Enrique del Val Blanco escribe en el Universal:
Provocaciones.
Enrique del Val Blanco.
11 de mayo de 2006.
El país está viviendo uno de sus momentos más difíciles, dada la manifiesta falta de oficio del gobierno, tanto a nivel federal como en algunos estados, especialmente en aquellos donde se han suscitado acontecimientos que se han desbordado y se ha optado por echar mano de la fuerza pública en exceso, con saldos negativos para todos los involucrados.
Poco a poco durante el año hemos ido acumulando hechos explosivos cuyo intento de solución ha sido, en casi todos los casos, contrario al diálogo y la negociación, que debería ser la primera obligación de los gobernantes para mantener la paz social en este país hoy tan complejo.
La lamentable pérdida de vidas humanas en la mina Pasta de Conchos en Coahuila se abordó con una pésima intervención y comunicación social del gobierno federal, que enrareció el ambiente manteniendo a las familias de los mineros y a parte de la sociedad mexicana engañadas por días.
La única solución que se les ocurrió fue tratar de derrocar al líder sindical, bajo argumentos que pueden ser ciertos o evidentes, como el enriquecimiento ilícito, pero que en realidad es una situación que debe ser resuelta al interior de los sindicatos a través de sus comisiones de vigilancia y ser respetuosos de la autonomía sindical, hecho que la autoridad en la materia debería saber.
A este gobierno no le importó lo anterior y procedió metiéndose en problemas mayores, como lo pudimos ver en la ciudad de Lázaro Cárdenas, Michoacán, donde se constató el nivel de irritabilidad que existe en parte de la población, provocando los choques violentos que dieron como resultado una situación muy peculiar que permitió, con la pésima actuación del gobierno federal, que saliera fortalecido el líder del sindicato minero.
Ese fue un primer aviso sobre cómo están los ánimos en parte de la población durante esta campaña presidencial.
Atenco ha sido el segundo aviso en el que, también por falta de oficio político, se ha ocasionado un conflicto mayor, sobre todo en las inmediaciones de la citada población, es decir, en el valle de México.
La televisión, gran provocadora de situaciones límite, ha producido y reproducido hasta la saciedad la brutalidad por parte de los pobladores en contra de la policía, y a su vez la de ésta en contra de todos los que se encontraban a su paso durante el operativo de desalojo. Estas imágenes, más que informar, provocan enojo y rabia en gran parte de los mexicanos, lo cual no ayuda en nada a tener una situación tranquila en estos tan importantes momentos de nuestro país.
A su vez, las campañas políticas se han enrarecido, en buena medida gracias a las encuestas casi diarias y a la participación de varios de los medios de comunicación, que más que informar apoyan al candidato preferido por ellos y denuestan al contrario, con lo que están violando un supuesto código de ética al que deberían sujetarse al dar las noticias y no ser parte de las campañas.
Los conductores de la televisión y la radio se han convertido de facto en ministerios públicos o jueces supremos. Cuestionan, condenan y en su caso perdonan al pobre funcionario gubernamental que tiene la desdicha de contestarles el teléfono o presentarse en sus programas, ya que desde el momento en que habla o se sienta con ellos está derrotado diga lo que diga. Sería bueno saber quién les dio la autoridad moral o ética para actuar como lo están haciendo, más allá del poder que les otorga una concesión pública.
Incluso, dentro de este clima de provocación están las reformas a la Ley Federal de Radio y Televisión y de Telecomunicaciones aprobadas cínicamente por mayoría en el Congreso de la Unión, con excepción hecha de algunos senadores que han mostrado la verdadera cara de la citada ley y han planteado una controversia constitucional aceptada ya por la Suprema Corte de Justicia.
La ciudad de México parcialmente está viviendo una situación difícil, debido a las acciones de apoyo a las diferentes causas sociales, hoy básicamente en defensa de los detenidos en Atenco. Por cierto, esperemos que el juez del caso sea racional y desestime la acusación hecha por la Procuraduría General de Justicia de Estado de México, porque para la mayoría de los involucrados no tiene fundamento el tipo del delito de "delincuencia organizada", sobre todo en los casos de los estudiantes que participaron en los hechos de ese día y que, por tanto, deberían de ser liberados de la acusación.
También las instituciones educativas, sobre todo las nacionales de educación superior, están sufriendo la embestida de estas provocaciones. Entre ellas destaca la Universidad Nacional Autónoma de México que está pasando por uno de sus mejores momentos y cuenta con el reconocimiento nacional e internacional, y está siendo sometida a estos intentos que lo único que pretenden es desestabilizar su buena marcha en la búsqueda de objetivos nada claros y que generan reacciones dentro de la comunidad universitaria. Los miembros de las casas de estudio son sensibles a los problemas nacionales y en tal sentido participan en ellos, pero lo hacen en la mayoría de los casos dentro de la ley, que es la única garantía que tenemos de poder avanzar en nuestra democracia.
No obstante, estas provocaciones que están ocurriendo en el país y ahora en las instituciones de educación superior a quienes les benefician es únicamente a aquellos que quieren originar una situación límite, para que sea la solución de la fuerza pública la que impere, más allá incluso de la propia ley.
Ante estas provocaciones el gobierno federal está pasmado o, mejor dicho, parece estar "tranquilo", lo cual es peor. Las barbaridades que continuamente expresa el vocero presidencial son verdaderamente una provocación más, para complicar el ambiente político. Tal pareciera que son miembros de alguna célula trotskista y que aprendieron del gran líder ruso sobre la necesidad de acelerar las contradicciones, pues en esto el gobierno se lleva la palma.
Por el bien del país, urge detener estas provocaciones para tener una elección tranquila y que la sucesión presidencial no se complique más allá de lo natural. En este país, una vez que se ha despertado al monstruo del encono los resultados han sido funestos. Hoy estamos a muy poco de llegar a ello.
Analista político y economista
Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.
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jueves, mayo 11, 2006
GOBIERNO Y MEDIOS PROVOCADORES.
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 12:37 p.m.
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