La corrupción afecta a todos los países del mundo, industrializados o en desarrollo, y son las clases más pobres las que suelen verse obligadas a pagar sobornos para acceder a servicios públicos básicos, informó ayer Transparencia Internacional en Berlín.
"El estudio muestra que con demasiada frecuencia la gente tiene que entregar parte de su dinero, ganado con mucho esfuerzo, para pagar servicios que deberían ser gratuitos", subrayó ayer Huguette Labelle, presidenta de TI, en la presentación en Berlín de su Barómetro global de la Corrupción 2007.
Además, según ella, se siente más entre las familias más pobres, que con frecuencia pagan sobornos para disfrutar de una asistencia médica o educativa adecuada, un juicio justo, una conexión telefónica o un abastecimiento suficiente de gas y agua.
Uno de cada diez de los encuestados en 60 países de todo el mundo confesó haber pagado en 2007 algún tipo de soborno para lograr un servicio público.
"El estudio muestra que con demasiada frecuencia la gente tiene que entregar parte de su dinero, ganado con mucho esfuerzo, para pagar servicios que deberían ser gratuitos", subrayó ayer Huguette Labelle, presidenta de TI, en la presentación en Berlín de su Barómetro global de la Corrupción 2007.
Además, según ella, se siente más entre las familias más pobres, que con frecuencia pagan sobornos para disfrutar de una asistencia médica o educativa adecuada, un juicio justo, una conexión telefónica o un abastecimiento suficiente de gas y agua.
Uno de cada diez de los encuestados en 60 países de todo el mundo confesó haber pagado en 2007 algún tipo de soborno para lograr un servicio público.
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