DE PAYASOS , BARBAJANES , FANTOCHES Y PUÑALES.

Guadalupe Loaeza en el Reforma:

Guadalupe Loaeza.
Dos payasos.

"A ti (Brozo), a todo tu público, a todo tu equipo, gracias y gracias a Televisa", dijo feliz de la vida Diego Fernández de Cevallos el pasado viernes al despedirse del programa de Brozo. Cómo no se sentiría encantado el senador por el PAN, si su entrevistador lo había tratado a cuerpo de rey. Cómo no se iba a sentir así de agradecido, con su casa, con Televisa, con la empresa que tanto quiere y apoya a los panistas, si se trató del invitado de honor de uno de los programas con más rating, no obstante apenas lleva dos semanas al aire.

Además, le habían dado un espacio enooooooooooooooorme, sin ningún corte comercial. Fue una entrevista realizada entre "cuates", es decir, entre dos figuras públicas famosísimas para el público del Canal de las Estrellas. Los dos payasos estaban en la misma frecuencia, tenían el mismo objetivo y hablaban el mismo idioma.

"Te intuyo, porque conozco tu mirada, porque te estoy quitando las mordidas de la boca", le dijo, en un momento dado, con mucho cariño Brozo a su entrevistado, a lo que éste le respondió: "Y yo conozco la tuya, por eso nos entendemos bien y de tiempo atrás". Con esta misma complicidad y excelente entendimiento desde que se firmó la "Ley Televisa", se dio la entrevista.¡Ah, cómo se rieron y se divirtieron cuando de pronto Brozo le preguntó a su entrevistado!:

"¿A ti de veras te gustó más Felipe en el debate?" Y el payaso Diego con su característico humor le respondió: "No hablé de gustos porque a mí no me gustan los hombres". Y a partir de ese momento comenzó, entre los dos payasos, un juego de ping-pong.

B: Qué bueno, ya somos dos.
DFC: Ya somos dos.
B: Jotos.
DFC: Oye, cuidado, porque ya hay una ley para que todos vivan tranquilos.
B: Desde luego, pero claro, tienen derecho a ser jotos si lo quieren ser.
DFC: Entonces no los maltrates, porque hay...
B: No los maltrato, les digo jotos con cariño.
DFC: Sí. Y acuérdate que en política no hay sillas vacías.
B: ¿No hay sillas vacías?, ¿no hay espacios que se dejen vacíos? ¿Crees que verdaderamente fue una cosa demoledora para la campaña de López Obrador no asistir al debate?, ¿crees que verdaderamente fue fallarle a la gente o fue una estrategia errada cuando decidió, cuando tenía los puntos arriba, que a lo mejor en la soberbia no se iba a mezclar con los perros? ¿Eso es lo que dices?
DFC: Fue todo eso. Y lo dijiste bien.Claro, no podía pasar mucho tiempo sin que se mencionara el nombre de AMLO. A los dos payasos se les quemaban las habas, había que hacerlo cuanto antes. ¡Faltaba más!

Y en seguida vino el tema de Atenco. Un momento perfecto para que el payaso Diego desplegara toda su elocuencia y su vehemencia al decir que, aunque no acusaba sin pruebas, sí sabía que "el PRD tiene sectores muy violentos, como lo vimos hace unos días en el Senado de la República, y como lo hemos visto en muchas partes. Sólo con ver cómo se tratan ellos, ya se da uno cuenta de qué clase de personas son muchos de ellos, no todos".

Una vez que el extraordinario abogado se refirió al fondo del problema, felicitó al gobierno del estado de México y al gobierno federal, "porque de una vez por todas pusieron orden.

Sólo cuestionaré dos cosas: una, que ojalá y no vuelvan a poner orden 24 horas después, sino de manera inmediata. Es cierto que no resulta fácil, pero México debe de saber que si el pueblo no es violento debe ser mal negocio ser violentos.

Y segundo punto, a mí me parece que ya basta de que la policía vaya desarmada a enfrentar a una turbamulta armada...". ¡Faltaba más!

Y la entrevista seguía desarrollándose entre los dos payasos en medio de risas, palmaditas morales, valores entendidos, palabras de doble sentido, pero sobre todo, en medio de un ambiente de gran compañerismo.

El payaso Diego lucía rejuvenecido, perfectamente bien vestido, durante toda la entrevista nunca dejó de sonreír con sus dientes (¿postizos?) blancos, blanquísimos. Por su parte Brozo, que, como dice él, sí nació payaso, continuaba con sus muy oportunas interrogantes.

Y al hablar de la supuesta transparencia del gobierno de Fox, le "regaló" (así le dijo) una pregunta que daba en el blanco en estos momentos para que el payaso Diego pudiera, con su gran labia, dar a conocer la verdad acerca de "los chamacos Bribiesca".

Al cabo de dos grandes y profundas bocanadas a su puro, contestó: "Gracias, para lo que me pueda servir. Ahí te voy. En primer lugar yo no conozco las operaciones de los Bribiesca, por lo que no las puedo juzgar, no sé si han hecho tratos a la buena y a la mala.

Lo que sí sé y nos consta a millones de mexicanos, que se ha hecho una gran alharaca y que hasta hoy nadie ha presentado documentos ante las autoridades competentes para que se les finque una responsabilidad".

Ah, pero con qué diplomacia, con qué solidaridad con la mujer de su jefe y con qué objetividad contestaba el payaso Diego (que no nació payaso, pero que con el tiempo se fue convirtiendo). Una vez que se refirió, concretamente, a este caso con todos los términos legales inimaginables, su entrevistador no pudo más que decirle: "Qué buen político eres, me cae de madre, qué buen político...

Ojalá y te quedaras otros 12 años". Y el "clown" Diego añadió: "Sí, porque soy un abogado serio, y porque soy un político serio (¿un payaso serio?). Qué bueno que tocaste lo de mi bufete. Efectivamente yo he vivido, desde hace muchos años para acá, de ese bufete. Soy un abogado que se respeta, que respeta la ley y que respeta a sus clientes.

Pero además aprovecho para decirle a las cámaras, para decirle a tu público, que por elemental sentido de gratitud, ojalá y Dios me permita que antes de morirme, pueda hacer yo una estatua gigantesca, aunque sea monstruosa, para agradecer a mis detractores, a mis acusadores, a todos ellos que me han acusado de tráfico de influencias, a todos aquellos que me han acusado de conflicto de intereses, de que aprovecho mi poder político.

Yo solamente he sido 3 años diputado, y 6 años senador, y tengo 40 años de ejercer mi profesión, y lo que sí te puedo decir que gracias a ellos tengo una clientela que nunca me imaginé. Les voy a hacer una estatua, ojalá me sigan acusando, yo ya voy de salida como senador y no ando buscando trabajo, no ando viendo dónde me engancho, no ando viendo dónde me acomodo, porque tengo un modo honesto de vivir. ¿Te gustó?".

Ah, qué chistosos resultaban estos dos payasos tan compinches, tan albureros y tan felices. Por eso al despedirse el payaso Diego dijo en pleno éxtasis místico: "...gracias y gracias a Televisa".

Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.