Por Alfonso Izquierdo Bustamante*
A pocos días del ejercicio de este nuevo gobierno, un significativo número de sindicatos y organizaciones populares salieron a las calles, protestando por el incremento al precio de la tortilla, convirtiéndose así en el detonante que puso de manifiesto el descontento popular que ha ido creciendo con el transcurso del tiempo. Muchas personas marcharon en la capital, al igual que en diversas ciudades de la República para exigir un aumento salarial de emergencia y un freno al incremento de los precios de productos básicos diversos, evidenciando con esto, que la agenda respecto a los problemas de la clase pobre, es un asunto que debe ser priorizado, por encima de otro tipo de debates, como el asunto de la remoción de consejeros o las contradicciones entre el gobierno federal y su partido, asuntos que sin duda deberían pasar a otro término y comenzar a preocuparnos más por asignaturas pendientes como lo es la condición de vida de la mayoría de los mexicanos. El problema del maíz, nos deja ver el abandono que sufre el campo mexicano y como consecuencia de ello, las malas condiciones económicas de muchas familias dedicadas a esta labor, esto sin lugar a dudas representa un problema real, pues el hecho de que se desestime el problema, argumentando que no afecta a los indicadores macroeconómicos como la inflación, cuando la verdad es que la economía familiar sufre un golpe real en su poder adquisitivo, lo que en verdad debería preocupar a un gobernante. Las cifras son muy claras, mientras el salario mínimo obtuvo un incremento de apenas un 4 por ciento, el precio de la tortilla alcanzó un incremento del 40 por ciento, problema que es fácil de entender con un poco de sensibilidad social y escuchando a quienes sufren directamente el problema. El problema en verdad es preocupante, y se debe buscar una solución de fondo a éste y no sólo soluciones parciales que únicamente intentan mitigar el problema. Nos corresponde a todos buscar una solución y no hacer de la desgracia de muchos mexicanos una bandera política como algunos personajes pretenden, quienes esperan cualquier oportunidad para darse a notar a costa del problema de muchos mexicanos. A todos los que nos preocupa la situación actual nos corresponde sumar nuestro esfuerzo desde cada una de nuestras trincheras para lograr un cambio. Sin duda los problemas son muchos, pero sumando esfuerzos lograremos un mejor país, donde todos podamos vivir en una democracia social. |
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