René Sánchez Galindo
A finales de agosto de 2005 tanto a la oficina del Deirector General de Infonavit, Víctor Manuel Borrás Setién, como a la de los integrantes del Consejo de Administración de esta Institución (sector obrero oficial, patronal y gobierno), llegó un estudio que ponía en cifras la realidad financiera de la cartera del Infonavit. 12.5% de los créditos otorgados a les trabajadores, para entonces, se encontraban vencidos.
Con ese nivel de cartera vencida el nivel de rendimiento de la sub cuenta de vivienda sólo alcanza entre el 2 y 3 % a diferencia del 4 % real que alcanzan las afores. En otras palabras, el Director General de Infonavit sabía que su administración por cinco años arrojaba menores rendimientos para les trajadores que los raquíticos intereses que obtiene la banca privada, de donde Borras proviene.
Cerca de 195,000 créditos vencidos y más de 110,000 en lo que llaman “cartera reservada al 100%” o como le conocen, “cartera chatarra”. Suman alrederor de 305,000 créditos vencidos que representan el 12.5% de los 2,462,368 créditos otorgados por Infonavit entonces.
El documento oficial además precisaba que “cada vez es más difícil alcanzar la meta de cartera vencida (5%), ya que el número de créditos vencidos no baja”. ¿Por qué será?
Dentro de los créditos vencidos, según el estudio, existen 42,893, Infonavit ni siquiera contaban con el expediente correspondiente, es decir, no tenían el contrato de venta de vivienda, ni de otorgamiento de crédito, ni la constitución de la hipoteca. Perdieron los contratos, perdieron el expediente.
Entonces se planteaban adjudicar cerca de 4,000 créditos, es decir que Infonavit se quedaría con las viviendas por el estado procesal avanzado de los juicios entablados contra les trabajadores.
Este documento afirma que se logró identificar 56,491 créditos vencidos con las siguientes características: créditos originados antes de 2001, más de 12 meses sin pagar, contaban con expediente o constancia del reistro público, entre otros.
Por lo que los sectores obrero oficial, patronal y el gobierno de Fox, decidieron vender estos créditos al mejor postor como si se tratara de créditos bancarios. Tal y como procede la banca.
Autorizaron proceder a la venta porque entonces acaban ser beneficiarios como institución del entonces pre candidato, Felipe Calderón, ya que su esposa, Margarita Zavala, entonces Diputada Federal, cabildeó intensamente, tiró línea y afirmó que “Felipe apoyaba Borrás”. Todo, para que la oposición a las reformas a la Ley de Infonavit, que un pequeño grupo de diputadas panistas defendía, cesara.
Las diputadas se echaron para atrás y las reformas, con el voto en contra del PRD, se aprobron. El resultado fue que su contralor interno es nombrado por ellos mismos y no por la Secretaría de la Función Pública y que Infonavit no se somete al Ifai ni a la Auditoría Superior de la Federación, entre otras linduras.
Así el Infonavit resolvió vender a empresas privadas el destino de más de 56,000 familias que dejaron de pagar por una simple razón: perdieron el empleo. Por lo tanto, son culpables y deben pagar, no importan el desempleo y la falta de empleso formales que son una realidad hoy. Eso piensa Infonavit, y cree que puede vender con facilidad y sin ningún tipo de responsabilidad legal, ¿será?
Más notas del compañero Rene-renegado aquí
1 comentario:
No me sorprende, solo basta con ir a ver las quejas de usuarios de créditos infonavit, de por si dan mal servicio, no te quieren atender y ahora esto :S
Publicar un comentario