Ricardo Raphael escribe en el Universal:
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Ricardo Raphael
24 de marzo de 2006
Mezquindad consumada
ES descorazonador y hasta atemorizante que el golpe de Televisa sobre el Estado mexicano se vaya a perpetrar finalmente. En noviembre pasado esta empresa logró lo imposible: sacar por unanimidad en la Cámara de Diputados una reforma a las leyes de telecomunicaciones y de radio y televisión que ellos, y sólo ellos, elaboraron. Ahora han logrado hacer lo mismo en la Cámara de Senadores: doblegar a los legisladores para que aprueben, sin tocarle una sola coma, una minuta impresentable.
Resulta necesario para la salud de la República exhibir la saga protagonizada por la principal empresa televisora mexicana y en cuyo reparto también se incluyó a una buena parte de nuestra clase política.
Este asunto comenzó cuando Santiago Creel, todavía secretario de Gobernación, le regalara a Televisa una serie de permisos para juegos y sorteos que serían transmitidos a través de la televisión. Los directivos de esta empresa tomaron conciencia, sin embargo, que no podrían lanzar los nuevos canales de apuesta si no se realizaba una reforma a la ley en la materia.
Para resolver su pequeño problema elaboraron una iniciativa que entregaron a su antiguo empleado de la filial de Televisa en el estado de Chihuahua, el diputado Manuel Lucero Palma. Gracias a una operación relámpago y sospechosamente eficaz, la Comisión de Telecomunicaciones de la Cámara Baja discutió por sólo 15 minutos la aprobación de tal iniciativa. Luego se pasó al pleno donde Pablo Gómez pidió dispensa para su lectura y discusión. Luego, la reforma pasó por unanimidad.
Más tarde, durante la primera quincena de diciembre pasado, en el Senado se pretendió proceder de la misma y expedita manera. Sin embargo, ocurrió un percance en el camino. Un grupo muy nutrido de la sociedad, entre quienes se encontraban José Woldenberg, Raúl Trejo Delarbre, Federico Reyes-Heroles, Germán Dehesa, Mauricio Merino y un largo etcétera de más de cien personas, pidió al Senado que se tomaran la cosa con calma. Que reflexionaran con pausa y mesura antes de cometer un error tan irresponsable como el ocurrido en la Cámara de Diputados.
A regañadientes, los senadores aceptaron abrir la minuta a debate; 46 expertos en la materia acudieron a las audiencias hipócritamente orquestadas por la comisión senatorial de Comunicaciones y Transportes para exponer su punto de vista. Pasaron por ahí consultores privados, académicos, científicos, líderes en el mundo del trabajo, radiodifusores independientes, radios comunitarias, ex funcionarios, y un buen número de organizaciones sociales.
Durante las citadas sesiones, 74% de las voces se expresaron nítidamente en contra de la minuta y sólo 26% (12 personas) hablaron a favor. De entre quienes la aplaudieron, cuatro de ellos eran funcionarios de la CIRT (organismo, ahora queda confirmado, a las órdenes de Televisa) y seis consultores privados amigos de la televisora.
También fueron simuladamente atendidas aquellas instituciones del Estado mexicano afectadas por la reforma. Eduardo Pérez Mota, presidente de la Comisión Federal de Competencia (Cofeco), entregó un dictamen en el cual se explicitaba que la minuta generaría barreras artificiales que terminarían afectando severamente al mercado.
Jorge Arredondo, a la sazón presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), les advirtió a los senadores que esta minuta atentaba contra la rectoría que el Estado ha de mantener sobre el uso eficiente del espacio radioeléctrico. El Instituto Federal Electoral, por su parte, señaló que la reforma era contradictoria con el artículo 79 del Cofipe, puesto que autorizaba a los candidatos, y no sólo a los partidos, comprar publicidad política en radio y televisión.
En resumen, sólo los amigos de Televisa avalaron la minuta, mientras que el resto de los consultados confirmaron que esta reforma no sólo era insuficiente sino que apuntaba en la dirección equivocada.
Así las cosas, en toda democracia medianamente seria, cualquier senador que se tuviera algo de respeto por sí mismo y que considerara su dignidad como algo relevante, habría concluido en la necesidad de modificar el texto enviado por los diputados. Sobre todo después de que 100 legisladores de la Cámara Baja devolvieron al Senado una carta de arrepentimiento por lo que hubieran hecho en noviembre pasado.
Pero no contábamos con la astucia de Televisa. Esta empresa logró convencer a Roberto Madrazo Pintado y a Felipe Calderón Hinojosa, candidatos a la Presidencia por el PRI y por el PAN, de que para contar con su apoyo durante esta contienda electoral habrían de convencer a sus bancadas en el Senado de que aprobaran la mezquinísima minuta.
El fin de esta saga ocurrió esta semana en que -paradojas de la historia-, andábamos celebrando al benemérito. El respeto al derecho ajeno quedó pisoteado cuando funcionarios de Televisa le enseñaron a Madrazo la enorme cuenta que aún les debe por su desbordada campaña publicitaria. No fue necesario más: a excepción de muy pocos como Manuel Bartlett, el resto de los senadores se plegaron a la línea que les dictó su candidato a la Presidencia.
Luego sobrevino la presión sobre Calderón, a quien aseguraron un trato amable en la pantalla chica a cambio de que convenciera a sus senadores. Así fue como Manuel Espino, enviado especial del candidato de la derecha, se presentó sorpresivamente en la reunión de emergencia que los senadores panistas celebraron el pasado miércoles por la tarde.
Espino les comunicó la importancia que su voto representaría para el abanderado albiazul, y lo demás fue cantar y cocer. Se sustituyeron en la Comisión de Telecomunicaciones a casi todos los senadores panistas que estaban en contra de la minuta, quedando Javier Corral, quien se rehusó a ser expulsado de ese sitio, como el último de los mohicanos.
El próximo martes habremos de leer el epílogo donde Televisa terminará por demostrarle, no sólo al Senado sino a la Nación entera, el enorme poder que posee. Ese día los mexicanos habremos de confirmar nuestro estado de indefensión frente a los poderosos. Hay tiempos, como éstos, en que uno siente al México digno y respetable muy lejos de llegar a serlo. Hay días, como éste, en que uno se siente burlado por nuestra incipiente democracia.
Analista político
Está muy claro, a Madrazo televisa le descuenta su abultado adeudo que tiene con la empresa.
Y FeCal, bueno FeCal, ya vimos que hoy en la tarde se quiso deslindar, pero en este artículo que escribe Raphael, nos dice muy claramente que FeCal mandó a Espino a negociar a cambio de publicidad para su campaña. Por lo tanto FeCal queda como lo que es, un tramposo cínico, desvergonzado, hipócrita y mentiroso. !Y este par de ojetes quieren ser presidentes de México.!
Por eso es muy importante no darle ni un voto al PRI. y ni un voto al PAN, ni para diputados ni senadores.
Por eso es mas importante darle nuestro voto a AMLO y a la mayoría perredista para el Congreso.
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viernes, marzo 24, 2006
MADRAZO A CAMBIO DE DEUDA, FECAL POR PROPAGANDA.
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 10:06 p.m.
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