DE MARCELA GOMEZ
nota original
Ramírez Acuña ha jugado uno de los últimos papeles de su tragicomedia personal como secretario de Gobernación. Su comparecencia en San Lázaro con motivo de la glosa del (des)informe fue puntualmente palomeada, ensayada y bajo un divertido script mediático. Si hay quejas, molestia, desmadre y/o agitación, el buen Francisco servirá como primer muro de contención porque además debe saber, my friend, que para cualquier entrevista formal o de banqueta... tiene que pedir permiso. Ponerle su carita de please a Max Cortázar y recibir sus ins-truc-ciones para salir en la foto. Nada de andártela creyendo u moron, los únicos chicharrones que truenan en el reflector son (evidentemente los de Fox) los del inner circle y el jefecito.
Así que el entretenido tubazo de ayer en San Lázaro contra el procurador Eduardo Medina Mora —primer responsable del Cisen foxista— debería ser visto como parte de las caritas de fuchi que ya origina el titular del PGR
NOTA: Verdad que ¿no es lo mismo golpear altermundistas desarmados en Jalisco que poner la cara de imbécil en la cámara de diputados?
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