De error en error ¿rumbo al 2012? |
domingo, 25 de febrero de 2007 | |
María Teresa Jardí Hace bien Villanueva Mukul en no querer ir a una elección de Estado, ciertamente, pero en la
El PRI se fue corrompiendo o nació corrupto. Pero la enorme diferencia con el PAN es que los priístas entendían la necesidad de ser, además de ladrones, gobierno. Y, al entenderlo, desempeñaban la función de gobernar unas veces mejor, otras peor, unas más regular, pero iban campeando el temporal y el pueblo, aunque se acostumbró a tener gobernantes corruptos y corruptores, tenía la certeza de que existía un gobierno. Mientras que la corrupción de los panistas, llegados al poder, se vuelve tan intensa que ni siquiera les da para fingir que gobiernan, son ladrones y punto. Seguramente ya eran corruptos los panistas y mentirosos en el discurso porque de otra manera no habría sido posible tan rápida exhibición de tan gran desvergüenza, mayúscula ineptitud y gran cinismo. La diferencia es notable, como verán, los priístas antes del góber precioso y otros especímenes como Ulises Ruiz que dan buena cuenta de la baja calaña del priísmo actual y que demuestran que PRI y PAN ya son sólo más de lo mismo, es que a pesar de ser ladrones, algunos, los tecnócratas, tan ladrones como los panistas, los priístas gobernaban y los panistas se conforman con ser ladrones a secas y con hacer todos las alianzas con otros ladrones. Es decir, el PAN se comió al PRI cuando la derecha llegó, con el PRI --De la Madrid, Salinas y Zedillo-- al gobierno y patéticos son los priístas de antaño que lo permitieron. El PAN siempre debió ser lo que es y aquello del bien común y la justicia y el respeto a los derechos humanos eran sólo la farsa para llegar engañando al pueblo. Pero el colmo de la estupidez humana es que el PRD aspire tan sólo a convertirse en más de lo mismo. |
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