Obispo defiende el "uso providencial de las armas"

Tanto Fecal como sus amigos obispos, como Alberto Suárez Inda, de Morelia, se dicen "defensores de la vida" por estar contra el aborto, a la vez defienden la represión salvaje en Atenco, como se puede leer a continuación.




El Sol de San Luis

5 de Mayo de 2006
En Salvador Atenco hay Terrorismo


JAVIER RODRIGUEZ SANTILLANA
El obispo de Ciudad Obregón y anteriormente de Texcoco, el potosino Juan Manuel Mancilla Sánchez, afirmó que quienes participaron anteayer en los hechos de San Salvador Atenco, principalmente miembros del Frente del Pueblo, "son terroristas que usan la violencia para presionar". "Esa zona es muy difícil, con intereses políticos muy arraigados donde se infiltraron grupos extremistas. Esa gente sólo cree en la violencia y en sus ideas por lo que sería muy conveniente que se imponga el orden porque la gente vive con la zozobra de ver qué harán esas personas, y no se vale". En México hay un estado de Derecho, se tienen instituciones firmes y respetables, por lo que no es válido que se utilice la violencia para satisfacer demandas de grupos radicales. "Falta valor para poner orden en San Salvador Atenco. Si ahora se deciden a poner en orden a esas personas, que son terroristas --eso yo lo vi, nadie me lo contó--, la gente vivirá en paz. Apoyo al gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, para que no negocie con ellos". SIEMPRE SERA MEJOR EL DIALOGO Por su parte el arzobispo de Morelia monseñor Alberto Suárez Inda, avaló el "uso providencial de las armas" por la fuerza pública para conservar la paz social, pero aclaró que lo mejor es llegar a acuerdos sin necesidad de emplear ese recurso porque debe privilegiarse el diálogo. Los últimos acontecimientos violentos sucedidos en Lázaro Cárdenas y en San Salvador Atenco hacen obligada la urgencia de arreglos radicales y definitivos de parte de la autoridad porque representan un signo de alerta para el país. "De Lázaro Cárdenas puedo decir que hay un riesgo muy alto de que cierre la empresa, y eso sería muy lamentable, por lo que urge un acuerdo entre el sindicato y la empresa con la intervención del gobierno". En torno a los problemas que hubo dijo que es muy difícil dar una opinión porque hay fuerzas encontradas; el asunto tiene que ver con la contaminación a nivel del sindicato de mineros, por problemas de los líderes, porque "los obreros lo menos que desean es que se cierre su fuente de trabajo". Añadió que en el conflicto de Lázaro Cárdenas se han hecho investigaciones, hay alguna persona detenida, pero el gobierno tiene que ser prudente para solucionar las cosas de manera pacífica, por medio de un diálogo más inteligente y más efectivo con los líderes sindicales y la empresa. Ante los acontecimientos violentos registrados señaló que desgraciadamente si hay mucha agresividad, pero declaró que es el momento de que el gobierno haga valer el imperio del derecho y la ley, con prudencia pero al mismo tiempo con energía. En cuanto a un eventual uso de las armas por las autoridades, Suárez Inda apuntó: "Creo que la fuerza pública tiene que usar armas cuando sea necesario para conservar la paz social, pero sin duda lo mejor es llegar a acuerdos sin ellas sino mediante el diálogo". HAY CAUCES PARA EL DIALOGO El obispo Mancilla Sánchez recalcó que México tiene cauces de diálogo y de leyes para arreglar cualquier asunto, por lo no se vale la violencia. Sin embargo, dijo que no es de extrañar lo que sucedió porque recurrieron a un método que dominan muy bien los supuestos líderes sociales para presionar. La gente pacífica de San Salvador Atenco vive atemorizada e intranquila porque el pueblo prácticamente se dividió. "No se vale hacer eso con una comunidad de gente sencilla. No puede hablarse de represión de parte del gobierno porque se trata sólo de imponer el orden para evitar que sigan haciendo de las suyas y haya más hechos violentos que afecten a los demás". Finalmente monseñor Mancilla Sánchez comentó que el problema agudo de las ciudades fronterizas es la migración, lo cual les causa gran pena y bajo muchos puntos de vista los confronta. "Pero se tiene la esperanza de que todo tome su curso, pues hay voluntad política y esfuerzos de diálogo. La Iglesia Católica está haciendo una obra muy importante en la educación y el apoyo a los migrantes".