Un pésimo vendedor

Por: Eduardo Ibarra Aguirre

Oficialmente denominada Iniciativa Mérida, el Plan México -inspirado en el desastroso Plan Colombia- fue propuesto a George Walker Bush por Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.

La anterior revelación la hizo Patricia Espinosa Cantellano a los legisladores Roberto Martínez Badillo y José Alfonso Suárez del Real y Aguilera, y éstos a La Jornada (15-XI-07, p. 3).

Es bien sabido que la verdad puede ser tergiversada y hasta ocultada durante mucho tiempo a una nación completa, pero nunca para siempre. Esta premisa adquiere mayor valor con la secretaria de Relaciones Exteriores que a trompicones y pedacitos exhibe, involuntariamente, a su jefe como un pésimo vendedor de porciones de la capacidad de autodeterminación del Estado mexicano, a cambio de recibir 500 millones de dólares de la Casa Blanca durante 2008, previa anuencia del Poder Legislativo, estadounidense por supuesto.

El monopolista del protagonismo político en la tragedia de Tabasco, gracias a los costosos oficios para el erario del duopolio televisivo y el oligopolio radiofónico y que afortunadamente concluyen hoy, cometió el error de no consultar al distinguido historiador y mejor empresario cultural que sugirió a Vicente Fox Quesada vender el voto de México en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas para respaldar la invasión de Estados Unidos a Irak.

Si de integrarse a los planes geopolíticos del imperio se trata, no pareciera mucho pedir que el hombre hermanado con el petrolero tejano por el origen incierto de sus mandatos en las urnas, pensara más y mejor en las ventajas que va a obtener para México, y menos como su antecesor y Ernesto Zedillo Ponce de León, “dos esforzados y audaces embajadores de Estados Unidos en México, porque trabajaron de tiempo completo y con mucho entusiasmo a favor de sus intereses y le entregaron a ese país más de lo que les pidieron”, como asegura Humberto Hernández Haddad a Forum (número 172, XI-07).

Con un presupuesto a ejercerse en 2008 por 2.5 billones de pesos y reservas por 75 mil millones de dólares, suena a venta de remate de porciones de la soberanía nacional, el plan que le propuso el michoacano derrotado el domingo 11 por tercera vez en las urnas tarascas, al principal inquilino de la Casa Blanca, cuando éste va de salida y se encuentra sellado por el descrédito, la descomposición política y el rechazo global.

Nota completa aquí