LA "ETICA" PANISTA.

Jesús Gonzales Schmall, nos informa en el Universal:

Jesús González Schmal
01 de abril de 2006

La mayoría sin ética

EN la sesión del 28 de marzo en la Cámara de Diputados se presentó un caso de degradación política que no puede pasar inadvertido, a menos que ya estemos resignados a dejar que la política sea sólo ocasión de medro y disputa frívola por el poder.

En dicha ocasión, la diputada Martha Lucía Micher Camarena del PRD presentó un punto de acuerdo para "que la subcomisión de examen previo de esta Cámara emita la resolución a la denuncia de juicio político en contra de Luis Pazos de la Torre, por las irregularidades en la asignación y utilización de recursos públicos destinados al Comité Pro-Vida A.C. en el decreto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2003".

Lo inusitado del caso fue que el único partido que se opuso a esta básica revisión del gasto público, que tiene entre sus más elementales cometidos la Cámara de Diputados, fue nada menos que el Partido Acción Nacional. Ganar la votación para impedir que este asunto se esclarezca en beneficio de la corrupción no le fue fácil al grupo parlamentario panista; la votación se tuvo que repetir en tres ocasiones porque los demás partidos, que sostenían el punto de acuerdo, no alcanzaban la votación calificada de 66%.

No sobra reseñar la forma tan penosa en la que transcurrió el debate en donde los oradores panistas defendieron lo indefendible, que era el impedir que se diera curso "de urgente resolución" a la propuesta de la diputada Micher. Nadie que viera el curso de la sesión podría pensar en su sano juicio que los panistas eran los que contra toda su historia y largo pasado en el que persistentemente sostuvieron el irrebatible derecho humano del pueblo a tener información completa y objetiva sobre el uso de los recursos públicos, ahora utilizaran su bancada para que, sin excepción (no hubo un solo voto de conciencia), sus diputados votaran contra una petición a todas luces procedente y consecuente con el ideario y propuestas políticas del blanquiazul.

La solicitud de la resolución respecto de un presupuesto que Luis Pazos, director de Banobras (panista de hace muy pocos años y pertinaz crítico del Estado obeso), se atrevió entonces, en su calidad de diputado presidente de la Comisión de Presupuesto a desviar los recursos que la Cámara había dispuesto para la atención de servicios de salud para mujeres con cáncer cervicouterino y cáncer mamario, así como para promover programas preventivos del VIH-sida, para que la suma de 30 millones se donara a una asociación como Pro-Vida que no garantizaba, como al fin fue comprobado por la auditoría que practicó la Secretaría de Función Pública, ninguna acción o servicio en beneficio de la mujer, sino que fue destinado al pago de dudosos servicios profesionales y traspasos a inversiones personales de los directivos de dicha institución.

Tan manifiesto desvío del presupuesto no le mereció al PAN la mínima respuesta en defensa del interés público que está en la razón misma de su nacimiento.

En contraste -sea dicho sin reservas- la bancada del Partido de la Revolución Democrática, Convergencia, Partido del Trabajo, Verde Ecologista y Revolucionario Institucional, habían aprobado momentos antes la propuesta que como exhortación había planteado el diputado panista Jorge Triana Tena para que: "...El Instituto Federal Electoral y la Contraloría General del Gobierno del Distrito Federal llevaran a cabo las investigaciones necesarias en torno al abierto proselitismo a favor del candidato López Obrador que, desde el dispensario médico del Centro de Convivencia Arenal de la delegación Venustiano Carranza, se realiza y, de ser el caso, iniciar las denuncias penales en contra de los responsables".

Es evidente que en estas condiciones lo que ocurre en el partido en el poder es, sin duda, una deformación ya inocultable. Sería inocua si sólo fueran los afectados quienes sin el mínimo escrúpulo traicionan los principios de su partido; pero no lo es porque las consecuencias van mucho más allá de la circunstancial incongruencia de 149 diputados, no sólo porque la historia y el testimonio que por décadas dio Acción Nacional de consistencia y servicio al interés público debe ser respetado por quienes ahora se valen de sus siglas y su prestigio para llegar al poder, sino porque también el nuevo PAN usufructúa un registro como institución de interés público (partido político) que le da derecho a un amplísimo subsidio con cargo al patrimonio público y, sobre todo, porque esta condición lo hace acreedor a un privilegio exclusivo para contender en las elecciones y representar a la ciudadanía en las decisiones fundamentales de la nación.

No se puede eludir en esta reseña invocar la memoria de panistas de la estatura de Efraín González Luna, Manuel Gómez Morín, Rafael Preciado Hernández, José González Torres Arias, y muchos más que, seguramente donde están, contemplan con estupor los estragos del pragmatismo que ha atrapado a la institución partidista que constituyó en sus tiempos la opción ética, de congruencia y propuesta política de avanzada social, que hoy padece la postración de atarse a intereses políticos sectarios y coyunturales.

Ya semanas antes los diputados panistas de esta Legislatura habían dado muestras de este extravío que se inició en el primer periodo de sesiones cuando libraron del desafuero al senador tesorero del sindicato de Pemex, Ricardo Aldana; para ahora repetir la afrenta defendiendo a Vicente Fox en lo que, como partido de oposición, durante 60 años atacaron, que era el uso de los recursos públicos en épocas electorales para pagar publicidad de supuestos logros de la gestión presidencial. Ahí también evidenciaron lo lejos que están de la opción política original que no recibía subsidios del erario y que tenía más influencia en las decisiones de poder por su autoridad moral que, ahora con mayoría numérica, constituyen una minoría ética.

Aquí lo hemos dicho una y otra vez, solo con una mayoría acorde al Proyecto Alternativo de Nación de diputados y senadores al Congreso de la Unión, será posible sacar adelante a este país. De otra manera, darle nuestro voto a diputados y
senadores PRIANISTAS, es alimentar alimañas perversas.

Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.