Un lector nos envía esta columna de Manú Dornbierer:
Jesús y las bordadoras del Prian
Manú Dornbierer es analista y crítica política. www.manudornbierer.com
Publicado En La Crónica. Mexicali
En memoria del visionario Roberto Trauwitz, un amigo sin par
Confieso que no vi toda la comedieta llamada “La Quinta Silla” protagonizada por Rosario y Josefina. Me irrita la hipocresía de la Vázquez sin hablar del cinismo de la Green y cambié pronto de canal.
Pero escuché y vi lo suficiente. Televisa, foro principal de esta Telecracia, la organizó para que las señoras “del bordado fino”, según el titiritero Víctor Trujillo, que se relamía los bigotes de gusto como un gran gato, camotearan a Jesús Ortega, demasiado galante y mudo para ese par de harpías.
El jefe de la campaña de AMLO cometió el error de ponerse “de pechito” ante ellas y no lo dejaron ni chistar. Francamente, si López Obrador no quiere asistir a los debates y está en su derecho, ¿para qué su gente le hace el caldo gordo al Prian y a Televisa?
¡Que sus enemigos pongan las sillas que quieran en sus debates prianistas en los que por supuesto no hablarán más que de Andrés Manuel, y mal, porque entre ellos, Madrazo y Calderón, no pueden debatir nada puesto que tienen la misma propuesta neoliberal-entreguista del mismo patrón!
Por eso están furiosos de que el “miedosísimo” de Andrés Manuel no los tome en serio y no quiera aumentar su rating sentándose en el banquillo de los acusados cuantas veces se le antoje al Prian.
Sólo una vez cumplirá con el rito copiado de los gringos. Ay ¿se acuerdan de Bush con un aparato en la espalda en su debate con Kerry, quien por cierto lo ganó, aunque no las elecciones? ¡Qué risa!
Las mitoteras bordadoras, dizque finas, Green y Vázquez Mota, pueden poner las sillas que quieran en sus faramallas de acuerdo con el IFE al que por cierto el cuñado de Calderón, Diego Zavala, le vende el software del Programa de Resultados Electorales Preliminares (habrá que seguirle la pista el 2 de julio). ¿A quién le importa? Los votantes informados sólo se han reído de estas elegantes ñoras.
Y por si no todos los lectores están informados, les platico un poco quiénes son estas promotoras de Fecal y del Moretón, damas de mucha verba o mejor dicho verbosidad, pero de pocos escrúpulos.
Reitero que no soporto a la “tartufa” de la Vázquez Mota, ya que como secretaria de Desarrollo Social de Fox se dio una aprovechada vergonzosa, dedicándose a viajar al extranjero decenas de veces como princesa, tanto que muchos clamamos por una auditoría para saber cuántos viajes hizo y cuánto le costaron, pero sobre todo para qué le sirvieron a los millones de subdesarrollados mexicanos a los que Fox le encargó desarrollar.
Dice que como nos cuestan a los contribuyentes las campañas políticas, AMLO debe asistir a su circo. Con el mismo criterio, pero mejor aplicado, nos debe ella decir cómo usó lo que le pagamos también nosotros durante casi seis años. ¡Es injusto que sólo se investigue a Marta y a sus hijos!
En uno de esos viajes conoció a Rosario Green, a la que mira con adoración. Esta última era embajadora foxista en Buenos Aires, aunque después la corrió Derbez porque no le cuidó la bolsa a su mujer.
Previamente fue segunda secretaria de Relaciones Exteriores de Zedillo, en relevo de Gurría.
A ella le tocó firmar con su jefe la escandalosa entrega a los gringos del pozo petrolífero de la Dona Occidental en el Golfo, tras cambiar los límites mexicanos del mar patrimonial, asunto actualmente al rojo vivo del que no se librará Green ni aunque sea senadora plurinominal, con fuero para que no se investigue su traición, gracias a su amigo Mariano Palacios Alcocer, ese gobernador que se robó las manzanas en su natal Querétaro, pero ¡las manzanas enteras de casas!
El lindo presidente del PRI, al que volvió la breve tránsfuga panista. Pero no inmediatamente después del despido de Buenos Aires. Prefirió antes irse con sus amigos tejanos, en un lugar especializado en investigar la energía petrolera. Le dio la petrocracia bushista chamba en su escuela de Stratfort en Austin.
El pasado de esta traidora con aires neoporfirianos descalifica sus opiniones.
Además las cambia según las órdenes que recibe de Salinas. Tanto así que habiendo escrito un libro contra el Tratado de Libre Comercio, no tuvo empacho en cambiarlo en 180º cuando el patrón se lo exigió.
¡Qué diferencia entre esta prianista y el gran panista de verdad, José Ángel Conchello, que también escribió un libro sobre el tema y sostuvo su postura contra viento y marea!
Por cierto que Conchello como patriota antineoliberal murió víctima de un “accidente prianista” cuando precisamente denunciaba la desaparición en el Golfo de la Isla Bermeja, dinamitada por los gringos con la anuencia de Zedillo y de Green para que explotaran los yacimientos petrolíferos de la Dona, “antes” dentro de nuestras 200 millas de mar patrimonial.
Como vemos, la promotora de la quinta silla tendría otros problemas de los qué ocuparse. Y ya que salió a colación José Ángel Conchello, informo que varios periodistas, ninguno de nosotros panista, pedimos una investigación seria sobre su muerte.
Regresando a los debates del Prian, nos topamos con el meritito rey de los mismos, Fernández de Cevallos, por el que justamente Conchello no salió del NeoPan como otros auténticos panistas, pero tampoco entró al partido bicéfalo creado por Diego y Salinas, quien requería a fuerza legitimarse, pero sobre todo debía instaurar por órdenes de Washington el neoliberalismo en pleno.
En 1994 Diego Fernández de Cevallos, candidato a la Presidencia por el PAN, participó en un debate contra Cuauhtémoc Cárdenas, del PRD, y contra el muy verde Ernesto Zedillo, del PRI.
Diego en aquel debate apabulló a ambos contrincantes, pero en lugar de aprovechar su gran triunfo desapareció del escenario para no molestar a Zedillo.
La “Ardilla de Los Pinos” recibió tales instrucciones prianistas. Si Diego hubiera querido en verdad ser Presidente y no el triste patiño que fue, hubiera capitalizado su triunfo en vez de desacreditar la práctica, para siempre, con o sin sillas.
Zedillo fue hecho sustituto de Colosio por Joseph-Marie Córdoba, Salinas y el mismo grupo gringo que sigue interviniendo en nuestros asuntos. Se afirma que hasta en los asesinatos del 94 y como les salieron tan bien, podrían repetir el siniestro numerito en el 2006 con tal de detener a López Obrador.
Ojo IFE
Le permitieron al brillantísimo yunque ‘PANanuel’ Espino los spots terroristas, que hoy le quitan, pero como dice otro de sus bordadores finos: “Qué importa, ya hicieron daño”. A ustedes se debe la campaña de linchamiento, y si algo sale mal en las elecciones, ustedes serán juzgados.
Recado final al televiso Trujillo:
No sabes, Víctor, cuánto extrañamos a ‘Brozo’ de Canal 40.
Una razón más para votar por el peje y por el PRD para el congreso en el 2006.
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