ES LLEGADA LA HORA POR EL BIEN DE TODOS.

Gerardo Unzueta escribe en el Universal:

La hora de ´el personaje´.

Casi ha pasado un año de la publicación en EL UNIVERSAL de dos entregas, redactadas por este autor, con título similar: "El personaje colectivo" y "Personaje colectivo". En ambas explicaba un hallazgo de mi producción literaria y mi elaboración política: la aparición de un personaje, cuya magnitud puede abarcar incluso a toda la sociedad; un personaje "que aparece con vigor en un periodo crítico de la historia de un país (y) puede desempeñar un papel transformador si logra concentrar en torno a sí... a las fuerzas tradicionales que han avizorado esa transformación".

Y agregaba: "Hay un personaje colectivo que ha comenzado a manifestarse. El 24 de abril se hizo presente, no en el zócalo, sino en toda la ciudad. No por unas decenas de miles de compatriotas, sino por un millón y medio, o más..." . Fue una amplísima expresión, no sólo por su magnitud sino también por su contenido: el derecho a decidir quién nos gobierna y con qué proyecto.

Ese fue el fondo de la movilización popular contra el desafuero y la característica del surgimiento del personaje colectivo. Otras acciones -que también conforman al personaje- adquieren contenido social o económico, pero como expresión de la crisis política que vive el país y del contenido antidemocrático que expresaba tal destitución, el surgimiento del personaje colectivo adquirió también carácter político y si ha tenido expresiones radicales, ello obedece al objetivo que la conjura contra el Gobierno del Distrito Federal tuvo: asegurar un régimen político radicalmente derechista para el sexenio 2006-2012.

El fracaso del desafuero y de toda suerte de actos destructivos emprendidos para suprimir la influencia política del jefe de Gobierno del DF, tuvo ya una consecuencia del todo natural: la participación de una candidatura que se apoya en ese personaje colectivo -aún joven, todavía inmaduro-, agrupa a las fuerzas de izquierda y ha atraído a representativos de sectores políticos que aspiran a una participación democrática fuera del carcomido sistema priísta y del no menos corrupto partidismo panista.

Candidatura que, por otra parte, se esfuerza en la formulación --mediante el debate de los representantes de la mayoría de las fuerzas avanzadas- de un programa de gobierno de cambio real, punto de arranque de un verdadero proyecto alternativo de nación.

Frente a la pretendida omnipotencia del dinero y de sus dueños, se eleva ese personaje colectivo; son estos los momentos más importantes de su participación: si derrotó ayer al desafuero de Andrés Manuel López Obrador y al descrédito de las fuerzas de izquierda, hoy es preciso que, primero en las urnas y después con su vigilancia para impedir todo intento de falsear su decisión, construya un gobierno nacional que prácticamente conjugue el lema "Por el bien de todos, primero los pobres".

Hoy es la hora del personaje colectivo. Es hora de definiciones y si hemos de mostrar con claridad el rumbo para asumirlas, tenemos ya un ejemplo que muchos menosprecian: en sólo 56 segundos el Peje dijo ante la nación entera cómo, bajo el gobierno de la coalición Por el Bien de Todos, cambiará la política económica y precisamente en beneficio de lo que representa y por lo que se hizo presente el personaje colectivo.

El 2 de julio esa figura literaria y política adquirirá estatura de figura histórica. ¡Quién lo iba a imaginar cuando el 7 de abril de 2005, 360 diputados del PRIAN votaron la ignominiosa figura del desafuero!

Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.