Se los dijimos: el PAN planea desestabilizar al país y asesinar a la población que se levante en protesta por el fraude electora que tienen planeado. Hoy lo confirma la revista PROCESO:
Las células secretas
El Ejército mexicano tiene células secretas antiterroristas con instrucciones de desplazarse “sobre cualquier estructura u organización” y “realizar las operaciones que sean necesarias” en caso de una amenaza, revela Proceso en su número 1436, de este domingo 9 de abril.
Tales unidades son “de alta confidencialidad”, y aunque se desconoce su número de efectivos, se sabe que están integradas por pequeños comandos entrenados para realizar actividades clandestinas y que tienen su base en la Sección 2ª del Ejército.
Proceso tuvo acceso a un documento: el Manual de contrainteligencia de 220 páginas, con sello de “confidencial” y elaborado por estrategas del Ejército mexicano, que sienta los principios de investigación, acción e intervención de células secretas antiterroristas, provistas de comandos entrenados en actividades clandestinas para identificar el espionaje de los grupos hostiles y hacerles frente “sobre cualquier estructura u organización”, destaca el reportaje que aparece este domingo 9 de abril en la edición 1436 de Proceso.
Reacado a nuestros lectores: si alguno de ustedes tiene acceso al artículo completo de PROCESO por favor envíenos el texto para publicarlo en el blog.
Es obvio que no hay ni habrá terrorismo en México. Estas células secretas no son para actuar contra terroristas, sino para matar a la población. Si hay un fraude electoral PRIANista, el 2 de Julio de 2006 será recordado como el nuevo 2 de Octubre.
No lo permitamos. POR FAVOR díganle a TODOS sus conocidos lo que está sucediendo. NO PODEMOS PERMITIR QUE EL PRIAN SE MANTENGA EN EL PODER. La vida de nuestros seres queridos corre peligro.
Una razón más para votar por el peje y por el PRD para el congreso en el 2006.
UPDATE:
A continuación el artículo completo de Proceso sobre las células secretas:
Las células Secretas
Por: jorge torres
Proceso No. 1536
Fecha: 2006-04-08
Un Manual de contrainteligencia, elaborado por estrategas del Ejército Mexicano con el sello de "alta confidencialidad", sienta los principios de investigación, acción e intervención de células secretas antiterroristas, provistas de comandos entrenados en actividades clandestinas para identificar el espionaje de los grupos hostiles y hacerles frente.
El Ejército Mexicano tiene células secretas antiterroristas con instrucciones de desplazarse "sobre cualquier estructura u organización" y "realizar las operaciones que sean necesarias" en caso de una amenaza.
Tales unidades son "de alta confidencialidad", y aunque se desconoce su número de efectivos, se sabe que están integradas por pequeños comandos entrenados para realizar actividades clandestinas y que tienen su base en la Sección 2ª del Ejército.
Proceso tuvo acceso a un documento elaborado por estrategas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) sobre las células militares antiterroristas que, junto con las unidades de contraespionaje, se enlazan con una "organización de contrainteligencia especializada" que busca "neutralizar la obtención clandestina de información" y hacer frente a la acción de grupos terroristas en territorio mexicano.
El documento es un Manual de contrainteligencia de 220 páginas, con sello de "confidencial", que puntualiza:
"La Secretaría de la Defensa Nacional dispone, en el sistema de inteligencia militar del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana, de los órganos de contrainteligencia que están en condiciones de aplicar las medidas activas de acuerdo con los requerimientos propios dentro del ámbito militar", así como de enfrentar "las actividades de espionaje, terrorismo y acciones encubiertas" que se presenten.
Los estrategas castrenses aseguran en ese documento que la estructura de los grupos de antiterrorismo y contraespionaje está diseñada para responder a las amenazas internas y externas de este tipo que se han manifestado en diversas etapas, y que una de sus principales labores consiste en "descubrir las redes de espionaje y terrorismo" que pudieran utilizar el territorio mexicano para la preparación o realización de sus planes.
La jurisdicción que otorga la doctrina militar a los grupos de contrainteligencia es amplia y se extiende a "todas las actividades que están ligadas con la defensa y la seguridad de la nación, y con la particular esfera de acción del sistema de inteligencia militar".
Los métodos
En la doctrina militar, las medidas activas de contrainteligencia "tienen un carácter eminentemente ofensivo" y son planeadas y ejecutadas por las unidades antiterroristas y de contraespionaje.
Al ser activadas, estas unidades emprenden "una extensa labor de detección e identificación" de indicios "que permitan deducir que existe o está en preparación una actividad de terrorismo"; actúan en forma constante y "no esperan a que el agresor intente realizar su acción, se adelantan para impedirla, minimizarla o neutralizarla".
Las unidades secretas de antiterrorismo y contraespionaje utilizan métodos "definidos y flexibles", y cuentan con permiso para operar "sobre cualquier estructura u organización en que el sistema de inteligencia adversario pretenda materializar su acción".
Los estrategas militares advierten en el Manual que los comandos terroristas y sus grupos de inteligencia crean "organizaciones fachada" y construyen "redes de informantes". Así mismo, que es necesario "emplear métodos y procedimientos acordes" a estas organizaciones para frenarlas.
Los servicios de inteligencia hostiles y los comandos terroristas, detallan, "conforman redes especializadas que actúan mediante acciones aparentemente aisladas y de efectos relativamente reducidos, pero que por acumulación van causando efectos mayores que contribuyen a alcanzar sus objetivos.
"Lo anterior obliga a realizar tareas de distinta intensidad y repercusión", aseguran, lo que implica la planeación de "extensas operaciones de contrainteligencia".
Dichas operaciones requieren de "la máxima rapidez en la ejecución" para sorprender a las organizaciones terroristas. "La rapidez, la variación de los métodos y el secreto de las operaciones son factores determinantes de la sorpresa".
"Operaciones de intervención"
"La contrainteligencia se materializa mediante la prevención, detección, identificación e intervención para impedir las actividades encubiertas y clandestinas", explica el Manual.
Las "operaciones de intervención" representan la fase final de una investigación y consisten en acciones especiales de las unidades secretas del Ejército y la Fuerza Aérea que, precisa el documento, reclaman la existencia de responsabilidades claras en la cadena de mando.
Las unidades secretas de contraespionaje y antiterrorismo, continúa, "disponen de sus propios órganos de búsqueda" de información para establecer mapas y listas "de personas que están realizando o van a realizar actividades de espionaje o terrorismo".
Y establece: "Cada investigación se convierte en un caso que se inicia con una orden dada por el órgano de contrainteligencia respectivo".
Antes de ejecutar una "intervención", las unidades antiterroristas y de contraespionaje estudian un informe de investigación preparado previamente por el sistema de inteligencia militar o por las propias unidades, y se plantean "formas de acción" que contribuyen a formular "el plan de operaciones", cuya ejecución "es evaluada y controlada por el comandante de la unidad".
Pero el Manual de contrainteligencia del Ejército Mexicano advierte que, en las operaciones encubiertas de las unidades antiterroristas y de contraespionaje, no es posible la obtención de información "a través de un solo hecho, sino relacionando una serie de pequeños acontecimientos aislados, individuales y a veces insignificantes".
Proceso intentó obtener una respuesta oficial de la Sedena en torno de la discrecionalidad con que está planteada la actuación de las unidades secretas antiterroristas y de contraespionaje del Ejército y la Fuerza Aérea, pero no fue posible ante el hermetismo de las autoridades castrenses
De nuevo: en México ni ha habido ni habrá terrorismo. Estas células NO están siendo entrenadas para matar terroristas sino para matar CIVILES. Esto forma del plan de PAN para desestabilizar al país y para someter a la sociedad por medio de la violencia. Lo que está haciendo ahora el PAN es el equivalente a lo que hizo Díaz Ordaz y Luis Echeverría el 2 de Octubre de 1968. Van mandar al ejército a asesinar a la población inconforme con el fraude electoral que planean para el 2 de Julio y luego van a pretender echarle la culpa a la izquierda.
No podemos permitir esto. Tenemos que asegurarnos de que el PRIAN NUNCA MÁS VUELVA A TENER EL PODER. Votemos por quien no tiene nexos por guerrilleros asesinos ni tiene nexos con la ultraderecha americana.
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