Esta nota del Universal lo dice todo. Expertos en política internacional ven con buenos ojos al peje. Léanla por favor:
Keohane: México, con AMLO, más cerca de Chile que de Bolivia
En América Latina hay de izquierdas a izquierdas, afirma el internacionalista. Opina que Estados Unidos puede trabajar muy bien con los de corte socialdemócrata. Le parece irracional querer criminalizar a ilegales. Los mexicanos, "a mediano y largo plazos, se integrarán a la sociedad de EU"
A Robert O. Keohane le gusta citar a Woody Allen, cuando le piden hacer un pronóstico. "No me agradan las predicciones, sobre todo aquellas que tienen que ver con el futuro", responde.
A pesar de lo anterior, Keohane, considerado uno de los principales internacionalistas del siglo XX, conversó con EL UNIVERSAL sobre el futuro de las relaciones de Estados Unidos y los nuevos gobiernos de izquierda en América Latina; el fenómeno de la migración en un mundo globalizado y, cómo no, la invasión estadounidense a Irak.
La trayectoria académica de Keohane es impresionante, y casi podría decirse que inició aun antes de que él naciera: sus padres se conocieron en la biblioteca de la Universidad de Berkeley, en California, y fruto de ese encuentro surgió un enlace matrimonial. Robert nació más tarde en Chicago, donde se crió. Actualmente es profesor de Asuntos Internacionales en la escuela Woodrow Wilson de la Universidad de Princeton, Nueva Jersey. Está casado con Nannerl O. Keohane, quien es también una destacada representante de la Ciencia Política.
Diferenciación
El mundo ha cambiado mucho desde la década de los 70, cuando Keohane publicó su ya clásico libro Poder e interdependencia. La política mundial en transición (escrito en colaboración con Joseph S. Nye). En ese libro anticipó un análisis sistemático del fenómeno que hoy se conoce como globalización.
En esa década, las dictaduras predominaban en América Latina, incluidas las que se estrenaron por entonces en el Cono Sur, y que en gran parte fueron diseñadas en Washington. Hoy en día, en cambio, los gobiernos de izquierda en la región no se pueden contar con los dedos de una mano, si acaso con los de ambas, pero "hay de izquierdas a izquierdas", y la actual administración del presidente George W. Bush sí está haciendo una diferencia entre unas y otras, en opinión de Keohane.
Un ejemplo de lo anterior es Brasil, con cuyo gobierno Estados Unidos tiene excelente relación.
"Brasil está promoviendo una mayor justicia social en un sistema que es profundamente injusto, uno de los más desiguales que hay en el mundo, pero lo está haciendo de tal modo que al mismo tiempo impulsa la democracia y el crecimiento económico, lo que es sumamente difícil y admirable."
Sin embargo, las políticas que sigue el gobierno brasileño no tienen mucho en común con las de otros gobiernos de izquierda en la región, como Venezuela o Bolivia. La diferencia entre unos y otros la cristaliza en dos conceptos: "Tener una política económica responsable" y "mantener la democracia".
La anterior administración de Bush no tenía en cuenta esa diferencia, al contrario de ésta. "Condy (la secretaria de Estado, Condoleezza Rice) lo está haciendo. Tiene una estrecha relación con (la presidenta de Chile, Michelle) Bachelet, que es socialista y es muy positiva respecto a Lula".
Otra cosa son las relaciones de Washington con el presidente Hugo Chávez, de Venezuela, o con Evo Morales, el mandatario de Bolivia, que para nadie es un secreto que son mucho más ásperas y difíciles. Claro que para el académico esta situación no depende de las personas y sería la misma, estuviera quien estuviera al frente de la Casa Blanca o del Departamento de Estado. Es una situación normal "frente a gobiernos que se mueven hacia el autoritarismo y que promueven una oposición sistemática a las políticas estadounidenses".
Así que en su opinión, el gobierno de Estados Unidos "no está cegado por la ideología" y "puede trabajar muy bien con los gobiernos de izquierda que son socialdemócratas y que tienen políticas económicas responsables y conservan la democracia, como lo está haciendo Chile". Y cree que de ganar las próximas elecciones, el candidato del PRD, Andrés Manuel López Obrador, "México seguirá más bien el camino de Chile o Brasil, que el de Bolivia, que es un país mucho más dividido y pobre con una sociedad menos desarrollada".
Keohane, considerado el académico de relaciones internacionales más influyente en la actualidad, según un sondeo publicado en 2005 por la revista Foreign Policy, estuvo en México la semana pasada. Vino a presentar el libro Interdependencia, cooperación y globalismo. Ensayos escogidos de Robert O. Keohane, editado por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), que recoge escritos de un periodo de casi 20 años.
Cuando se le pregunta sobre la invasión estadounidense a Irak, Keohane afirma que no considera que esté justificada, a diferencia de Afganistán, que es la respuesta específica a los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Considera que la existencia de lugares como la prisión de Abu Gharib, en Irak, y en la base naval estadounidense de Guantánamo, en Cuba, le causan a Estados Unidos "un gran daño que va a llevar muchos años poder reparar".
Y la lucha contra el terrorismo es, a largo plazo, "no sólo una cuestión militar o política, sino de valores", por lo que las violaciones a los derechos humanos que se cometen o han cometido en esos lugares son muy perjudiciales para EU. "Incluso si quienes están ahí retenidos fuesen culpables, si se les liberara, el daño que podrían causarnos es menor que el que nos hacemos a nosotros mismos", comenta.
Un submundo
Pese a su alergia a la futurología, Keohane accedió a conversar sobre la posibilidad de que se apruebe el proyecto de reforma migratoria que decidirá la suerte de unos 12 millones de residentes ilegales en Estados Unidos, la mitad de ellos mexicanos.
De entrada, le parece irracional que se intente criminalizar a 12 millones de personas, creando un submundo de ciudadanos de segunda clase, tal y como lo pretende la propuesta del representante James Sensenbrenner.
Prefiere la propuesta del Senado, que tiene un enfoque más humanitario que represivo.
En contra de su colega Samuel P. Huntington, autor de La lucha de las civilizaciones y del controvertido libro Quiénes somos, en el que afirma que el desafío más inmediato y serio a la identidad tradicional estadounidense son los migrantes que vienen de América Latina y, muy concretamente, de México, Keohane piensa que a mediano y largo plazos no habrá problema para que éstos se integren a la sociedad de Estados Unidos.
"Los migrantes que llegan a Estados Unidos (de América Latina) tienen básicamente una orientación cultural similar. Además, es evidente que quienes llegan de México tienen una firme actitud de trabajo y una sólida estructura familiar, por lo que a la larga no tendrán problemas para integrarse", comenta.
Por cierto que en el sondeo de Foreign Policy, que encabeza Keohane como el internacionalista más influyente, Huntington queda en cuarto lugar, lo que viene a ilustrar el dicho según el cual no es lo mismo la fama que el prestigio.
NINGÚN experto en política exterior que sepa de lo que habla y que tenga credibilidad ha dicho NADA positivo sobre fecal.
Por favor reenvíen esta nota a cuantas personas puedan.
Una razón más para votar por el peje y por el PRD para el congreso en el 2006.
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