DICEN QUE LIPE PERDIÓ LA FE....

Angel Norzagaray escribe:

¿IFE: Apoyos incondicionales?

Constantemente hablo de la solidez de nuestras instituciones electorales. Pienso que el cacareado choque de trenes, esa catástrofe que se invoca en cada elección y que afortunadamente termina en chispitas, en fuego de artificio sin mayores consecuencias, se volverá de nuevo a esfumar. Creo en el IFE y creo en el Trife. Bueno, creía, porque a últimas fechas empieza a entrarme una duda, motivada por las declaraciones histéricas de ciertos personajes del Gobierno federal que insisten en que .... crea en el IFE.

Aparece con López Dóriga el capellán Abascal, nuestro Secretario de Gobernación, en franco plan “chachalaca”, pidiéndonos a todos los mexicanos que creamos “incondicionalmente” en el IFE. Manotea y nos avienta unos moditos gestuales y una retórica hueca muy del tipo Diego Fernández de Cevallos, que de entrada da miedo. Y una y otra vez, repite la palabra “incondicionalmente”. Nos pide a los mexicanos que demos todo a cambio a nada. Lo suyo es un dogma que sólo se verificará en sí mismo si nosotros tenemos fe. Hay que tener fe incondicional en el IFE; no manifestemos ninguna duda, no preguntemos, no objetemos: Incondicionalidad para que todo salga: Esta es palabra de Dios, palabra de secretario, palabra de capellán.

Espérame tantito, yo no tenía dudas, pero tanta fe del señor, tanto dogma, me ponen ya a dudar.Con todo, yo sigo creyendo en el IFE. Les doy un voto de confianza, pero sí pongo condiciones. Eso de los apoyos incondicionales, como que no va.

¿Por qué no tendríamos que ponerle condiciones a un IFE que ha sido infiltrado en su ingeniería cibernética por el nombre maldito: Hildebrando? Condicionemos el apoyo. Tengamos confianza, sí. Pero no fe ciega; esa que a cambio de nada exige el capellán Abascal.

Otro punto que me hizo dudar o condicionar mi apoyo, fue ver al atildado ingeniero Cárdenas, salir de una charla con Abascal para atraer los reflectores con un fin concreto: ¡Declarar que el IFE es impoluto y que no hay desconfiar de este, ya que es muy distinto a aquel que lo fraudeó en el 88! Demasiados preocupados están por blindar al IFE con las armas de la fe y con apoyos sin condiciones.

El querido ingeniero ya se está pasado de tueste con sus apoyos incondicionales al panismo y a ese foxismo que de tan fea manera lo humilló durante la anterior campaña presidencial. Pasarle al Peje la factura de un perredismo que le negó la posibilidad de ser por cuarta ocasión derrotado en una contienda electoral por la Presidencia de la República, es una mezquindad que lo mandará al retiro político con el estigma de la amargura y el resentimiento. Lástima por él.

Mejor y más congruente hubiera sido apoyar Andrés Manuel, condicionándole el apoyo en los puntos que él ve como fallas de personalidad o de modos de operar del tabasqueño. Pero no quiso ver brillar esa luz que sentía que lo eclipsaba e hizo buena esa definición de su personalidad que parafraseando a no sé quién hice de él en alguna ocasión: “Hombre triste y arrogante: Combinación insufrible”.

Aun anidando en mi conciencia esa desconfianza que me crearon el capellán Abascal y su acólito Cárdenas, estoy a la expectativa del proceder del IFE y espero que este nos rinda buenas cuentas. Creo que será así, porque su margen de maniobra estará muy limitado en virtud de que El Peje ganará con un amplio margen. Ya verán.

PD como broma: Hablando de fe. Que a Felipe Calderón ya nada más le dicen Lipe, porque a leguas se le nota que hace mucho perdió la fe... en su triunfo.