NOTA TRAÍDA DEL :BLOG CARICATURA SIN MONITOS:
CARICATURA SIN MONITOS:
Huele a fraude..
Dedicado a los medios alternativos y, a los mexicanos que ven a México, como su patria, no, como simple negocio.
Mucho se ha escrito de la manera en que se vendió, la línea aérea más grande del país, Aeroméxico. Varios comentarios he podido escuchar en el sentido de que, al menos el proceso, fue poco transparente o muy enredado si lo prefiere. Eso derivó en una inquietud que hizo meterme, de lleno, a lo publicado y aquí le presento el resultado de la investigación realizada.
Las sociedades anónimas, forman parte del sistema económico en que nos movemos y como tales, tienen una normatividad que las regula. En su interior, a través de los estatutos sociales, los dueños o accionistas, tienen que establecer, a la vez, reglas claras que permitan un desarrollo en la vida económica de la empresa, por lo que es indispensable, se cumplan a la orden del día, puesto que de ello dependerá en mucho la buena marcha del negocio. Nadie, excepto el órgano supremo de la empresa, que es la asamblea accionaria, podrá modificarlos. El no respetar esos preceptos, es penado por distintas leyes que nos rigen en el país.
Por lo tanto, como tales, los estatutos no estarán a discusión y se aplicarán tal cual dice la letra; y para ello, existen encargados nombrados por la asamblea de accionistas: el consejo de administración y el director general.
Por otro lado, tenemos organismos dedicados a supervisar que se cumplan los preceptos necesarios que redunden en un incremento en la confianza del inversionista.
¿Pero, qué sucede cuando ambas partes dejan a un lado su labor? Se pierde la garantía que se requiere en actividades tan delicadas. Pues bien, al parecer, estamos enfrente de un asunto sumamente delicado y que voy a intentar explicarle lo mejor que pueda. Favor de abrocharse los cinturones de seguridad, porque el viaje que vamos a emprender, estará lleno de turbulencias.
Con base en información publicada por la compañía Consorcio Aeroméxico, S.A. de C. V. y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, se desprende que, en la operación de venta por el mecanismo de subasta hubo distintas irregularidades que incluso dan pie a la nulidad de la operación mercantil, ya que se violaron distintos artículos, de la Ley del Mercado de Valores, de los estatutos sociales de la empresa en cuestión, de reglamentos, tanto de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), como del Instituto para el Depósito de Valores (Indeval) y circulares emitidas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Publico (SHCP) mediante la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). Lo más penoso del caso es, que las violaciones fueron también, por parte, de las personas que debieran cuidar que no se rompieran las reglas en ningún sentido.
Si usted piensa que todo se inició con la primer oferta por parte de los señores Saba, deje que le diga que anda equivocado; el cuento se inicia, el día 24 de enero del año de 2006, cuando la empresa emite un comunicado en el que explica que, la Asamblea General de Accionistas de Cintra, S.A. de C.V. aprobó el cambio de denominación social, de Cintra, S.A. de C.V. por el de Consorcio Aeroméxico, S.A. de C.V.
Debido a eso, el 7 de marzo del mismo año, Cintra, S.A. de C.V. comunica al público inversionista el cambio de "clave de cotización" que era, hasta ese día, Cintra y pasaba a ser Amexico.
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