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lunes, marzo 27, 2006

EL SERVILISMO A TELEVISA

Un lector nos envía la nota completa de Proceso sobre el servilismo a Televisa. Va:

El servilismo
Jenaro Villamil



En la portada de su edición 1519, del 11 de diciembre de 2005, Proceso sintetizó el significado de las reformas a la Ley Federal de Radio y Televisión, aprobadas por unanimidad y sin discusión por la Cámara de Diputados el 1 de ese mes, al bautizarlas así: "La Ley Televisa: todo para ellos". Con algunos contratiempos, que lo obligaron a ejercer toda la capacidad de chantaje que le otorga su poder, el consorcio dirigido por Emilio Azcárraga y Bernardo Gómez doblegó a los partidos, puso de rodillas finalmente a la mayoría del Senado y garantizó, por lo menos, el silencio de los candidatos ante una legislación hecha a modo para asegurar sus intereses por varias generaciones.

Era la noche del viernes 3 de febrero. En el hotel restaurante Rodavento de Valle de Bravo, la cantante colombiana Shakira acababa de terminar su espectáculo ante las casi 100 personas que Televisa invitó a una "encerrona" de dos días. Los tres principales candidatos presidenciales -Andrés Manuel López Obrador, Felipe Calderón Hinojosa y Roberto Madrazo- ya habían comparecido ante un incisivo Bernardo Gómez, vicepresidente de la empresa.

Una vez concluido el acto de Shakira, Gómez animó a los invitados a presenciar una pelea de gallos en un palenque improvisado en los jardines de ese hermoso lugar, que cuenta con cabañas, spas privados y lagos artificiales, y que colinda con los terrenos donde tanto él como Emilio Azcárraga Jean construyen sus mansiones en Valle de Bravo.

De este lado, dijo Bernardo Gómez, está el "gallo" de Televisa, y en el otro, el "gallo" de TV Azteca. Su amigo y jefe, Emilio Azcárraga Jean, se le acercó y le sugirió que no hiciera esas comparaciones. Engallado, Gómez prefirió sujetar a una de las aves de pelea y les dijo a los presentes: "Aunque Emilio no quiere que se mencione a nadie, sí quiero decirles que esto le puede suceder a quien se meta con Televisa".

Y degolló al ave...

Un silencio incómodo rodeó la escena. La fiesta había terminado.

Para muchos de los asistentes, incluyendo a senadores como Emilio Gamboa Patrón, integrantes de los equipos de los candidatos presidenciales e incluso para invitados especiales como el exdirector de la CIA George Tennet, y para la mayoría de los periodistas y comentaristas estelares de Televisa, el mensaje había sido muy claro.

"Regálenme 'spots'": Calderón

Durante los dos días previos de encerrona en el Rodavento, uno de los temas persistentes fue el futuro de la llamada Ley Televisa, atorada en la Cámara de Senadores después de su aprobación por unanimidad, en menos de siete minutos, por parte de 312 diputados el 1 de diciembre de 2005.

En privado, los directivos de Televisa les sugirieron a los tres candidatos que facilitaran la aprobación de la minuta sin cambio alguno. En especial a Roberto Madrazo, el abanderado de la Alianza por México, Bernardo Gómez lo inquirió públicamente sobre la suerte de esta ley que compromete hasta el 2021 el futuro de la televisión y de las telecomunicaciones del país a favor de Televisa.

En cuanto a López Obrador, quien se adelantó un día a la fecha de su asistencia, el jueves 2 de febrero, Gómez le preguntó sobre su proyecto para reactivar la economía. Un consejero lo cuestionó: "¿Qué puede esperar Televisa de López Obrador?". La respuesta, lacónica y ambigua, fue: "La aplicación de la ley".

El último de los entrevistados, Felipe Calderón Hinojosa, saludó de mano a cada uno de los presentes. Incluso les pidió en son de broma: "Regálenme spots. No tengo dinero".

En la mesa principal donde departían los directivos de Televisa se encontraba el actual secretario de Seguridad Pública y exdirector del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, Eduardo Medina Mora, socio de Bernardo Gómez en la empresa Crea TV. Gómez lo presumió como uno de los futuros vicepresidentes de Televisa.

El fin de semana en Valle de Bravo fue productivo para los directivos y miembros del Consejo de Administración de Televisa. Llevaron a los candidatos a su propio territorio. El único recuerdo incómodo para varios de los asistentes fue lo que ellos llaman "la noche de los gallos".

Doblegamiento

La amenaza de Bernardo Gómez se cumplió. Después del frustrado intento de "albazo legislativo" en pro de la Ley Televisa en la reunión de comisiones unidas de Comunicaciones y Transportes y Estudios Legislativos, finalmente el martes 21 de marzo dieron resultado las presiones para lograr el voto a favor de por lo menos 40 senadores del Partido Acción Nacional, según los cálculos de su dirigente nacional, Manuel Espino, más los 40 votos "amarrados" de senadores priistas, según las cuentas del coordinador de éstos, Enrique Jackson.

De acuerdo con distintos testimonios, en ambos casos se presionó a los senadores con el mismo argumento: que Televisa amenazaba con quitar su "apoyo" a las campañas de Calderón y de Madrazo si no se apoyaba la ley.

Flanqueado por Diego Fernández de Cevallos, Espino acudió, la tarde del miércoles 22, a una reunión a puerta cerrada en la Torre Azul de la fracción panista. A los legisladores presentes les repitió una y otra vez que la minuta en cuestión representa "avances" y que "las condiciones políticas del momento" obligaban a Acción Nacional a votar a favor de la Ley Televisa. Después de largas discusiones, Fernández de Cevallos y Espino lograron la firma de casi todos los presentes para apoyar la aprobación de la minuta "como va".

Hasta antes de la noche del mismo día, una mayoría clara de senadores de Acción Nacional -con excepción de Héctor Osuna, presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes- respaldaba la posición de incorporarle cambios a la minuta proveniente de la Cámara de Diputados.

El propio coordinador de la fracción panista, Héctor Larios, defendió hasta el 21 de marzo que las comisiones incorporaran en el dictamen las opiniones del senador Javier Corral, identificado como uno de los principales críticos a la ley.

"Los tiempos electorales nos doblegaron", confió uno de los legisladores panistas presentes en la reunión. "Pesó el argumento de que no era posible que sólo el PRI capitalizara el apoyo a la ley", abundó.

Paradójicamente, al salir de la reunión, el coordinador Héctor Larios declaró a la prensa que los panistas decidieron "mantener en reserva" lo acordado y "esperar la posición del PRI". A su vez, Diego Fernández de Cevallos declaró: "Sólo puedo decir que fue un trabajo muy intenso, muy respetuoso de todos nosotros, con la presencia del partido".

Sin embargo, otros senadores informaban el contenido del "acuerdo" y acerca de cómo se había decidido apoyar la minuta. Javier Corral se declaró desesperanzado, desilusionado, pero informó que mantendrá su voto en contra de la minuta proveniente de la Cámara de Diputados.

En paralelo, otra reunión se realizó entre integrantes de la fracción de los senadores del PRI. Erick Rubio, secretario de la Comisión de Comunicaciones y Transportes, repartió unas carpetas con información de los avances. Los legisladores Manuel Bartlett, exsecretario de Gobernación, y Emilio Gamboa, exsecretario de Comunicaciones y Transportes, protagonizaron una ríspida discusión. Este último le reprochó a Bartlett que una noche antes, el 21 de marzo, calificara de "desleales" a los legisladores priistas que participaron en la reunión de comisiones a la que citaron de última hora Héctor Osuna, Erick Rubio y Héctor Michel Camarena.

El exsecretario de Gobernación le recordó a Gamboa que existía un acuerdo previo de la fracción del PRI para discutir internamente, porque hay "posiciones encontradas".

Por su parte, el coordinador de la fracción priista y presidente del Senado, Enrique Jackson, les recordó que no había muchas opciones: "o se aprueba la minuta de los diputados tal cual llegó aquí, o se le hacen cambios". En privado, Jackson confirmó que tiene "seguros" los votos de 40 senadores del PRI.

Sólo unos siete senadores del PRI han expresado públicamente su oposición a aprobar la minuta sin cambios. Entre ellos se encuentran Bartlett y Dulce María Sauri, quien participó en las comparecencias previas ante 53 especialistas.

En el caso del Partido de la Revolución Democrática, sus 15 senadores parecen respaldar la posición de su coordinador, César Raúl Ojeda, quien también funge como secretario de la Comisión de Comunicaciones y Transportes.

Desde el 17 de marzo, Ojeda distribuyó un plan, que incluye un calendario de seis reuniones, para discutir la minuta: posicionamiento de los temas básicos; definición y redacción de metodologías; revisión de los trabajos; definición de anteproyectos y presentación ante el pleno del Senado de un dictamen a la minuta que reforma las leyes de Telecomunicaciones y de Radio y Televisión.

Otras versiones indican que, si las presiones y los acuerdos con los candidatos presidenciales operan, cerca de la mitad de los 15 senadores perredistas pueden abstenerse o votar a favor de la minuta procedente del Senado. López Obrador "no se quiere pelear con Televisa", confirmó uno de los allegados al senador Jesús Ortega, coordinador de la campaña del candidato de la alianza Por el Bien de Todos.

De esta manera, con poco más de 80 votos "asegurados" a favor de la minuta de ley, este martes 28 de marzo el pleno del Senado pretende aprobar "en sus términos" la minuta proveniente de la Cámara de Diputados.

Cada vez es más lejana la posibilidad de que la minuta regrese a esa Cámara, donde 110 de un total de 172 legisladores que no votaron el 1 de diciembre por la ley enviaron el 28 de febrero una carta a Enrique Jackson, presidente del Senado, solicitándole que la minuta proveniente de San Lázaro "sea enriquecida y perfeccionada conforme a una discusión pública que propicie la identificación de coincidencias".

La carta confirma la advertencia que la Secretaría de Hacienda le hizo llegar al Senado a través de otro documento:

"Se aprecia difícil que la Cámara de Diputados vuelva a aprobar el dictamen que nos ocupa en el caso que los senadores la devuelvan con comentarios; por ello se considera que deben buscarse mecanismos alternos que garanticen consolidar los avances que se lograrían con esta reforma, tales como la elaboración de los dictámenes separados o bien propuestas a nivel reglamentario."

Televisa, el alto costo

De acuerdo con algunos observadores, la aprobación de la Ley Televisa tendrá, por primera vez para el poderoso consorcio televisivo, un alto costo en términos de opinión pública.

Primero, fracasó el intento de fast track legislativo de la tarde del martes 13 de diciembre de 2005, cuando los senadores decidieron suspender la votación de la minuta.

En las audiencias públicas realizadas el 8, 15 y 22 de febrero, la intención de construir un "consenso por fuera" se deshizo. Una clara mayoría de expertos consultados por los senadores, con excepción de un grupo de especialistas del Instituto del Derecho a las Telecomunicaciones (IDET), opinó que los cambios a la Ley Federal de Telecomunicaciones y a la Ley Federal de Radio y Televisión implicaban un serio retroceso porque privilegiaban la posición dominante de Televisa.

La del 15 de febrero fue otra sesión negra para el consorcio. En esa ocasión, el presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), Jorge Arredondo; el titular de la Comisión Federal de Competencia, Eduardo Pérez Mota; y el consejero presidente del Instituto Federal Electoral, Luis Carlos Ugalde, coincidieron en que la iniciativa no asegura un uso eficiente del espectro radioeléctrico, propicia la concentración y convierte al IFE en una "caja chica" de los medios electrónicos al hacerse cargo de los pagos de publicidad solamente.

El 1 de marzo, el periódico El Universal publicó las transcripciones de una serie de llamadas telefónicas tituladas "Operación Torniquete". En ellas, el asesor jurídico de Televisa, Javier Tejado Dondé, quien está vinculado directamente con Bernardo Gómez, presiona a distintas empresas de telecomunicaciones (Maxcom, Intel, Hewlett Packard, Marcatel) para que la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones e Informática (Canieti), presidida por María Teresa Carrillo, apoye la Ley Televisa.

En una primera toma de posición, la Canieti -en un desplegado del 12 de diciembre- expresó su "sorpresa, preocupación y desacuerdo" con las reformas. Tras las llamadas de Tejado Dondé y el cabildeo de poderosas empresas, como la telefónica Alestra, la Canieti envió en enero otra carta a Enrique Jackson para apoyar "en sus términos" la minuta aprobada en la Cámara de Diputados.

La difusión de las llamadas de Tejado Dondé generaron reacciones en contra de las presiones de Televisa. El exembajador Porfirio Muñoz Ledo opinó que esto demostraba "un desprestigio bestial", al tiempo que los senadores Dulce María Sauri, del PRI, y Felipe Vicencio, del PAN, coincidieron en que estas grabaciones evidenciaban la intensa presión y cabildeo de Televisa.

El panista Héctor Osuna, firme impulsor de la minuta, opinó: esas llamadas "me dan risa". "Son grabaciones de personas hablando de cómo impulsar algo a favor de una industria. Eso lo hace todo el mundo", agregó.

La difusión de esas conversaciones llamó la atención del periódico estadunidense The Wall Street Journal, cuya edición del 9 de marzo advirtió que tal cabildeo ha llevado a cuestionar si la joven democracia mexicana es "pisoteada" por los directivos de grandes empresas.

El corresponsal en México de ese diario, David Luhnow, destacó que la urgencia de Televisa para que el Senado mexicano apruebe las reformas antes de la elección presidencial del 2 de julio tiene la finalidad de "proteger sus intereses" ante un eventual triunfo del candidato de la alianza Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador.

El rotativo neoyorquino señaló que "algunas de las grabaciones telefónicas entre Tejado y miembros de la Cámara (Canieti) sugieren que Televisa redactó la carta de apoyo o, al menos, dictó grandes porciones de ella".

No había pasado el golpe de las grabaciones cuando comenzó a circular otra versión respecto de una llamada telefónica en la que se documentan las presiones del consorcio televisivo a "un senador" y en la que se habla de miles de dólares en sobornos para convencer a varios legisladores de que voten a favor de la Ley Televisa.

En la empresa creció la preocupación por el interés internacional en su manera de "cabildear". Desde el 15 de marzo, la principal compañía televisiva de América Latina busca aumentar su participación en Univisión, la cadena hispanohablante más importante de Estados Unidos, que domina 60% del mercado.

El vicepresidente de Finanzas de Televisa, Alfonso de Angoitia, informó a Proceso que el objetivo del consorcio es incrementar su participación de 11 a 25% las acciones de Univisión, pero aclaró que no han formalizado con quién harían la alianza. Versiones periodísticas desmentidas por Televisa mencionaron a Gustavo Cisneros, el magnate de la televisión venezolana, como posible prospecto para esa alianza.

Las relaciones entre el principal accionista de Univisión, Joe Perencchio, y Emilio Azcárraga Jean se tensaron a finales de 2004, cuando el presidente de Televisa quiso imponer como su "hombre fuerte" en la cadena a su amigo y vicepresidente, Bernardo Gómez.

La serie de presiones ejercidas por Gómez y sus "cabilderos" en la Cámara de Senadores inquietan a los socios estadunidenses de Televisa. Entre ellos comienzan a mencionar con preocupación los modos y las maneras en que el consorcio impone sus intereses.

"Aquí no se trata de pelea de gallos", dicen. l


Una razón más para votar por el peje y el PRD para el congreso en el 2006.

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