Guadalupe Loaeza y su minicrónica del Metropólitan en el Reforma:
Guadalupe Loaeza..
El señor López.
Al señor López le están haciendo un documental, ¡espléndido! Claro, no podía ser de otro modo, en tratándose del director Luis Mandoki. Gracias a este largometraje que se presentó el martes en la noche en el Teatro Metropólitan. El antiguo y enorme cine estaba atiborrado de gente, de mucha gente que quería descubrir al señor López.
Allí estaban actrices, intelectuales, científicos, señoras de clase media, universitarios, funcionarios, periodistas, politólogos, que habían asistido con el anhelo de escuchar y ver la versión puesta en pantalla por Mandoki.
Pero antes de mostrarnos el largometraje, asistimos a una mesa de presentación del documental compuesta por Lorenzo Meyer, doña Rosario Ibarra de Piedra, Blanche Petrich, Luis Mandoki y el polémico, querido, entrañable, atacado, acosado y vilipendiado señor López. Qué feliz se veía nuestro señor López. Las mujeres le chiflaban. Los hombres le aplaudían. Los jóvenes le echaban porras y los intelectuales lo miraban con admiración. Esa noche, todos éramos López. De hecho, se trataba de la gran familia López apoyando al López de todos los mexicanos y las mexicanas.
La primera en hablar fue doña Rosario. Se veía emocionada, hasta rejuvenecida. "Yo conozco al señor López. Hace años que lo conozco. Sé quién es. La primera vez que me invitó como su asesora, me hizo una oferta que no pude rechazar. Era la primera oferta honesta que me hacían. Me dijo que mi salario sería muy bajo. Lo acepté complacida. El señor López es un buen hombre", dijo entre aplausos, muchos aplausos. Eran tantos y tan intensos que incluso sentí que mi asiento se movía. "¿No estará temblando?", me pregunté asustada. Claro que estaba temblando, pero nada más en el interior del teatro el cual no dejaba de vibrar ante tanto júbilo.
Por su parte, Lorenzo Meyer, a quien también le aplaudían con absoluto fervor, se lamentó no haber visto el documental con anterioridad. Sin embargo, dijo que se había entrevistado varias veces con Mandoki con quien había hablado de lo importante que era contrarrestar el miedo desde la sensibilidad del artista. "Ahora que los spots nos transmiten la política del miedo y el odio combinados. Qué bueno que Mandoki decidió presentar el documental en este tiempo político y no hasta después de las elecciones como eran sus intenciones, porque ahora hay una política de desinformación que viene con mucha fuerza. Les guste o no, este documental contribuye al derecho del electorado a mantenerse informado".
La periodista Blanche Petrich respecto al director dijo: "Si fuera un animal político, a lo mejor no hubiera planeado este estreno en estas fechas, cuando los intelectuales que se comprometen en la campaña de López Obrador son atacados por sus contrincantes, como es el caso de la escritora Elena Poniatowska".
La intervención de Mandoki, realizador de Voces Inocentes y Cuando un hombre ama a una mujer y cuyo tipo físico no podría ser otro más que el de un director de cine, fue también muy conmovedora.
Él le comentó a la gran familia López que cada vez que sus amigos le preguntan si al filmar este documental no pone en riesgo su carrera, les dice que no que porque "lo que verdaderamente está en juego es este país es nuestra gente". Y de nuevo vinieron los aplausos y de nuevo sentí vibrar mi asiento y de nuevo el teatro se quiso caer de solidaridad por ese artista que sí entendía el momento por el que está atravesando el país.
Enseguida nos contó que cuando terminó la filmación le preguntó al señor López si quería ver el documental: "Me dijo que no, que hiciera mi trabajo, que ya la vería él cuando se estrenara. Y éste es un hombre que dicen que es autoritario. Ni en Hollywood he tenido tanta libertad", dijo este pelirrojo con sus anteojos color humo y su pelo todo ensortijado.
De pronto me distraje y a lo lejos descubrí el rostro de tres jóvenes que mostraban unas sonrisas amplísimas. Se veían felices. Se codeaban entre sí, se reían y hasta se secreteaban. Ellos también aplaudían y se morían de la risa con lo que nos contaba Mandoki. Claro, eran los hijos del festejado. "Su mamá los formó muy bien", dice muy satisfecho su padre en alguna parte del documental cuando le preguntan qué sería de ellos en el caso de que efectivamente terminara en la cárcel a causa del desafuero. "Ya nos apalabramos y no quieren que venga nadie a cuidarlos", agregó con una mirada muy enternecida. Es en esta parte del largometraje cuando se advierte al señor López realmente triste. Se encuentra en su casa. La modestia de la decoración es notoria, está sentado muy cerca de la puerta de la cocina. A lo lejos se ve una planta medio marchita. Tal vez en esos momentos el señor López ya daba como hecho su desafuero. "Hay que aguantar con dignidad", decía con una mirada particularmente melancólica.
Minutos antes habíamos seguido paso a paso en el documental, la forma tan torpe y brutal en que se había fraguado el "complotazo", como llamara Pablo Gómez al desafuero en el video. De todo el filme, quizá la parte más interesante es, precisamente, la etapa del desafuero. Gracias a las constantes intervenciones de José Agustín Ortiz Pinchetti y del abogado Javier Quijano nos percatamos de la infinidad de errores y absurdos en que incurrieron tanto los legisladores que querían a toda costa desaforarlo, como de las contradicciones en que invariablemente caían Vicente Fox y la Comisión Instructora.
Algo de lo más divertido de este proceso sin duda fue la ridícula e infantil intervención del par de legisladores panistas que intentaron pagar la fianza de 2 mil pesos. Cómo se reía el público cuando entraban en constantes contradicciones ante las preguntas de Ciro Gómez Leyva durante el noticiario de Canal 40, demostrando una supina ignorancia de los más elementales principios legales.
Lo que también llama mucho la atención es que otros aspectos del desafuero tan evidentes, así como comportamientos de absoluta mala fe nunca fueron mostrados en su momento por los medios. De ahí que sea fundamental que se vea el documental (primera parte de tres) ¿Quién es el señor López? para formarse una opinión más fundada de quiénes son los verdaderamente peligrosos.Saliendo del teatro Metropólitan, se me acercó una joven llamada Alma Rosa y me suplicó lo siguiente: "Por favor ponga en su próximo artículo que hay que llevar un moñito tricolor, así como el que llevamos contra el desafuero, pero ahora en protesta de la guerra sucia". Yo ya me puse el mío.
Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.
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jueves, abril 20, 2006
EL SEÑOR LOPEZ VISTO POR LA GRAN LOAEZA.
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 4:03 p.m.
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