEX , Coca-Cola , Wal-Mart , Bachoco , Megacable , Farmacias Similares , M&M's , Kimberly Klark , Burger King , grupo ALSEA , Autobuses Estrella Blanca . Más en este link.

sábado, agosto 19, 2006

NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA.

Opinión México
Crisis irreversible.

Por: Gerardo Fernández Casanova.
(especial para ARGENPRESS.info).
(Fecha publicación:18/08/2006).

La historia de México deberá reconocer la enorme contribución de Vicente Fox y, en alguna medida, de Felipe Calderón, al proceso de construcción de la Nación.

Cuando el intento de defenestración del entonces Jefe de Gobierno del distrito Federal, se comentó en estas líneas de que, gracias a los desatinos de Fox, se había producido la que hasta ese entonces fue la más importante movilización popular de la historia y consolidado el liderazgo de Andrés Manuel López Obrador.

Fracasado ese intento y entrados en la campaña electoral, la insidia manifestada en contra del candidato de la izquierda fue configurando la convicción en la población mayoritaria del carácter trascendente de la decisión electoral y, en consecuencia, consolidó la base de apoyo de la propuesta alternativa formulada por la Coalición por el Bien de Todos.

Cumplido el acto comicial el 2 de Julio, la insistencia en descarrilar el proyecto democrático llevó a los personeros de la derecha a trampear sus resultados y, con ello, a enardecer a la multitud que se manifiesta en defensa de la democracia y por el respeto al voto.

Aunque todavía pueden corregir en su desastrosa e irresponsable actitud, proveyendo al recuento de todos los votos y reconociendo el triunfo de Andrés Manuel, tal parece que su ceguera y su codicia de poder y privilegios los lleva a perpetrar la imposición de su candidato como Presidente de la República y, con ello, desatar una crisis sin precedente en el país.

De nada les servirá detentar la titularidad del gobierno cuando el poder lo ha tomado el pueblo y está aprendiendo a usarlo.

López Obrador convoca a la resistencia pacífica y, hasta hoy su palabra es ley, pero la gente demanda más vigor en la protesta y está urgida de lograr la entronización del gobierno que eligió.

El pasado lunes se registró un primer caso de represión contra manifestantes que pretendían instalar un campamento a las afueras de la sede de la Cámara de Diputados, cuyo efecto, lejos de amedrentar, incrementó el coraje y la decisión de avanzar.

Hoy la fuerza de la sinrazón se presenta con las tanquetas antimotines instaladas en todo el entorno del edificio sede del Poder Legislativo, con lo que prácticamente queda secuestrado y supeditado al Poder Ejecutivo, rompiendo dramáticamente con la republicana separación e independencia de los poderes.

Todo indica, pues, que las decisiones están tomadas.

De un lado quienes se aferran al poder de manera espuria y tramposa, y del otro quienes están dispuestos a defender hasta el extremo el derecho de las y los mexicanos a vivir en real democracia.

Si de establecer responsabilidades históricas se trata, habrá que anotar que la demanda de estos últimos únicamente se refirió al recuento de los votos en una elección de resultados aparentes sumamente cercanos; en tanto que la respuesta de los segundos sólo fue la oposición tajante a tal recuento.

Si la motivación de la primera era la simple sospecha de fraude electoral, con su actitud, la segunda las confirmó y fortaleció.

En estas circunstancias, la responsabilidad histórica del conflicto que se avecina a toda marcha no es más que de quienes se aferran al poder a toda costa, en perjuicio de la mayoría de la población.

Nuevamente resulta excelente la contribución de Fox & Co. a la historia.

De otra forma hubieran pasado muchos años antes de lograr la consolidación del poder popular que hoy existe.

Con la terquedad derechista pudieran conservar el gobierno, pero ciertamente que el poder estará en las calles.

Esto lo tendrán que medir quienes realmente mandan sobre estos gerentillos cocacoleros, para reflexionar que más vale dar marcha atrás.

El peligro para ellos no es Andrés Manuel, a quien realmente deben temer es a un pueblo decidido a no dejarse otra vez.

Los que están en las alturas juegan al borde del precipicio; los que estamos abajo sólo los veremos caer.

No hay comentarios.: