Felipe Diaz Garza en el Reforma:
Felipe Díaz Garza.
Huevos al gusto de Televisa.
El martes pasado, el candidato presidencial panista Felipe Calderón desayunó en el Casino del Bosque con un populoso grupo de acomodados ciudadanos y ciudadanas, habiendo pagado cada uno de ellos 2 mil 500 pesos por unos huevos al gusto y por el gusto de apoyar la candidatura del panista.
El abanderado del partido blanquiazul recaudó allí más de 2 millones de pesos.Según consignó La Jornada, una culta dama simpatizante de Calderón que asistió al desayuno le preguntó al candidato cómo hará para hacer llegar sus propuestas a la gente que no está preparada, que "es ignorante". El asertivo michoacano respondió de inmediato que con spots de radio y televisión llegará a esos millones de electores.
Quizás Calderón no se refirió expresamente como tal a la gente que "es ignorante" o pobre, pero indudablemente su respuesta lo hizo virtualmente, convirtiéndose en "con spots de radio y televisión llegaré a los millones de mexicanos que son ignorantes y (siguiendo con la implicación virtual) que también son pobres".
No le señalo esto para satanizar al candidato por referirse, aunque sea virtualmente, a los mexicanos ignorantes y pobres. Imposible negar las condiciones intelectuales y económicas generalizadas de los mexicanos o pedirle al candidato que a los ignorantes y a los miserables les diga "personas con capacidades intelectuales y económicas diferentes".
Tampoco me parece, como algunos observadores políticos han apuntado, que el político panista haya tenido en su respuesta una intención ofensiva o despectiva, ni siquiera paternalista, para el pueblo mexicano. Si acaso, la educada y rica señora que lo cuestionó en el Casino del Bosque sería la ofensora. Pero lo cierto es que ella sólo manifestó conciencia y preocupación de clase, de clase alta, por supuesto, cuya existencia, aunque en una proporción infinitamente menor que la clase baja, tampoco podemos negar o definir con eufemismos, a no ser que tapemos el sol con un dedo que se quemará.
Calderón simplemente respondió con la verdad. A esa gente, la abrumadora mayoría de los mexicanos, que preocupa a las señoras ricas y a sus maridos, la abrumadora minoría de los mexicanos, Calderón le llegará fácil y efectivamente, "con spots de radio y televisión".
Lo mismo hará cualquier partido, institución o empresa con acceso fácil y expedito a los medios electrónicos, ya sea a sus espacios comerciales o de información noticiosa o de entretenimiento o a los tres. Calderón sabe eso perfectamente. Y también sabe, lo sabía el martes, que dos días después, sus correligionarios senadores panistas y los pares priistas de éstos sacarían adelante la aprobación de las reformas a las leyes de radio y televisión y de telecomunicaciones.
Las leyes cuya reforma aprobó el Senado, más bien la mayor parte de la parte priista y la mayor parte de la parte panista del Senado, permitirán a los actuales concesionarios de medios electrónicos, preponderantemente Televisa y TV Azteca y algunas grandes cadenas de radiodifusión, consolidar y ampliar sus imperiales cotos de operación. Con ello la penetración de las estaciones de radio y de televisión, precisamente sobre la gente que "es ignorante", podrá incrementarse sin ninguna dificultad para las empresotas televisoras y radiofónicas, con sólo pedirlo a la autoridad, petición que las leyes reformadas permitirán a dicha autoridad obsequiar graciosamente sin mayor trámite o desembolso de los concesionarios.
Claro que Calderón llegará a los ignorantes y a los pobres con spots de radio y televisión. Llegará y penetrará sus conciencias con los spots comerciales de radio y televisión o con apoyo disfrazado en los noticieros o con los buenos oficios disfrazados de Chespirito o de Chabelo o de Adal Ramones o de sus colegas Joaquín López Dóriga y Javier Alatorre.
Para eso pactaron el PAN de Diego Fernández y el PRI de Emilio Gamboa sacar adelante la Ley Televisa. Pactaron para lo mismo que se amafiaron para desaforar a Andrés Manuel López Obrador. Más bien, se confabularon para desaforar a AMLO, pues ya eran mafiosos y "famiglia" de tiempo atrás.
No que López Obrador sea tan importante como para que los dos partidos todavía principales conspiren legislativamente contra él, asociados con un Presidente, como Vicente Fox, que no sabe uno bien a bien a qué partido o a qué grupo ideológico o económico sirve.
Lo importante es el pluralismo, que es lo que combaten el PAN y el PRI y los poderes fácticos, como los define atemorizadamente Manuel Bartlett, uno de los pocos senadores priistas de peso moral y político que se opusieron a la promulgación de la Ley Televisa.
Lo importante, lo que PRI y PAN y los poderes fácticos quieren evitar es el pluripartidismo, que es la verdadera meta de la democracia, que no debe quedarse en el oscuro bipartidismo cómplice que buscan los panistas y los priistas y sus ricos asociados que les compran huevos al gusto de 2 mil 500 pesos.
La partida cerrada este jueves busca lograr lo que panistas y priistas no lograron con el desaseado desafuero del entonces jefe de Gobierno de la Ciudad de México: conservar el uso exclusivo del poder. Obviamente los dos grandes consorcios televisivos, cortejados por los senadores, que convirtieron el Senado en una mancebía, acariciarán a quienes compraron sus caricias y dejarán con la hormona alborotada a quienes no entraron a la subasta de dignidades republicanas de este jueves en el Senado de la República, en el alguna vez augusto Senado de la República. Correo electrónico: diazgarza@gmail.com.
UNA RAZON MAS PARA VOTAR POR AMLO Y LA MAYORIA PERREDISTA AL CONGRESO.
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sábado, abril 01, 2006
DE HUEVOS E IGNORANTES.
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 9:42 a.m.
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