MARRANADAS
Agustín Escobar Ledesma
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Como en los mejores momentos del PRI-Gobierno, el PAN-Gobierno echó la casa por la ventana antes del 2 de julio pasado, vía PAC-Rural. Algunas de las secretarías de la administración de Francisco Garrido Patrón fueron convertidas en enormes bodegas con todo tipo de materiales para ser repartidos por funcionarios gubernamentales y militantes panistas, principalmente en el agro queretano, puesto que la estrategia del PAN era la de conquistar a como diera lugar el llamado voto verde, cuya patente pertenecía al PRI.
Según una nota publicada en el periódico La Jornada (lunes 12/06/06) en la sede jalpense de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedea) fueron entregados materiales de construcción a cambio del voto por el PAN: “se observaban largas filas de viejas camionetas pick up, algunas de procedencia extranjera, en las cuales los beneficiarios trasladaron tinacos, cemento, cal, y láminas galvanizadas” reportó Mariana Chávez, corresponsal de La Jornada en Querétaro, mientras que en una fotografía de Demian Chávez aparecen los materiales de construcción apilados en enormes bodegas.
Lo que ningún periódico publicó fueron los testimonios de la gente en el sentido de que unos cuantos días antes del 2 de julio, los panistas llegaron con los bolsillos repletos de dinero, pagando 200 pesos por voto y otorgando préstamos a fondo perdido a diestra y siniestra.
En El Lindero, barrio de Jalpan, los panistas pusieron líneas telefónicas gratuitas a quienes así lo desearan. Los serranos mencionan que por un trabajo de asesoría de dos meses, los panistas pagaron sesenta mil pesos, por supuesto que de cash, sin comprobantes fiscales de por medio.
“¡N’ombre, llegaron con un dineral a lo cabrón!”, comenta azorado e indignado un ciudadano jalpense que se abstiene de revelar su identidad. Sostiene que por ahí andaban varios serranos pobres a quienes les dieron uno o dos sacos de cemento rematándolos a 30, a 20 pesos porque no tenían en qué emplearlos o bien porque les faltaba la varilla, la cal, la arena la piedra para poder construir un pequeño cuarto. Lo mismo les sucedió a quienes les regalaron tinacos porque algunos de ellos ya tenían uno y el de obsequio no sabían en dónde colocarlo.
No es casualidad que los municipios serranos, excepto Arroyo Seco, quedaran en manos del PAN. Claro que a esto hay que agregar que las administraciones priístas, en la que destaca la de Pinal de Amoles, también operaron a favor del blanquiazul, al sumergirse en la corrupción, la prepotencia y el abuso de poder.
Otro factor que incidió en la conversión del voto verde fue la campaña del miedo que el PAN impulsó a nivel nacional a través de TV Azteca y Televisa (los poderes fácticos de nuestro país) y que fue apoyada por el Consejo Coordinador Empresarial. ¿Alguien recuerda la “denuncia” de Felipillo ante el IFE de que la campaña de Andrés Manuel López Obrador era financiada por las Células Bolivarianas de Hugo Chávez? Por supuesto que Luis Carlos Ugalde, el árbitro que devino en eficaz centro delantero, muy solícito dijo que “se iba a investigar la denuncia”.
¿Y dónde quedó el árbitro?
Y ya que hablamos de árbitros vendidos, ¿qué papel jugó el Instituto Electoral de Querétaro en estas elecciones? Al parecer nuestro garante del conteo de votos local se convirtió en rudo defensa central ¿de qué otro modo se entienden las declaraciones de su presidente Juan Carlos Dorantes Trejo, avalando la difusión de la obra gubernamental justo en medio de lo más cerrado del proceso electoral? ¿Por qué el IEQ permitió que el gobierno promoviera obra pública en radio y televisión gastando cantidades industriales de dinero para favorecer a los candidatos de Acción Nacional? Aquí, a diferencia de sus pares del IFE que denunciaron las marranadas (Fox dixit) del proceso electoral federal, los consejeros electorales del IEQ guardaron silencio sobre las anomalías habidas durante la elección local ¿será que no las vieron, que no existieron o que tienen temor de manifestarse públicamente? Ojalá y los consejeros electorales del IEQ se manifestaran abiertamente, al igual que lo hiciera la mayoría de consejeros electorales del IFE en nuestra entidad.
¿Casa de seguridad del PAN?
Por cierto, hablando de marranos, vecinos de El Tintero mencionan que en la calle Ignacio Ramírez 136, desde dos meses antes del 2 de julio ha estado operando de manera muy sospechosa un grupo de panistas quienes por las noches llegan con paquetes en dos vehículos, una camioneta blanca y un convertible azul. El principal operador es un tipo prepotente a quien los lugareños identifican como Paco y ya no soportan sus ínfulas de perdonavidas. Este sujeto le pidió prestada la cochera a la dueña de la casa para resguardar el vehículo y la mujer a todo mundo le platica que los del vehículo son panistas que a cambio de dejarlos operar ahí, le arreglaron la cochera.
Meyer y Krauze,
tres visiones
POR JULIO FIGUEROA
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Krauze pone el acento en los individuos, el líder, el caudillo, el mesías tropical, Obrador.
Lorenzo Meyer lo pone en las masas sociales, en la sociedad diversa y antagónica, en los ciudadanos impulsivos o racionales (contradictorios) y en movimiento, en las capas sociales.
Krauze contempla por separado los diversos momentos del proceso electoral mexicano 2006 y los diversos protagonistas antagónicos. En estas semanas concentra todas sus baterías críticas en el resultado electoral y postelectoral y desde luego en la figura de AMLO.
Meyer trata de estudiar el conjunto y de ver los ríos subterráneos y al margen de lo meramente electoral. Observa al PRD de antes y al de hoy con el importante valor agregado llamado AMLO más grandes capas populares en movimiento.
Krauze defiende la legalidad y el valor de nuestras instituciones sin someter a crítica su historia llena de contrastes, simulaciones, altas, bajas, caídas, etc. etc. ¿Olvida que durante años y años uno ha sido el México legal y otro el México real? ¿No surge allí la cultura de la desconfianza y/o la simulación? Por ejemplo, ¿fue impecable la transición del IFE de Woldenberg al IFE de Luis "Caldos" (PRIAN sin PRD) Ugalde?
Meyer en su diálogo de hoy con Víctor Trujillo ("El cristal con que se mira", Canal 4, 17-VIII-2006) recordó la vieja suspicacia mexicana sobre la legalidad de nuestras instituciones que arranca precisamente desde las propias autoridades del siglo XVI y se sintetiza en la consabida consigna institucional de entonces: "Obedézcase pero no se cumpla".
Krauze mira hacia la República Restaurada y el maderismo; Meyer hacia el cardenismo.
En fin, Krauze es un intelectual de conciencia con intereses de clase. Meyer es un académico de clase alta ilustrada con conciencia popular.
¿Cuál de las dos visiones es la más certera para ver el momento actual mexicano?
Tal vez las tres. Quiero decir: cada una por separado y las dos combinadas. Más otras tantas posibles que se agreguen.
La pluma y la exposición verbal de Krauze son de lujo. Meyer es más titubeante y más largo, más dubitativo y menos conciso; su pluma es menor pero no es menos su inteligencia ni es menos sensible a su entorno. El primero es muy fino y el segundo más abrupto.
Sin ser marxista, Lorenzo es más marxista. Sin renunciar al pensamiento crítico, Enrique es más liberal.
Yo me quedo con los tres, cinco, siete...
Qué bueno tener a los dos en Reforma, como sería estupendo tener cada semana en La Jornada a Woldenberg y a Monsiváis.
Lorenzo Meyer es otra lectura imprescindible en esta hora nacional.
A Guadalupe Zárate,
historiadora
Julio Figueroa
México, Querétaro,
17-VIII-2006.
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jueves, agosto 17, 2006
DE MARRANADAS Y OTRAS COSAS. DESDE QUERETARO
Publicadas por Anónimo a la/s 5:35 p.m.
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