UNA VOZ DE ALERTA.

Salud en riesgo

sábado, 10 de marzo de 2007

Abandonan tratamiento enfermos de SIDA debido a la negación del VIH, alerta la secretaria de Salud del Gobierno Legítimo de México, Asa Cristina Laurell / El padecimiento destruye el tejido social y económico y provoca la disolución del núcleo familiar, precisa MEXICO, D.F., 9 de marzo.- La polémica sobre la existencia del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) se ha revivido a últimas fechas en México, a pesar de estar resuelta a nivel internacional, y la negación de ese padecimiento está causando que algunos pacientes con Sida abandonen el tratamiento, aseguró la secretaria de Salud del Gobierno Legítimo de México, Asa Cristina Laurell. Dicha situación incide directamente en la salud pública y en la seguridad sanitaria de la población entera, porque amenaza con dificultar el avance de las campañas de prevención que están impactando positivamente sobre el crecimiento de la epidemia, advirtió. “Cuando se niega la enfermedad no se hace prevención”, puntualizó al explicar que no hay ninguna duda de que la prevención y la socialización del conocimiento sobre cómo se trasmite la enfermedad son indispensables para evitar que la epidemia se convierta en una suceso incontrolable con resultados graves para toda la sociedad y para los individuos. “Disentir” sobre la existencia del VIH pudiera tener efectos todavía más graves que negar la eficacia del uso del condón como medida preventiva, explicó. Asa Cristina Laurell hizo énfasis en que la propagación de una enfermedad contagiosa y el crecimiento de una epidemia dependen importantemente de la probabilidad de contacto -en este caso, sexual o vía sangre- de una persona sana con otra infectada. Cuando crece el número de infectados es más probable que se de este contacto. “Las epidemias tienen generalmente un crecimiento inicial lento pero a partir de la acumulación de infectados en la población tienden a ser explosivas y con pocas posibilidades de control cuando no se disponen de vacunas o tratamientos que curan el padecimiento”, subrayó. Recomendó aprender del caso de África subsahariana, donde se negó la existencia del virus, por ejemplo en Sudáfrica, o se ignoró el peligro. “Esto dio por resultado que no se actuó a tiempo y hoy una de cada tres a cinco personas está infectada en países como Zimbabwe, Botswana o Sudáfrica cuando hace diez años la tasa de infección era semejante a la mexicana”, recordó. La epidemia, prosiguió, está literalmente destruyendo el tejido social y económico y decenas de miles de huérfanos, familias disueltas, hombres y mujeres en edad productiva, gravemente enfermos o prematuramente fallecidos, servicios de salud sobrecargados y costos inmanejables de medicamentos es la dramática situación que amenaza con hacer inviables naciones enteras. Se preguntó: ¿Por qué se cuestiona la existencia del virus del VIH si no se cuestionan la de los demás virus? Expuso que los virus son los microorganismos más pequeños que se conocen y sólo pueden verse con microscopio electrónico. “El VIH, igual que todos los otros virus que conocemos, se ha visto de esa manera. Comúnmente el diagnostico de las infecciones virales se realiza buscando anticuerpos específicos para cada virus en las personas que han estado en contacto con ellos o por los síntomas clínicos que presenta una persona”, agregó. Mencionó que el VIH es un virus identificado desde 1983, aislado en todo el mundo y del cual conocemos más que de casi ningún virus en la historia de la humanidad y ¿por qué decimos que el VIH causa el Sida? Porque las personas que tienen Sida tienen anticuerpos contra el VIH, porque los niños y niñas pequeños que tienen Sida nacieron de una mujer que tiene anticuerpos contra este virus y además porque existen medicamentos que en los cultivos de laboratorio impiden el crecimiento del VIH y son los que han permitido que la gente que vive con VIH no desarrolle Sida en muchos años, repuso. Estas son realidades demostradas a lo largo de muchos años. ¿Podemos disentir de ellas? ¿Podemos negarlas? Los grupos “disidentes” respecto a la existencia del VIH no ponen en duda la existencia del virus de la polio, o del que causa sarampión, o del de hepatitis C, ni tampoco sugieren a las personas que no acudan al médico o que no vacunen a sus hijos. ¿Será tal vez porque esas no son enfermedades estigmatizadas y los que las padecen no son discriminados?, insistió. También cuestionó: ¿Vamos a aceptar una nueva forma de dañar a los infectados, vamos a aceptar que pierdan muchos años de vida, vamos a exponer a la sociedad a una epidemia incontrolable, porque hay personas que “disienten” sobre la existencia del virus? O tal vez estos grupos quieren que la gente con VIH muera lo antes posible como expío por “sus pecados”. Reiteró que el VIH existe, puede ser controlado, las personas afectadas pueden vivir largos años con una atención médica adecuada y acceso a medicamentos antirretrovirales que controlen al virus. “Las personas que viven con VIH tienen derecho a una atención médica adecuada y medicamentos gratuitos como resultado de una larga lucha. La sociedad tiene derecho a información verídica sobre el virus y sobre la prevención de la enfermedad”, agregó.