Veamos esta nota del Universal.
Paralizan inmigrantes Los Angeles con megamarcha.
EFE El Universal Washington Sábado 25 de marzo de 2006.
No satisface a miles de indocumentados, que protestan en todo el país, la reforma migratoria que defiende el presidente Bush, y su plan de trabajadores huéspedes.
13:10 La reforma migratoria que defiende el presidente de EU, George W. Bush, y su plan de trabajadores huéspedes no es suficiente para los inmigrantes que protestan en todo el país y que hoy protagonizan una “megamarcha” en Los Angeles.
“EU es una nación de inmigrantes pero también somos una nación de leyes”, dijo hoy Bush en su habitual discurso radiofónico de los sábados y en un nuevo intento de aplacar los ánimos ante el polémico debate sobre inmigración que se iniciará el próximo lunes en el Senado.
Es un debate que el propio Bush califica de “emotivo” y que no sólo ha provocado las protestas de los inmigrantes que viven en EU, en su mayoría hispanos, sino que también ha generado divisiones en la clase política, incluso en las filas republicanas.
El presidente quiere que la discusión se haga de forma civilizada, sin enfrentamientos ni tensiones, y que tenga en cuenta el programa de trabajadores huéspedes que defiende su administración, como medida destinada a aliviar la presión en las fronteras.
“Una reforma de inmigración global requiere un programa de trabajadores temporales”, añadió en alusión a un plan que permitiría a los inmigrantes tener un permiso temporal para realizar los trabajos que no quieren hacer los estadounidenses y permanecer en EU de forma legal durante el tiempo en que estén haciendo ese trabajo.
Hay que tener en cuenta, añadió, que “hay personas haciendo trabajos que no harían los estadounidenses y que están contribuyendo a la vitalidad económica de nuestro país”.
Esas personas han querido demostrar a la administración estadounidense hasta qué punto es importante su contribución, con paros convocados en algunos estados del país de forma paralela a protestas multitudinarias en las que denuncian que no es suficiente el programa de trabajo temporal que les ofrece el Gobierno.
Las organizaciones de defensa de los inmigrantes, unidas a asociaciones económicas, sociales y religiosas, llevan varios días organizando manifestaciones en distintas ciudades con lemas como “No somos el problema, somos la solución” para exigir una reforma amplia y justa.
Hoy es la ciudad de Los Angeles el escenario elegido por miles de inmigrantes para reivindicar sus derechos en una “megamarcha” en la que, según las organizaciones convocantes, se prevé la participación de hasta medio millón de personas.
Las calles del centro de la ciudad están ya abarrotadas de manifestantes que, rodeados por una fuerte presencia policial, portan banderas de sus países de origen y pancartas en las que se pueden leer eslóganes como “EU se hizo con los inmigrantes” o “Por una protección igualitaria”.
De esta forma, pretenden frenar algunas de las propuestas legislativas que ya están sobre la mesa del Congreso y que proponen medidas como criminalizar la permanencia ilegal en el país, imponer nuevas penas a quienes den trabajo a los ilegales o levantar una barrera o muro a lo largo de una gran parte de la línea fronteriza con México.
Los autores de estas propuestas insisten en que el objetivo fundamental de la reforma debe ser garantizar la seguridad fronteriza y temen que el plan de trabajadores temporales que defiende el Gobierno pueda convertirse en una especie de amnistía para los alrededor de 12 millones de indocumentados que viven en territorio estadounidense.
El presidente dejó muy claro hoy, sin embargo, que son temores infundados al afirmar que “ conceder una amnistía sería injusto porque permitiría a quienes incumplen la ley adelantarse a gente que cumple las reglas ” para lograr la ciudadanía.
En su opinión, “EU no tiene que elegir” entre ser una sociedad acogedora y que al mismo tiempo haga que se cumplan las leyes, porque “podemos ser las dos cosas al mismo tiempo”.
México, sin duda el país que se verá más afectado por la reforma que apruebe Washington, no apoya algunas de las medidas que se barajan, aunque sí está de acuerdo con EU en la necesidad de reforzar la seguridad de la frontera.
Es un asunto que abordaron el viernes la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y el canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, en la Comisión Binacional EU-México y que también formará parte de la agenda de la reunión trilateral entre Bush, el presidente mexicano Vicente Fox, y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, en Cancún la próxima semana.
Y aquí en Tamaulipas, Fecal se cuelga de la nota, fiel a su costumbre. Y exige:
Exige Calderón a EU frenar ley migratoria.
Notimex El Universal Reynosa, Tamaulipas Sábado 25 de marzo de 2006.
El candidato panista a la Presidencia externó su solidaridad con los migrantes, particularmente mexicanos, que viven en ese país: califica de irracional la legislación estadounidense.
15:13 El candidato presidencial del PAN, Felipe Calderón Hinojosa, hizo un llamado a los congresistas de Estados Unidos para que frenen la “ irracionalidad ” de la ley Sensenbrenner, que va contra los derechos de los migrantes.
En entrevista al término de un mitin en el auditorio de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, se comprometió a trabajar para evitar que los mexicanos se vayan del país en busca de mejores condiciones económicas.
Asimismo, expresó su solidaridad con los migrantes, particularmente mexicanos, que viven en Estados Unidos “ y desde México hago un exhorto, un llamado a los congresistas norteamericanos para que detengan esa irracionalidad ” .
El aspirante del Partido Acción Nacional (PAN) sostuvo que los migrantes no son criminales, sino personas que buscan mejores condiciones de vida, y además contribuyen con la economía estadounidense.
Durante el mitin propuso la creación de un sistema único de información criminalística para abatir la delincuencia en el país, y sobre todo en la zona fronteriza.
Calderón Hinojosa explicó que se integraría en una sola base de datos toda la información de policías, ex policías, delincuentes convictos y ex convictos, modus operandi, vehículos que utilizan, y toda la información que la sociedad posee, pero tiene miedo de proporcionar.
Expresó que dicho sistema garantizaría el anonimato de quienes ofrezcan información para el combate al narcotráfico y narcomenudeo, además de que estaría acompañada de un programa de prevención de las adicciones.
Y AMLO dijo esto el 21 de Marzo en Ciudad Juarez:
Martes 21 de marzo de 2006.
Se inspirará la política mexicana en el principio juarista de no intervención, puntualiza López Obrador.
Palabras del candidato a la Presidencia de la República por la coalición “Por el bien de todos”, Andrés Manuel López Obrador, en el Bicentenario del natalicio de don Benito Juárez García Ciudad Juárez, Chihuahua.
Hemos escogido esta memorable fecha y este histórico lugar Paso del Norte, ahora Ciudad Juárez, para dar a conocer los lineamientos centrales de la política exterior, que pondremos en práctica al ganar la elección presidencial y conducir el próximo gobierno de la República.
Como es sabido, durante la invasión francesa a nuestro país, el Presidente Benito Juárez García, luego de peregrinar por el territorio nacional, estableció aquí los poderes de la República para organizar y dirigir la resistencia y defender la soberanía nacional.
El 17 de junio de 1866, tras once meses de estancia en Paso del Norte, el Presidente Juárez emprendió el regreso a la capital del país para remachar el triunfo liberal y consumar la segunda Independencia de México. Desde entonces, los liberales hicieron valer el derecho de México a gobernarse con independencia de la voluntad y el poder de los otros. Con la derrota de los conservadores y del imperio, el país conquistó con energía y dignidad su derecho indiscutible de soberanía.
Más tarde, en nuestra Constitución se establecieron los principios rectores de la política exterior. Estos principios son el fruto de nuestra historia y de nuestro sentir nacional, además, tienen plena vigencia.
Por eso, me comprometo a poner en práctica los siete principios rectores de nuestra política exterior, establecidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, no sólo por apego a la legalidad, sino por convicción:
Creo en el principio de la autodeterminación de los pueblos, porque guarda relación estrecha con la soberanía nacional, pero además, se remonta a nuestra proclamación de Independencia y a la voluntad del pueblo mexicano de determinar libremente su destino.
Soy partidario del derecho de toda comunidad nacional a elaborar su propio modelo de régimen económico, político y social y a seguir su propio camino.
Creo en el principio de la no intervención porque el postulado de que ningún estado intervenga en los asuntos de otro Estado, es un deber internacional, marcado por la historia y arraigado en la conciencia de los pueblos. Este principio no es negociable. Escapa a la lógica de la fuerza y se rige por la lógica de la moral.
Sin embargo, este principio fundamental no contradice nuestro compromiso con la democracia y los derechos humanos. Por el contrario, la historia nos demuestra que la democracia sólo puede ser instaurada por un esfuerzo político local, y que los caminos para hacer realidad la democracia y los derechos humanos, nunca han sido la imposición por la fuerza.
Creo en el principio de la solución pacífica de las diferencias, porque estoy convencido de que nuestra conducta internacional debe someterse a la solución pacífica de las controversias. Este principio es afín a la carta de las Naciones Unidas que obliga a todos los Estados a no poner en peligro la paz y la seguridad internacional. Creo en el principio de la prohibición de la amenaza o uso de la fuerza porque sostengo que la posición de México al rechazar el uso indebido de la fuerza ha sido uno de nuestros mayores logros.
Siempre hemos acompañado con un voto favorable las resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas en las que se ha condenado el uso de la fuerza por un Estado o un conjunto de Estados contra otro. Además este principio también guarda plena coherencia con la Carta de las Naciones Unidas que proscribe el uso de la fuerza unilateral al señalar que “los miembros de la organización en sus relaciones internacionales se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado”.
Creo en el principio de la igual jurídica de los Estados, porque la esencia de la política exterior mexicana es la defensa del derecho internacional y porque el fundamento del derecho internacional es la igualdad jurídica de los Estados. ”Para bien de las relaciones internacionales es preciso que la fuerza de los intereses de los Estados encuentre su respaldo en la legitimidad de sus causa y no en el poderío de su fortaleza económica o militar”.
Creo en la cooperación internacional para el desarrollo, porque tengo la convicción de que en el actual orden económico mundial, debe prevalecer la cooperación por encima de la integración. Las naciones con mayor grado de desarrollo económico deben establecer preferencias y ayudas a las naciones con menor grado de desarrollo económico. Inclusive, considero que este principio no debe reducirse a la actividad económica; debe abarcar a la sociedad, la cultura y a la condición humana.
Creo que la cooperación internacional para el desarrollo debe promover el respeto y los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales sin distinción.
Creo en el principio de la lucha por la paz y la seguridad internacionales, porque estoy convencido también de que México debe mantener siempre una posición a favor de la paz. Desde 1945, nuestro país no ha participado en ningún conflicto armado. Este principio nos ha permitido apoyar el desarme mundial y oponernos a la carrera armamentista. El Tratado de Tlatelolco de no proliferación de las armas nucleares en América Latina es y seguirá siendo hoy, más que nunca, una aspiración universal para mantener la paz como un valor esencial.
Las características de nuestra política exterior La política que aplicaremos para hacer valer los principios constitucionales, tendrá las siguientes características:
1. La política exterior será la extensión de la política interna. O dicho de otra manera: la política exterior se sustentará en el fortalecimiento de la política interna. Estoy convencido de que si las cosas funcionan en el país, y hay desarrollo y estabilidad política, con justicia y democracia, seremos respetados en el mundo.
2. Es conveniente optar por una política exterior mesurada, sin asumir posiciones protagónicas que no llevan sino al descrédito y a la incongruencia. El respeto al principio de no intervención también nos obliga a ser prudentes.
3. Pero no hacer una política exterior protagónica no significa pasividad o aislamiento. En un mundo globalizado, es imprescindible estar atentos y participar en la solución de los grandes problemas de la humanidad, pero nuestra actuación debe llevarse a cabo en los organismos internacionales. Por ejemplo, desde fines de la Segunda Guerra Mundial, la ONU resumió los intereses de la comunidad internacional; es decir, problemas de la seguridad colectiva; el desarme; el colonialismo y las obligaciones y los derechos de los Estados. En este ámbito es donde debemos participar, apoyados en la experiencia y la creatividad de nuestra diplomacia, en busca de soluciones que propicien una globalización más equitativa e incluyente.
4. Mantendremos relaciones de amistad y cooperación con todos los pueblos y gobiernos del mundo; buscaremos una mayor integración económica y comercial con América Latina y el Caribe; y siempre procuraremos diversificar nuestra política exterior, tanto en el marco del libre comercio, como en la búsqueda de un orden internacional construido entre todos y en el que globalización no quiera decir hegemonía.
5. Hago el compromiso formal de apoyarme en la diplomacia mexicana para la conducción de las relaciones con el exterior. La buena tradición de México en materia de política internacional y de su servicio exterior de carrera, ha permitido la formación de diplomáticos que saben hacer valer los principios constitucionales mediante la negociación, los buenos oficios, la mediación y la conciliación de todos los intereses.
La relación con Estados Unidos.
La relación con el gobierno de los Estados Unidos de América debe ser de mutuo respeto y colaboración. No sólo nos unen 3 mil kilómetros de frontera sino también vínculos históricos, culturales, económicos, comerciales y de amistad. Se trata, ni más ni menos de la relación bilateral más intensa del mundo. Aunque existen otros asuntos, el principal tema de la agenda con el gobierno estadounidense tiene que ser la migración.
Los flujos migratorios masivos y el creciente rechazo en la frontera constituyen una de las principales fuentes de fricción entre las dos naciones. Por ello, hoy más que nunca es necesaria la cooperación entre ambos gobiernos para buscar soluciones de fondo que atemperen el fenómeno migratorio. Asimismo, debemos evitar, en todo momento y ante cualquier circunstancia, la violación de los derechos humanos y laborales de mexicanos que, por necesidad, cruzan la frontera para trabajar en Estados Unidos.
Hay que empezar por reconocer que los flujos migratorios masivos son la prueba del fracaso de la política económica mexicana en los últimos veinte años y, por eso mismo, hay que transformarla, para evitar que nuestros compatriotas sigan abandonando nuestro país. Pero sobre todo, insisto una vez más, debemos buscar un acuerdo de cooperación con Estados Unidos para aminorar la tendencia a la migración mediante programas que impulsen el desarrollo nacional.
Mis compromisos con Ciudad Juárez .
Un caso que sirve de ejemplo para entender y definir la política migratoria de nuestro país es, precisamente, el de Ciudad Juárez y otras ciudades fronterizas. En los últimos tiempos, el crecimiento poblacional de Ciudad Juárez ha sido desproporcionado. La ciudad ha crecido de manera anárquica doce veces en cuatro décadas.
Tan sólo del 2000 a la fecha, la población pasó de 1 millón 218 mil a 1 millón 400 mil, sin tomar en cuenta a la población flotante con un estimado de 250 mil personas. Hoy, uno de cada dos habitantes de Ciudad Juárez proviene de otro lugar del país.
Como es lógico, este crecimiento desmedido ha producido un grave rezago de servicios urbanos. La mitad de sus calles no tienen pavimento; hay colonias sin luz, sin agua, sin alcantarillado y sin servicios de recolección de basura; sin escuelas, sin centros de salud y con viviendas construidas de manera precaria.
La ciudad enfrenta problemas ambientales por tolvaneras y por acumulación de llantas en calles, azoteas y lotes baldíos. Sólo hay 8 bibliotecas municipales mal equipadas y falta infraestructura cultural. Además y, por si fuera poco, Ciudad Juárez padece de serios problemas de inseguridad, de sobrepoblación y hacinamiento en los reclusorios; de consumo y tráfico de droga y de violencia en general.
Es cierto que hay oferta de empleos, aunque sean mal pagados en las maquiladoras, pero no existen condiciones mínimas de bienestar; es decir, hay crecimiento pero no hay desarrollo.
Como es obvio, estos graves problemas no se generan sólo en Ciudad Juárez; se originan, en buena medida, porque en casi todo el país, las actividades productivas están en ruinas y la gente no tiene trabajo. De ahí que, cada vez más, miles de mexicanos estén abandonando sus comunidades para emigrar a Estados Unidos y, muchos de ellos, se quedan en las ciudades fronterizas.
La prueba más contundente del fracaso de la actual política económica es la falta de empleos. Por eso, millones de mexicanos han tenido que emigrar al extranjero. Nada más en lo que va del gobierno de Vicente Fox, han abandonado el país, por necesidad, más de 2 millones de trabajadores.
De ahí que nuestro principal compromiso, al llegar a la Presidencia de la República, será reactivar la economía para generar los empleos que demanda la población. El objetivo es que nadie tenga que abandonar a su familia, a su pueblo, a su región y al país y para conseguir trabajo y vivir con dignidad.
Debe quedar claro que, si no hay crecimiento en la economía y generación de empleos en México, no se podrá enfrentar el fenómeno migratorio. También debe quedar claro a nuestros vecinos, que nada se resolverá con la construcción de muros ni con mayor patrullaje fronterizo, ni con leyes más severas o con amenazas de mano dura. Todas estas medidas, sólo provocarán más violaciones a los derechos humanos y más conflictos en la relación bilateral entre los gobiernos.
Desde aquí sostengo que, al llegar a la Presidencia de la República, voy a proponer al gobierno de Estados Unidos un acuerdo migratorio que contemple la generación de empleos en México y, al mismo tiempo, considere, la legalización de los mexicanos que por necesidad y pobreza, se han exiliado en Estados Unidos. Vamos a convencer a las autoridades estadounidenses de que la mejor política, entre una economía fuerte y una débil, no es la construcción de muros, sino la cooperación para el desarrollo de México.
En tanto esto suceda, desde el inicio de mi mandato, convertiremos a los 45 consulados que México tiene en Estados Unidos, en procuradurías para la defensa de los mexicanos que viven y trabajan en los Estados Unidos; es decir, protegeremos a nuestros paisanos del maltrato, la discriminación y la violación de sus derechos humanos.
En cuanto a Ciudad Juárez, hago el compromiso de implementar, desde el gobierno federal, con la participación de los gobiernos estatales y municipales, un programa integral de desarrollo para toda la zona fronteriza de México con Estados Unidos.
De manera particular, reitero, me comprometo a combatir a fondo la impunidad. Desde el 1 de diciembre, cuanto tome posesión del cargo de Presidente de la República, voy a solicitar a la Comisión Nacional de Derechos Humanos una recomendación para evitar, esclarecer y castigar los crímenes de mujeres en Ciudad Juárez.
Amigas y amigos:
En este histórico día insisto que nuestro país necesita una transformación profunda. México ya no aguanta cambios cosméticos. Nuestro país sólo podrá salir adelante si llevamos a cabo una renovación tajante, una verdadera purificación de la vida pública. Además, es necesario cambiar la actual política económica, la forma de hacer política y establecer una convivencia social más humana e igualitaria.
El día de hoy, que conmemoramos el bicentenario del natalicio del Presidente Juárez, considero que el mejor homenaje, entre muchos que debemos rendirle, es emular su ejemplo de patriotismo, apego a principios, sobriedad, honestidad y austeridad republicana. Hago el compromiso con todos los mexicanos de guiarme siempre por el ejemplo de dignidad del mejor Presidente que ha tenido México en toda su historia.
Que igualitos: FeCal no le llega ni siquiera a la suela de sus zapatos a AMLO.
Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.
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sábado, marzo 25, 2006
LA RAZA SE MUEVE EN USA.
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 5:56 p.m.
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