Coincido con Juan Gabriel Valencia con su columna de hoy en Milenio en la que habla de los debates presidenciales. Excepto por un punto:
El no debate del martes
Salvo que alguno de los participantes cometa un grave error, los debates de los candidatos presidenciales en México no tienen para el elector ninguna funcionalidad en cuanto a la construcción de una imagen y de una opinión.
Puede argumentarse que en procesos electorales de otros países contribuyen a persuadir a la ciudadanía de determinados atributos personales y del necesario ejercicio de contrastación de visiones de la política, de concepción de la historia, de propuestas de acción. Hasta dónde llega esa contribución para un voto lo mejor razonado posible sería objeto de discusión, cuando el ser telegénico no necesariamente implica conocimiento, oficio y prudencia. Esos debates, en otros países, tal vez sí agregan algo a la cultura política democrática. Aquí no. La razón es muy simple, entre otras muchas: el número de candidatos.
El próximo martes se efectuará un debate de cinco candidatos sobre el tema genérico de política y gobierno. Sin considerar los tiempos de réplicas, cada candidato tendrá dos minutos para, en cinco ocasiones, exponer sus puntos de vista sobre cinco subtemas. ¿Puede haber seriedad en el tratamiento durante dos minutos de la seguridad pública y el combate a la corrupción; la gobernabilidad; la política exterior y migratoria; el federalismo, el fortalecimiento municipal y el desarrollo regional; y la Reforma del Estado?
Lo que verán los espectadores del debate serán 25 intervenciones temáticas, cinco introducciones, cinco cierres y 25 réplicas. Propiamente dicho, la inmensa mayoría de la audiencia no va a escuchar nada. Si acaso va a ver, a mirar algo. No existe racionalidad alguna en abordar durante dos minutos la Reforma del Estado. Dos minutos, puestos en blanco y negro, abarcan una cuartilla y un párrafo, extensión apenas suficiente para apuntar una definición del Estado, ya no digamos para un planteamiento de su reforma y eso bajo el supuesto de que tanto el participante como el público o una parte de éste considere pertinente plantearse reformar al Estado. No todos son Porfirio Muñoz Ledo. Es un formato muy poco serio. Como decía un asesor de uno de los candidatos, uno no se prepara para un debate sino para cinco spots en vivo.
El formato no podría ser de otra forma, porque la ley mexicana permite esa pluralidad de candidaturas. Y la pluralidad puede estar bien, pero entonces esos debates son una pérdida de tiempo. Tiene mucho más sentido un fenómeno paralelo que ya se ha presenciado en este proceso como son las mesas de discusión de voceros y asesores técnicos de los candidatos.
No tiene ningún caso contrastar el spot de Madrazo sobre la exención del Impuesto Sobre la Renta por debajo de cierto ingreso, con el spot de AMLO, “mensaje a la nación” respecto de aportaciones en dinero conforme a diferentes niveles de ingreso menores a los 10 mil mensuales. No hay elementos para contrastarlos. El spot de Madrazo no dice cuánto implicaría de caída en la recaudación; el anuncio de López Obrador no menciona el costo anual de esos subsidios individualizados en efectivo. Ninguno de los dos señala en términos de gasto público qué se dejaría de realizar o cómo se compensaría en un caso la pérdida de ingresos y en otro esas erogaciones directas.
Las mesas de discusión de carácter general o temático con los equipos de campaña sí lo hacen posible. Podrían buscarse mecanismos convenidos desde el inicio de las campañas. Uno conoce mejor y más a fondo a López Obrador oyendo a Federico Arreola, a Madrazo a través de César Augusto Santiago y a Felipe Calderón por su vocero Juan Ignacio Zavala. La propuesta económica de los tres candidatos cobra significación en sus alcances positivos y negativos si discute Jorge Chávez Presa del PRI, Rogelio Ramírez de la O del PRD y Ernesto Cordero del PAN. Son también lineamientos, no son tratados completos sobre el tema. Sin embargo, esas discusiones aportan datos y elementos que obran en respeto a la inteligencia y a la mayor información del elector.
El debate del martes, con su formato y su rigidez, sólo llevan agua al molino de los medios electrónicos, a sus espacios noticiosos y a que durante una semana estemos presenciando spots de “yo gané el debate”, en beneficio de la tesorería de las dos grandes televisoras y seis cadenas de radio, con cargo al erario público y a los contribuyentes. De este tipo de debates, el del martes debería ser el último.
No concuerdo con Valencia en eso de que uno se entera mejor--en forma y fondo, de pilón--escuchando al Trío Calavera Federico Arreola, César Augusto Santiago y Juan Ignacio Zavala. No, no, no, no.... ¡NO MAMEYES EN TIEMPOS DE CAMOTE! Si la forma y fondo de los candidatos son las rabietas de Santiago, los berrinches de Zavala, o el exceso de paciencia de Arreola con Zavala, de plano estamos jodidos.
Por lo demás concuerdo completamente. Los debates que se hacen en esta elección no son debates sino una serie de spots de 2 minutos en los que además se tiran mierda entre el PRI y el PAN (contando a Campa como títere de fecal).
¿Pero debate? ¿Pos cual?
A lo mejor por eso es que fecal está tan preocupado. Sabe que no tiene el carisma que el peje si tiene. Y como a lo que van no es a debatir sino a hacer spots, pues los spots que van a ganar son los del peje.
Yo la verdad no se a quien se le ocurrió la pendejada de copiarle a los gringos sus disque debates presidenciales insulsos e irrelevantes. Supongo que a Salinas por que el primer debate que hubo entre candidatos presidenciales fue el de las elecciones del 94 entre Zedillo, Fernández de Cevallos y Cuauhtémoc Cárdenas. ¿Y de que chingados ha servido? De nada. Ha sido puro show. Se recuerdan de TODOS los debates presidenciales lo siguiente:
1994:
"Sidral por cerveza." -Cuauhtémoc Cárdenas (¡Wow! ¡Eso es contenido!)
2000-A:
"Me dijo chaparro, me dijo mariqueta" -Francisco Labastida (¡Estadista!)
"México merece una rosa" -Rincón Gallardo (quien debió haber buscado chamba de argumentista de telenovelas en vez de agarrar el hueso que le dio Fox en su gabinete.).
"La sorpresa es que Labastida no contestó" -Manuel Camacho Solíz (No; la sorpresa es que este cabrón haya sido aceptado por el PRD y que ahora ande en la campaña del peje.)
"A mi a lo mejor se me quita lo majadero pero a ustedes lo corruptos y lo rateros nunca" -Vicente Fox (a quien lo que se le debería quitar no es lo majadero sino lo ratero y lo corrupto.)
2000-B:
"Aquí está el sobre con la llave de acceso al disco del FOBAPROA" -Vicente Fox (quien además de ratero y corrupto salió mentiroso, ya que el sobre donde supuestamente estaba la llave de acceso del PAN al CD del Fobaproa no traía la llave y nomás fué show para despistar.)
2006-A:
"_______________" -La Silla Vacía (ganadora indiscutible del primer debate entre los candidatos presidenciales que fueron a ese debate.)
Y claro falta ver que otras célebres aunque desafortunadas bembadas dicen ahora los candidatos para pasar a la historia de la irrelevancia electoral. Esto es lo que yo espero:
EL PEJE: Propuestas que ya ha hecho en mítines, spots, comunicados, entrevistas y desde luego en su programa de televisión. Posiblemente responda uno que otro escupitajo de Robipe Caldrazo con su patiño Elbarto Campordillo. Posiblemente le responda algún mazapanazo a fecal echándole en cara lo que dijo fecal de que las mujeres violadas en Atenco tenían que demostrar que las habían violado.
FECAL: Tirará escupitajos hacia arriba esperando que le caigan al peje. Hablará de la declaración del peje luego del linchamiento de Tlalpan sancando sus declaraciones de contexto (eso de que "vale más no meterse" lo dijo luego de anunciar que se iba a investigar y castigar lo ocurrido, pero que la lección es no meterse a robar a una iglesia--razón por la cual lincharon a un ratero--por que con las creencias del México profundo vale más no meterse). Hablará de cadenas perpetuas, de "mano firme" y, para rematar, dirá que el proyecto económico del peje es salinista, no sin antes tratar de vincularlo con el Subcomandante Marcos, con Hugo Chávez, y de llamarlo "peligro para México". No dejará de poner una sonrisa falsa durante todo el debate hast que el peje le responda los escupitajos y entonces si se le quite la sonrisa. Se referirá a cualquier video que saque Ahumada el Martes. Desde luego tratará de decir que hay alianza entre Madrazo y el peje.
MADRAZO: Tirará escupitajos a diestra y siniestra. Hablará de mano firme, se le irá encima principalmente al peje y a lo mejor le dará un fregadazo bien dado a fecal con lo de la la injerencia de Fox en las campañas electorales y con la intolerancia de fecal. Le revirará a Campa lo de los documentos del SAT que usó de manera ilegal en el primer debate contra Madrazo.
CAMPA: No hará otra cosa más que andar de correveydile de Elba Esther Gordillo tirándole cubetadas de caca a Madrazo.
MERCADO: Hablará de legalización de drogas, de matrimonios gay, de combatir la violencia doméstica, de combatir la miseria indígena. No dirá nada de lo de las mujeres violadas en Atenco. Si lo hace, caray, nomás se habrá tardado un mes para decir algo al respecto.
Y claro, inmediatamente después del debate, aunque el peje clara y sustancialmente les parta todo el hocico a los otros 4--pero principalmente a fecal--los medios dirán que ganó fecal. A ver quien les cree.
Una razón más para votar por el peje y por el PRD para el congreso en el 2006.
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