/tr>
LOS PRODUCTOS DEL BOICOT ¡NO LOS CONSUMAS!: Bimbo , Sabritas , Jumex , Pepsi, Gamesa , Televisa (televisión y revistas), TV Azteca , Milenio (Diario y Semanal), Banamex , Maseca , COPARMEX , Coca-Cola , Wal-Mart , Bachoco , Megacable , Farmacias Similares , M&M's , Kimberly Klark , Burger King , grupo ALSEA , Autobuses Estrella Blanca . Más en este link.

miércoles, octubre 03, 2007

Mendiga de lujo




Estrictamente personal
Raymundo Riva Palacio
03 de octubre de 2007

Durante años, la señora Marta Sahagún presionó a empresarios para que aportaran recursos a Vamos México, algunos de los cuales, se empieza a conocer, terminaron en sus bolsillos

Por la parte más frágil se deshoja siempre la margarita. Luis Miguel Moreno, propietario de CMM Consultores, le reveló al reportero Alberto Aguirre, de EL UNIVERSAL, que el jeep rojo todo terreno con el cual ha aparecido Vicente Fox en varias fotografías no fue producto del esfuerzo del ex presidente, sino, muy probablemente, del de su esposa, Marta Sahagún. Moreno contó que en 2001 logró un contrato con la Fundación Vamos México para comercializar 5 millones de boletos tipo “ráscale”, y que conforme iban aumentando sus pedidos igual se incrementaban las solicitudes extraordinarias de la ex primera dama. Como por ejemplo, cuando en 2002, para celebrar el Informe presidencial, le pidió un jeep como el que usaba el presidente George W. Bush en su rancho en Texas. El 1 de septiembre de ese año, con una factura a nombre de otra persona, lo entregó en Los Pinos.

La revelación de Moreno es tremendamente significativa, pues por primera vez pone al descubierto el modus operandi que empleó la ex primera dama durante el arrogante reinado que presidió en Los Pinos. Mendiga de lujo, la señora Sahagún ejerció una permanente presión sobre la clase empresarial y en los círculos de poder político para allegarse bienes, conseguir recursos y obtener protección para su familia, sin pensar que, quizá en el futuro, le empezarían a cobrar las facturas. Moreno abre esa puerta, que es profunda y a veces parece interminable.

Marta Sahagún era terriblemente encajosa. Una de las perlas más significativas se dio en octubre de 2001, cuando para el lanzamiento de Vamos México organizó en el Castillo de Chapultepec un concierto con Elton John. No fue una función filantrópica, sino bajo el esquema de recaudación de fondos. Pero tampoco fue voluntaria, sino forzosa. La señora se dedicó a hablar a empresarios de todo tipo para presionarlos a que le compraran mesas de 10 lugares, a 10 mil dólares el cubierto, como su contribución a tan noble tarea. Muchos empresarios, aunque refunfuñando, compraron mesas completas.

Marta Sahagún también era atrabancadamente encajosa. Trepadora social, no había tenido realmente una oportunidad para encontrarse en el lugar adecuado. En Celaya, donde vivía con su familia antes de involucrarse con Fox, alternaba la venta de quesos en las esquinas con la atención a su botica veterinaria. Su vestuario, del que tanto se habla, era muy modesto en aquellos años, e incluso en los que fungió como responsable de comunicación social del entonces gobernador de Guanajuato, su futuro esposo Vicente. Cuando ganó la elección y era presidente electo, su ex amigo y cerebro financiero de Amigos de Fox, Lino Korrodi, le daba dinero para que se comprara mejores ropitas y zapatos. Pedir nunca se le quitó. Con el paso del tiempo llegó a pedir —y le dieron— ropa fina que llegó a ver en las casas de algunas amistades coyunturales que adquirió como primera dama.

Este hábito, narrado por algunas damas de la más alta sociedad que la padecieron y la despreciaban en su fuero interno, fue desapareciendo. Marta Sahagún fue acumulando bienes comprados con dinero que no tiene huellas aparentes. La ropa, paradójicamente, la desnuda. Hay propietarias de boutiques en la aspiracionista avenida Mazaryk en la ciudad de México que recuerdan cómo llegaba, regularmente con sus escoltas, a vaciar los estantes de Escada, Prada y Channel. Sus vestidos más baratos costaban 15 mil pesos, y en la remodelación de Los Pinos, cuando Fox decidió construir dos “cabañas”, su recámara estaba tan atiborrada de ropa que los anaqueles para colgarla empezaban prácticamente al pie de la cama.

La nueva rica también era miserable en el alma. No tuvo reparo en golpear sistemáticamente a las hijas adoptivas de su esposo Vicente, a quienes les cerró la cartera. Peleó contra la mayor, Ana Cristina, quien jugó siempre del lado de su madre adoptiva, Lilián de la Concha. No pudo con la señora de Los Pinos. Fox decidió cancelar de una vez por todas las disputas palaciegas de la familia, y mandó una larga temporada a Ana Cristina, a la segunda hija, Paulina, y a su madre, Lilián, a Europa. Se fueron a Florencia, Italia, pero no fueron mantenidas por Fox. Quien se hizo cargo de ellas fue el empresario tapatío y accionista mayoritario del Grupo Fertinal —que emprendió con éxito una larga demanda contra ING—, Fabio Covarrubias, quien sufragó todos sus gastos hasta que las jóvenes se mudaron a Madrid a estudiar.

En la capital española el ex presidente volvió a hacerse cargo de sus hijas, pero de manera muy limitada. Les enviaba a las dos menos de mil 500 dólares al mes —una cifra nada cómoda para vivir—, con lo cual podían pagar un piso modesto en el barrio universitario y moverse en transporte público. Nada que ver con otros familiares de ex presidentes que vivieron en el exterior. Pero las carencias de unas eran las bonanzas de otros, los hijos de la señora, los Bribiesca Sahagún. Para ellos Los Pinos y los privilegios. Y los aviones del Estado Mayor Presidencial puestos a su disposición para lo que se les ocurriera. La señora no tenía límites.

Ella misma había pedido a dos empresarios, un textilero y otro propietario de medios de comunicación, que introdujeran a su primogénito Manuel en el mundo de los negocios. Así fue. El joven Manuel voló rápido. Se metió a la construcción y en negocios aún no terminados de discernir, en los que las presiones directas de la ex primera dama hacia el ex director de Aduanas, José Guzmán Montalvo, facilitaban las cosas. No se han podido probar actividades ilícitas de ambos, pero cuando la periodista argentina Olga Wornat publicó su libro La Jefa, donde recopilaba algunas de las imputaciones de presunta corrupción de los hijos de la señora, hubo otros medios que decidieron seguir el tema. Ahí volvió a mostrar su mano implacable. Cuando el dueño de una importante publicación envió a varios reporteros a León a investigar a sus hijos, le habló para canjearle la protección a su hijo Manuel por ayudarle a resolver un problema judicial del primogénito del periodista. Así se hizo.

La colusión y las componendas que existieron han impedido profundizar en la investigación sobre la (ex) familia presidencial. Pero las revelaciones de Moreno abren nuevas formas de analizar el presunto enriquecimiento del ex presidente y de su avorazada Dulcinea. No es un trabajo arqueológico, pero sí metódico. El trabajo de Aguirre abre el cascarón de resentimiento de un empresario que, se puede decir, fue cuando menos chantajeado por la señora Sahagún, quien le pidió pago en especie a cambio de contratos para Vamos México. Moreno no es la excepción, y puede ser el principio del fin del deshoje de la margarita. Es la historia que siempre se ha esbozado en la Fundación Vamos México, parapeto de los abusos y excesos de una señora a la que hay que ponerle un hasta aquí.

rriva@eluniversal.com.mx

r_rivapalacio@yahoo.com




Campos Elíseos
Katia D´ Artigues
03 de octubre de 2007

Marta y sus regalitos


Pésima semana la que ha tenido Vicente Fox.

Y para mitad de semana tenemos al primer valiente empresario en decir esta boca es mía. Pero ojo: no salió a defenderlos, ¡sino todo lo contrario!

Se trata de Luis Miguel Moreno Vélez, dueño del despacho MM Consultores, que colaboró en la venta de boletos tipo “raspadito” de la Fundación Vamos México.

En entrevista con EL UNIVERSAL, relata que Sahagún le pidió un pequeño detalle para el ex presidente:

—La señora Marta me solicitó la compra de un vehículo tipo Jeep que quería regalar al presidente Fox con motivo de su Informe…

¡¿Qué tal?! Lo pidió en color rojo, para que fuera idéntico al que George W(ar) Bush usa en su rancho Craw-ford… El mismo que ahora califica en su libro de “arrogante” y “vaquero de parabrisas”.

Fue en las primeras horas del 1 de septiembre de 2002 cuando se presentó en Los Pinos para dejar el Jeep Wrangler X, con transmisión 4 por 4 y faros de niebla, y que le costó 250 mil pesos.

Lo curioso es que en sus declaraciones patrimoniales no aparece este vehículo.

Posiblemente sea porque le pidieron que el vehículo se facturara a nombre de Gonzalo Bustamante. ¿Será por eso?

Ayer, el ex presidente no dijo ni pío respecto a este asunto.

¿Alguien saldrá a decir qué otros regalos pidieron? Por lo pronto el perredista Javier González Garza asegura que esto es solo “la punta del iceberg”.




BAJO RESERVA
Periodistas EL UNIVERSAL
03 de octubre de 2007

Marta Sahagún deja un misterio en Los Pinos

Un misterio ronda Los Pinos. La residencia Lázaro Cárdenas, utilizada por la ex primera dama Marta Sahagún como despacho personal, tiene una habitación sellada desde el 30 de noviembre de 2006. Los sellos corresponden al Estado Mayor Presidencial. Nadie, ni los nuevos inquilinos conocen ni quieren conocer lo que hay dentro de este espacio, nos cuentan.

El salón se encuentra en la planta baja de la casa, junto a la Sala Blanca que sirvió de antesala cuando los presidentes (el último fue Ernesto Zedillo) utilizaban ese inmueble como despacho. Doña Marta fue la dueña y señora de ese complejo y, desde luego, del misterioso cuarto clausurado, nos explican.

El ingenieroCuauhtémoc Cárdenas Solórzano asegura que en los meses que estuvo como encargado de la organización de la celebración del centenario de la Revolución y bicentenario de la Independencia de México, no tocó ni un centavo del gobierno federal. Así salió al paso de las críticas de Rafael Tovar y de Teresa, dedicado a los festejos, que declaró la semana pasada un supuesto desfalco de 50 millones de pesos.

Fiel a su costumbre, don Cuauhtémoc reservó su opinión sobre la polémica del presunto enriquecimiento y los regalos, como el jeep rojo, que recibió el ex presidente Vicente Fox. “Están muy bonitas las fotos”, exclamó.

Cómo han cambiado los tiempos. Ya no es novedad que el subcomandante Marcos, del EZLN, visite el DF. Esta semana apareció por la colonia Roma y avisó que está dedicado a la organización del encuentro continental indígena, que se llevará a cabo del 10 al 14 de octubre en la población sonorense de Vicam, de larga tradición de resistencia yaqui. Vienen etnias de todas partes del mundo.

Pero antes de ese encuentro, don Marcos se topó con algunas tribus del PRD, y ya supo en pasamontañas propio lo que es hablar mal del ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador. Durante su conferencia del lunes pasado en la Casa Lamm, los asistentes se dividieron en el coro de consignas. De los gritos estuvieron a punto de pasar a los golpes. Ayer se celebró el natalicio de Gandhi, y estas facciones en conflicto deberían haber recordado su frase: “Si se vive bajo el precepto de ojo por ojo, se acaba ciego”.

El senador panista César Leal Angulo invitó a cenar esta noche a su casa a los embajadores de Venezuela, Roy Chaderton Matos, y de Cuba, Manuel Aguilera. Varios de los convidados han dicho que esa velada será un encuentro edificante para las relaciones de Felipe Calderón Hinojosa con los gobiernos de Hugo Chávez y Fidel Castro.

Confirmaron su asistencia el priísta Manlio Fabio Beltrones, el perredista Carlos Navarrete, el convergente Dante Delgado y el panista José González Morfín, así como los embajadores de Chile, El Salvador, Colombia, Argentina y Paraguay.

No todo ha sido diplomacia en la legación cubana en México. Así como La Habana retiró el permiso de estancia al corresponsal de EL UNIVERSAL César González Calero, ahora los encargados de prensa de la representación caribeña no incluyeron al reportero de este diario en la conferencia de prensa del nuevo embajador Aguilera.

Siguen las muestras de cariño y solidaridad para la familia de nuestro colaborador Fabián Aguinaco, por el fallecimiento de su padre, el ex presidente de la Corte, Vicente Aguinaco. Un abrazo fuerte a los familiares del abogado.



Fox-Marta, la hoguera de las vulgaridades






jenaro villamil

México, D.F., 2 de octubre (apro).- No los conoció Tom Wolfe, pero sí los exhibió en todo su esplendor la revista Quién. A partir de una sesión de fotos posadas y de testimonios de ambos, Vicente Fox y Marta Sahagún inauguraron --en la edición del 13 de septiembre de esta revista-- el nuevo estilo de la debacle expresidencial.

El escándalo ha sido imparable, no por afán de linchamiento, sino por la insistencia en la vulgaridad, demostrada por este binomio que aún no reconoce su principal error: creerse protagonistas de una hazaña filantrópica cuando en realidad son los bufones de una tragicomedia política.

Lo trágico de Vicente Fox y de Marta Sahagún es que su sociedad de conveniencia los ha sellado hasta que la muerte política los separe. Ahora ya no se trata sólo de la exhibición de sus pretensiones rancheras y bucólicas, sino de la documentación de indicios de corrupción y tráfico de influencias cada vez más patéticos.

El periódico El Universal le ha agregado al escándalo el ejemplo más cómico o ridículo de las vulgaridades foxianas. El testimonio de Luis Miguel Moreno Vélez bien puede ser la “perla” del estilo de la pareja.

El propietario de este despacho de servicios de consultoría, le relató al reportero Alberto Aguirre que el jeep Wrangler X que le costó 250 mil pesos y que le “obsequió” a Vicente Fox –a sugerencia de la exprimera dama de la extorsión-- es igualito al que el ranchero expresidente luce en sus fotos.

“La señora Marta me solicitó la compra de un vehículo tipo Jeep que quería ‘regalar’ al presidente Fox, con motivo de su Informe”, afirmó Moreno Vélez.

La propiedad de este jeep no se encuentra en la declaración patrimonial que Fox con tanta insistencia ha presumido en estos últimos días para acallar las acusaciones de desvío de fondos. Fox utiliza con frecuencia este vehículo para transportarse del rancho San Cristóbal a La Estancia.

En los reportes de la Secretaría de la Función Pública (SFP) tampoco se encuentran otros automóviles que la familia Fox ha presumido en su maratón de revista de sociales: una Hummer H3, un Jaguar blanco X-Type y otros carros menos costosos como una Nissan X-Trail.

Proceso ha documentado desde dos semanas atrás que el rancho La Estancia no es la única propiedad inmobiliaria que el expresidente y su eterna primera dama han mantenido en la vulgaridad de la falta de transparencia.

A estas propiedades se suman, por lo menos, nueve lagos artificiales que Vicente Fox insiste que creamos que son simples “estanques naturales de riego”, como si esta denominación le restara valor a construcciones hidráulicas, propias de una pretensión faraónica.

La comparación entre la extensión de las propiedades de Vicente Fox y las de las “víboras prietas y tepocatas” del viejo régimen priista que ocuparon la Presidencia deja muy mal parado al guanajuatense, tal como documentó fotográficamente Proceso en su más reciente edición.

Como vemos, el escándalo, lejos de aminorar, apenas comienza. Fox y Marta pudieron pasar a la historia solamente como una pareja inculta llena de soberbia y falta de mesura. Ahora se le agregará a esta hoguera de vulgaridades un expediente que día a día revela que la corrupción no se quedó solamente en el “hijastro incómodo”, sino que cubre a los dos tórtolos que quisieron presumir su cercanía y resultó que exhibieron su impudicia.

La pregunta fundamental sigue siendo si el gobierno de Felipe Calderón se conformará solamente con el juicio de la opinión pública, con los gritos de “ratero” que panistas inconformes le endilgan a su expresidente, o si realmente investigará y procesará lo que desde hace más de un año se ha documentado con los casos de la Megabiblioteca, los contratos sospechosos en Pemex o la renovación del aeropuerto de la Ciudad de México, entre otras obras del foxismo: la corrupción rampante de quien en quince minutos de vulgaridad destruyó seis años de vanidades.

Comentarios: jenarovi@yahoo.com.mx.


Esconde Fox el Jeep rojo de la discordia


verónica espinosa

San Cristóbal, Gto., 2 de octubre (apro).- En esta ocasión, Vicente Fox dejó el Jeep rojo que usualmente utiliza para transportarse desde la Granja o La Estancia al Centro Fox a fin de recibir a sus invitados.

Contrario a su costumbre, el expresidente llegó esta mañana a la plaza principal de esta ciudad, a bordo de una camioneta Explorer vino, placas 348 SUV del Distrito Federal.

Y es que el diario El Universal publica, en su edición de este martes, declaraciones del empresario Luis Miguel Moreno Vélez --dueño de una oficina de consultoría que promovió sus servicios para la fundación Vamos México--, quien aseguró que, en 2002, en vísperas del segundo informe presidencial de Fox, Marta Sahagún le solicitó como obsequio un Jeep Wrangler X rojo, semejante al que utiliza el presidente estadunidense George W. Bush en su rancho de Texas, para regalárselo a quien en ese entonces ya era su marido.

La empresa de Luis Moreno fue involucrada --en febrero de 2003-- en un fraude con boletos de sorteo tipo “raspadito”, junto con la refresquera Pepsi y la Fundación Vamos México, después de denuncias de los supuestos ganadores a los que se les había exigido devolver los vehículos.

El asunto nunca fue suficientemente aclarado ni por Vamos México ni por la embotelladora. Tampoco por la Secretaría de Gobernación, responsable de otorgar el permiso y certificar la legalidad del sorteo.

Según Moreno Vélez, en ese entonces accedió a entregar el vehículo y lo llevó personalmente a Los Pinos la madrugada del 1 de septiembre de ese año, aunque aclaró que, por recomendación de la oficina de Presidencia, el vehículo no fue registrado a nombre de Fox, sino del empresario Gustavo Bustamante, contacto entre Moreno y Marta Sahagún.

Ahora el vehículo circula entre La Estancia, la Granja San Cristóbal y el Centro Fox con el expresidente al volante, y sin que el todo-terreno aparezca en alguna de las declaraciones patrimoniales del expresidente, quien se ha jactado de que no tiene nada que esconder y duerme “con la conciencia tranquila”.

Fox y su mujer recibieron en el quiosco de la plaza de esta comunidad a la familia del niño Adrián Flores Saucedo, quien recibió un transplante de corazón en menos de dos meses por gestiones de la expareja presidencial.

La ayuda fue solicitada a fines de marzo durante una conferencia que el guanajuatense dio en la Trinity University de San Antonio, Texas.

El pasado 27 de abril, el menor de 8 años fue sometido a una cirugía en un hospital de Arkansas, donde le colocaron una válvula, y, el 13 de mayo, recibió un nuevo corazón, según han publicitado ampliamente el Centro Fox y la Fundación Vamos México.

Al recibir a la familia Flores Saucedo, la expareja presidencial le entregó un equipo de cómputo y un certificado por el que se comprometen a abrir una cuenta de inversión para costear los estudios de preparatoria y universidad de Adrián.

Los Fox-Sahagún habían convocado a todos los habitantes de la comunidad para acompañarlos a recibir a Adrián. Pero sólo se presentaron un puñado de mujeres para saludarlos.

En cuanto terminó el acto, el guanajuatense –quien ya rara vez viste sus camisas azul claro, pues hoy lucía una verde a cuadros y pantalón de mezclilla-- anunció que no haría declaraciones sobre su patrimonio.

Subió entonces al asiento trasero de la Explorer, que era conducida por un elemento del Estado Mayor Presidencial, y arrancó rumbo a la salida de la comunidad, mientras que Marta Sahagún caminó y entró a la exhacienda San Cristóbal, donde se construye el Centro Fox.

Minutos después, la misma camioneta Explorer regresó por Sahagún de Fox.



Visita Resiste Acapulco

1 comentario:

Javier dijo...

Ay estos periodistitas de cuarta... a toro pasado es muy fácil hablar, Katia Dartiguez y Rivapalacio son 2 personas que en tiempos de elecciones tenían mucho espacio en TV .. por qué no hablaron todo esto entonces aun y cuando lo sabían... ahora si se las dan de muy críticos no?

Mis respetos a Aristegui, Rocha y Julio Hernández que mantienen una misma postura de hablar con la verdad SIEMPRE