EL BARCO SE HUNDE.

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Mensajes contrapuestos

Por: Eduardo Ibarra Aguirre .
(Fecha publicación:17/08/2006).
A 105 días de colocarle la banda presidencial al sucesor en la Presidencia de la República, Vicente Fox Quesada persiste en el envío de mensajes contrapuestos, por no decir esquizofrénicos.Los dirigentes de los hacedores de los discursos presidenciales hicieron que Fox rememorara a Javier Barros Sierra, conocido como rector de la dignidad durante los aciagos días de 1968, en la Universidad Nacional Autónoma de México, para decir que “la verdadera democracia es escuchar a los demás. Mi gobierno está totalmente abierto al diálogo”.

Diálogo y unidad fueron la constante de un discurso que utiliza simultáneamente como técnica pedagógica a la Policía Federal Preventiva y el Estado Mayor Presidencial para sitiar con tanquetas la sede de uno de los tres poderes de la Unión, obstruir la vida cotidiana de cientos de miles de capitalinos al someterlos a arbitrarias revisiones, desviarlos de sus recorridos laborales ordinarios, como reportan María Teresa Hernández Ojeda y Juan Angel Espinosa Sánchez.

Para reforzar el extraordinario valor que tienen las palabras del hombre empecinado en entregar la banda tricolor a uno de los suyos, de casa, la PFP informa: “en su caso, y bajo un procedimiento sistemático de operaciones”, procederá a “aplicar el uso legítimo de la fuerza pública” para contener las manifestaciones.

La PFP aduce que lo hace a petición del presidente de la Cámara de Diputados, José Elías Loredo, otro hombre de casa y febril promotor del desafuero de Andrés Manuel López Obrador.Como políticos marrulleros ocultan que la Junta de Coordinación Política condenó la acción represiva de los soldados vestidos de gris que propinaron golpes y causaron heridas a una decena de diputados y senadores del Partido de la Revolución Democrática.

Hasta Enrique Jackson Ramírez exige una detallada investigación y el castigo de los responsables.

Dicho sea de paso, ninguno de los respetables intelectuales defensores del derecho de libre tránsito, obstaculizado por los campamentos de Madero, Juárez y Reforma, muchos menos los dueños de la principal avenida del Distrito Federal, han emitido una sola palabra de preocupación por el virtual estado de sitio en que viven los vecinos de kilómetros a la redonda de San Lázaro. Se comprende, son obreros y asalariados. Y los derechos en México tienen condición social.

Lo predominante es la ausencia de un rumbo definido y una ejecución gubernamental coherente para afrontar la crisis política que desató Fox y estimularon Luis Carlos Ugalde Ramírez y Elba Esther Gordillo desde la noche del 2 de julio.

Los discursos dialoguistas y las agresiones a diputados, senadores y al plantón de Matamoros, Tamaulipas; la histeria empresarial contra los campamentos y Alejandro Encinas Rodríguez con campañas gratuitas de anuncios y grotesca desinformación que disminuyó la audiencia de Televisa y Tv Azteca; el fortalecimiento de la insurgencia oaxaqueña con los trabajadores de la salud, mientras el gobierno federal pierde capacidad de interlocución; un vocero presidencial impulsando maniobras divisionistas contra la coalición Por el Bien de Todos, en tanto ésta presenta un programa de largo aliento; Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa en proceso de disminución de su capacidad de respuesta; Josefina Vázquez Mota y Manuel Espino Barrientos actuando en direcciones distintas; un gabinete a la deriva y la pareja presidencial desesperada por el incierto futuro de sus hijos; todos ellos son algunos de los componentes del rompecabezas que desde la Presidencia ignoran cómo armar y profundizan la ingobernabilidad.