George Baker comenta un libro sobre AMLO de George Grayson en el Universal:
Biografía trata a AMLO como "mesías".
GEORGE BAKER** .
El Universal.
Domingo 21 de mayo de 2006.
El libro de George Grayson sobre Andrés Manuel López Obrador constituye otro ejemplo de la tradición de un velado respaldo al partido en el poder: la novedad en 2006 es que se trata del PAN y no del PRI. Se podría alegar que los contenidos se reunieron de manera tal que se ajustarán con las contenciosas propagandas políticas patrocinadas por los adversarios.
00:00 George Grayson, profesor de Ciencia Política conocido como el Señor México, en los círculos oficiales de opinión en Washington, ha escrito un libro sobre uno de los principales candidatos a la Presidencia de la República Mexicana. Al momento de su publicación -unos dos meses antes de las elecciones del 2 de julio- tiene el claro propósito de influir en los resultados.
Se podría alegar que la publicación del libro en cuestión a finales de abril constituye otro ejemplo de la larga tradición de un velado respaldo al partido en el poder: la novedad en el 2006 es que se trata del PAN -y no del PRI- quien goza de los beneficios de las aspiraciones políticas y los fobias regionales de los círculos de opinión oficiales en Washington. Igualmente se podría alegar que los contenidos del libro se reunieron de manera tal que se ajustarán a la perfección con las contenciosas propagandas políticas patrocinadas por los adversarios y sus partidarios en los medios, la industria y la crítica política.
Conozco al autor desde hace unos 25 años, aunque no de cerca, y he tenido mucha admiración por su obra anterior, la mayoría acerca de México. Él fue el primer catedrático estadounidense especializado en escribir, por ejemplo, acerca del boom del petróleo en la segunda mitad de los 70: la política del petróleo mexicano (1979). Desconozco la identidad del colaborador del nuevo libro, salvo que el autor menciona que el colaborador fue el responsable del "marco teórico" de la introducción.
Sin lugar a dudas, el marco es justamente la parte más deplorable de este nuevo libro. Consideren lo siguiente: con el aparente objetivo de tejer la estructura narrativa del libro, tanto el autor como el colaborador se apropian, a modo de metáfora, de la vida de Jesús de Nazaret y la política de la antigua Palestina. Uno se pregunta: ¿desde cuándo un politólogo estadounidense especialista en el México contemporáneo siente la necesidad de saltar continentes, contextos y 2 mil años para mostrar los resultados de su investigación, y exponer sus conclusiones? Respuesta: en su papel de politólogo, no tiene ninguna necesidad de ello.
Las conversaciones que sostuve en la ciudad de México, durante la semana del 7 de mayo de 2006 tanto con colegas como con otras personas (incluyendo, por supuesto, a taxistas) produjeron diversos comentarios. Uno de estos comentarios, expresado por varias personas, manifestaba que los autores del libro mostraban una cínica falta de respeto por la singularidad de la vida de Jesús: las comparaciones de las parábolas, milagros y enseñanzas de Jesús con las políticas y los discursos de un político en un periodo o país en particular son repugnantes para el cristianismo. En efecto, la idea misma de una "personalidad mesiánica" sólo resulta posible si uno está dispuesto a reducir la tradición bíblica del Mesías a un concepto ordinario de la sicología política. ¿Qué hace que un tratamiento tan reduccionista como este sea necesario para el ámbito de la política mexicana? Ni el autor ni el colaborador lo aclaran.
Un segundo comentario que escuché durante una cena (en el restaurante Sir Winston Churchill´s, ubicado en Polanco), se mostró más indulgente al respecto: "Es comprensible que, después del 11 de septiembre, los estadounidenses quieran entender las complejas cuestiones políticas de otros países como una pugna entre el fundamentalismo religioso y la modernidad. Mas adoptar este acercamiento es una salida fácil".
Un tercer comentario manifestaba que los autores violaban las reglas establecidas de imparcialidad del discurso académico, con las personas e instituciones que son objeto de la investigación en las Ciencias Sociales. Los columnistas y las actividades políticas, mas no los académicos, tienen derecho a hacer uso de la parodia, el sarcasmo y la ironía, para representar y espolear a sus sujetos. Incluso pueden utilizar una terminología que exprese desacuerdo o desprecio. Se acepta el uso constante de, por ejemplo, apodos o iniciales en lugar de los nombres de familia dentro del discurso político, pero ello no es práctica común en la literatura académica (no sólo en el discurso académico: recuerdo que una vez, cuando yo era segundo teniente durante la época de Vietnam, uno de mis superiores me corrigió cuando me referí al presidente Lyndon Johnson como "LBJ").
Los académicos, en especial quienes están involucrados con las disciplinas orientadas hacia las políticas públicas, sienten la libertad de expresar sus objeciones a las políticas pasadas, y las que se propongan, pero no sienten la misma libertad de expresar su crítica o sus objeciones a los candidatos, ya que eso es del ámbito y la responsabilidad de los votantes.
El lector tal vez se pregunte cómo es que este reputado catedrático no pudo tener al menos una entrevista con el candidato en cuestión, quien, como servidor público en la ciudad de México, se reunió diariamente con los reporteros a las 6:15 am, durante cinco años. La ausencia de un contacto personal y directo con el objeto de su biografía, significa que el material presentado en el libro es de segunda mano, hecho a base de material publicado y de la memoria de los entrevistados.
Pero si elimináramos todas estas transgresiones, el lector encontraría en el libro muchas cosas por las cuales sentir admiración, en virtud de los años de investigación que representa el libro. En su conferencia magistral, durante el Foro de Asuntos Internacionales de Houston, el 4 de mayo de este año, el doctor Grayson reveló al público un secreto que muchos de nosotros desconocíamos: el ex presidente Carlos Salinas de Gortari había llegado a dos conclusiones acerca de los principales partidos de la oposición: en cuanto a la derecha, el alcance del PAN se limitaba a un "voto de asfalto", esto es, al voto de ciudadanos políticamente activos que viviesen en calles pavimentadas. A Salinas le preocupaba la vulnerabilidad del PRI ante la izquierda, e intuía que el PRD tenía el potencial para llegar hasta el "votante más allá del asfalto", es decir aquellos que vivían en calles sin pavimentar en el México rural, donde se hallaba el grueso de los votantes del PRI.
Salinas tomó ciertas medidas para fortalecer el control del PRI en las áreas rurales, mientras que, al mismo tiempo, buscaba obstaculizar al PRD.
Tras comprender esto, muchas piezas caen en su sitio: la restauración que hizo Salinas de las relaciones diplomáticas formales con el Vaticano (las cuales se habían interrumpido durante más de un siglo), por ejemplo, se puede entender ahora como un mecanismo para reforzar la voz conservadora de la Iglesia en las áreas rurales de México. El ascenso que Salinas dio al secretario de Desarrollo Social, a finales de 1993, como candidato presidencial, también es una pieza que encaja en este cuadro.
El análisis deviene opaco, sin embargo, con la insurgencia del ejército zapatista, en enero de 1994 (el primer día de vigencia del TLC), y el posterior asesinato del candidato del PRI en marzo. Lo que resulta claro, a partir del único debate, transmitido por televisión en esa primavera, es que las dirigencias del PRI y PAN estaban coludidas para hacer que el votante de asfalto se opusiera por temor al candidato del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, a quien despojaron de su legítima victoria en 1988 (al menos a ojos de los votantes de asfalto en México y de los analistas internacionales). El resultado de la campaña del "voto del miedo" fue que un funcionario virtualmente desconocido del PRI ganó -o al menos así lo dijeron- las elecciones presidenciales en julio de 1994.
De manera que la estrategia del partido en el poder resulta clara: alejar al PRD de los votantes de las áreas rurales -incluyendo a los que viven expatriados en el este de Los Ángeles-, y atemorizar a la clase media para que vote en contra de cualquier candidato de izquierda.
Según informa el doctor Grayson, uno de los verdaderos logros del candidato actual del PRD es haber limpiado la visión y el número de electores potenciales del PRD más allá de los dogmas de la izquierda urbana. A su modo de ver, la meta no expresada del candidato del PRD es reinventar al PRI, pero con base en el rechazo de los valores neoliberales que han gobernado al PRI durante más de dos décadas. Así, pues, en este punto del argumento, surge una nueva e interesante interrogante: ¿el candidato del PRD (y también candidato de la coalición Por el Bien de Todos), ha podido articular un esquema político coherente que sea independiente del esquema neoliberal? De ser así, que nos expliquen cómo. De lo contrario, que nos expliquen por qué no.
El libro del doctor Grayson contiene material en bruto para una discusión más extensa y seria, en torno de esta y otras cuestiones. Por desgracia, sin embargo, en algún punto entre su escritorio al norte de Virginia y la imprenta en México, secuestraron el manuscrito y torturaron sus hallazgos, el tono del discurso y el análisis más allá de cualquier reconocimiento académico.
* La biografía de George Grayson sobre Andrés Manuel López Obrador
Mesías mexicano: biografía crítica de Andrés Manuel López Obrador (con la colaboración de Óscar Aguilar Ascencio). Grijalbo, 2006, 347 pp.
**George Baker fue el primer catedrático del Programa de Intercambio de Fullbright en la UNAM (1973-75). En Estados Unidos, ha tenido puestos académicos en distintas universidades de Maryland, California y Nuevo México. Actualmente es director de investigación en Energia.com, una compañía consultora con sede en Houston.
Traducción de Adrián Muñoz.
Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.
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domingo, mayo 21, 2006
EL ALCANCE DEL PAN SE LIMIRA A UN "VOTO DE ASFALTO".
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 11:20 a.m.
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