Opinión México
PFP en San Lázaro.
Por: Eduardo Ibarra Aguirre .
(Fecha publicación:16/08/2006)
Mientras Vicente Fox Quesada, el presidente involuntariamente más cómico, inepto y demagogo que ha tenido la República, aseguraba que “Atrás quedaron los tiempos de la arbitrariedad”, Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa alertaba sobre “una estrategia del excandidato del Partido de la Revolución Democrática, buscando precisamente la provocación y la violencia”, diputados y senadores en funciones y electos fueron sometidos a base de toletazos por la Policía Federal Preventiva, el Ejército vestido de gris, y elementos del Estado Mayor Presidencial para que no instalaran un campamento en la puerta principal de acceso a la Cámara de Diputados.
La consistencia de los pronunciamientos de los dos hombres clave del grupo gobernante en vías desesperadas por reproducir su permanencia en Los Pinos, fue tal que Juan José García Ochoa resultó con la ceja abierta de un toletazo y con patadas en el cuerpo los legisladores Inti Muñoz, María Dolores Padierna, Ricardo Gerardo Higuera, Yadira Serrano, Angélica Díaz, Adriana Pedroso, Clara Brugada, Susana Manzanares, María Elena Torres y Miguel Elías Moreno Brizuela.
El fuero de los legisladores y la condición de féminas de la mayoría no menguó la agresividad de los agentes comandados por el general Cuevas y el coronel Jorge Palacios, en acatamiento de las órdenes de Eduardo Medina Mora, quien se escudó en la solicitud del pusilánime Alvaro Elías Loredo, casualmente destacado promotor del desafuero de Andrés Manuel López Obrador.
Para fortuna de los legisladores golpeados, la siempre sabia voz de Rubén Aguilar Valenzuela, converso efemelinista al foxismo por el convincente camino presupuestal, asegura que la administración federal sólo utilizará los instrumentos del diálogo y la concertación.
Seguramente las botas militares y los toletes forman parte del instrumental concertador, como ya fue probado con una alta cuota de sangre y vidas humanas por los maestros de la Sección XXII de Oaxaca, los comuneros de San Salvador Atenco, estado de México, y los metalúrgicos de Lázaro Cárdenas, Michoacán.
El órgano de gobierno de San Lázaro entiende muy bien la gravedad de los hechos, al establecer: “La Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados reprueba la violencia de la que fueron víctimas varios legisladores y exige que las autoridades competentes actúen al respecto, de conformidad con la ley”.
El despropósito represivo del foxismo contra los legisladores del PRD -ya podemos imaginar lo que espera a los simples ciudadanos-- no se puede entender ni justificar sólo por el desmedido interés en asegurar la lectura del VI Informe de Gobierno.
Más bien se busca cubrir a un Calderón Hinojosa exhibido por el muy parcial recuento de votos ordenado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, como presunto ganador de unos comicios plagados de irregularidades deliberadas para alterar la voluntad ciudadana.
Se busca también responder parcialmente a la histeria mediática que alimenta las tensiones y exige soluciones autoritarias.Fox y Medina pretendían enviar un mensaje de fuerza y medir la reacción del vasto y diverso movimiento ciudadano del voto por voto, casilla por casilla que estrena programa de cinco puntos para transformar al país.
Juegan con fuego porque la sociedad está polarizada en términos políticos. Altaneramente dice Calderón “no me preocupa ser presidente sitiado”, mas persiste en la impresionante incapacidad para que él y Acción Nacional den cauce organizado a los millones de electores que sufragaron por ellos.El mensaje que realmente envían es de pavor del grupo gobernante.
Fox Quesada pronuncia piezas oratorias a favor de la unidad nacional, sin saber en qué consiste, y con la Federal Preventiva agravia y agrede a integrantes de uno de los tres poderes de la Unión.
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miércoles, agosto 16, 2006
EL DESPROPÓSITO REPRESIVO DEL FOXISMO.
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 10:03 p.m.
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