Gerardo Unzueta
25 de marzo de 2006
Otro clavo ardiendo.
¡ QUÉ difícil situación la de Roberto Madrazo y Felipe Calderón! Una tras otra sus tácticas de campaña fracasan; uno tras otro desfilan los equipos de campaña por su incapacidad para sacar "del hoyo" las candidaturas; por consejo de los nuevos jefes de campaña se cambian los lemas con que se invita a la población a votar azul o tricolor; desde las páginas de los rotativos más importantes, destacados "líderes de opinión" los exhortan a abandonar toda molicie o decencia, para embestir, sin pulcritud alguna, contra el puntero de las encuestas.
Pero nada cambia el estado de cosas: Madrazo pasa del tercer lugar al segundo y de éste al tercero, idéntico papel juega Felipe, y cada vez se amplía más la distancia entre la intención de voto: (¿si hoy fueran las elecciones por cuál candidato votaría usted?) Por Andrés Manuel López Obrador, 40%; por uno de ellos, a veces 28 y otras 30%.
Los personajes principales de los medios de difusión -López Dóriga, Denisse Maerker, Loret de Mola- han encontrado motivo de diversión en constatar que apenas López Obrador lanza una propuesta o compromiso, los otros dos dan su respuesta precedida de todos los calificativos posibles: "ignorante", "torpe", "destructor", "autoritario", etcétera, pero siempre siguiendo al Peje, que se ha convertido en el promotor de la agenda de todas las demás campañas.
En una infrecuente manifestación colectiva de objetividad, los locutores y comentaristas de Televisa admitieron en la emisión Tercer Grado que la opinión popular ya trata al candidato López Obrador como el triunfador y quien será electo Presidente de la República.
1. Por su parte, el candidato de la coalición Por el Bien de Todos, después de chachalaquear a sus adversarios, entre ellos el presidente Fox, dada su actividad propagandística de Felipe Calderón, ha decidido continuar su paso de gira con propuestas: baja de precios en el gas, la gasolina y la electricidad, pensión universal a los hombres mayores de 70 años y revisión de las pensiones de privilegio para funcionarios como los ex presidentes de la República, la formulación de un programa de desarrollo social para atacar la pobreza en las ciudades y en el campo, combate a la corrupción, cumplimiento de los Acuerdos de San Andrés para reconocer los derechos de los pueblos indios, la generación de empleos dentro de un esquema de reactivación económica, y todos aquellos postulados que constituyen un nuevo proyecto de nación.
Mas el fenómeno característico de las últimas semanas ha consistido en que los candidatos ocupantes del segundo y tercer lugar, alternativamente, han pasado a desatar una ofensiva contra López Obrador con la esperanza de disminuir su ventaja. Dentro de tal estrategia se encuentra el intento de inventar una relación de la campaña de Andrés Manuel con el gobierno de Venezuela.
En este propósito han llegado, incluso, a imponer un punto de acuerdo en la Cámara de Diputados exhortando "a las secretarías de Gobernación y de Relaciones Exteriores, a la Procuraduría General de la República y al Instituto Federal Electoral a que investiguen la presunta injerencia del gobierno de Venezuela en México a favor de la candidatura de Andrés Manuel López Obrador y su vinculación con grupos subversivos".
2. La "materia" de ese intento es un reclamo de Hugo Chávez por el uso de su imagen en un spot panista al lado de López Obrador, con el propósito, según el PAN, de mostrar dos políticos autoritarios. En ese reclamo el presidente venezolano decía: "Por allá en México, hace unos días, también la derecha mexicana, a través de una cuña (espacio) de televisión, utiliza mi imagen y la mentira para tratar de frenar el ascenso de la izquierda mexicana y de su candidato a la Presidencia, Andrés Manuel López Obrador". Y nada más.
Es evidente que ello no merecería atención si no hubiera desde hace tiempo el propósito de relacionar al gobierno venezolano con la campaña de López Obrador. La multiplicación de la "propaganda negra", como la calificó Pablo Gómez en la Cámara de Diputados, se nutre de un libelo provocador publicado los días 8 y 9 de marzo, en el cual -bajo la firma del reportero Francisco Reséndiz- dice "que existen 10 centros donde operan células bolivarianas, algunas supuestamente vinculadas a grupos armados como el EPR y el ERPE -de México- y que estas células bolivarianas reciben dinero de la embajada de Venezuela, que se utiliza para financiar la campaña electoral de Andrés Manuel López Obrador".
3. Esta infamia ya fue refutada el pasado 19 de marzo por el dirigente político trotskista Édgar Sánchez, toda vez que se denuncia como uno de esos centros el domicilio de su partido: el Partido Revolucionario de los Trabajadores.
No obstante el PRIAN -en uno de sus actos conjuntos- lo usa como elemento para afirmar que la campaña de Andrés Manuel López Obrador forma parte de una conspiración para integrar a México a "un eje autoritario de América Latina" junto a mandatarios "con el mismo perfil de duros, represores y autoritarios", como Fidel Castro en Cuba y Hugo Chávez en Venezuela.
Una argucia para dar base al "voto del miedo", puesto que no han encontrado otra forma de contener el crecimiento de la decisión del pueblo de impulsar una candidatura que, al triunfar, represente un verdadero cambio en el rumbo de la nación. Pero también es un clavo ardiendo del que se prenden para seguir en la pelea. Serán quemados. Su destino, un ardiente ridículo.
Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.
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sábado, marzo 25, 2006
DON GERARDO UNZUETA EN EL UNIVERSAL.
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 2:02 p.m.
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