Sin duda como lo comentaba un lector en el correo que le mandó a Víctor, cada vez más panistas, o simplemente anti-obradoristas, terminan por admitir que en las elecciones de 2006 hubo fraude, pero que "fue lo mejor".
Era sólo cuestión de tiempo para que pasara esto. La película de Mandoki ha venido a enfrentar a estos cínicos con la realidad. Ya no pueden seguir negando lo evidente. Primero repetían como simios amaestrados la cantaleta de "no hubo fraude, la elección fue limpia, los ciudadanos contamos y contamos bien". Ahora, exhibida a nivel nacional la enorme maquinación que se puso en marcha para torcer la voluntad ciudadana, a estos tramposos y cobardes no les queda más que estallar: "sí, hubo fraude y qué bueno!"
Lo dijimos desde hace meses: quienes en público niegan el fraude, en privado lo celebran. Es el caso de Paco Calderón (el cerdo que hace propaganda fascista disfrazada de cartones); Ciro Gómez Leyva, el orangután andrógino de Oscar Mario Beteta, el patán de Carlos Marín, Joaquín López Dóriga y sus grapas de a kilo, Germán Martínez Cázares ("nos vamos a chingar al Peje"), Denisse mueroporserconsejeradelIFE Dresser, Ra-inmundo Rivapalacio, Sergio Sirviento, Eduardo Higadito Ruiz-Healy, y decenas de putas y putos de variada especie que, desde una tribuna pública, desde un periódico, desde una curul, desde un cargo en el gobierno, desde donde sea, no han hecho otra cosa que tirar excremento a la democracia. Ahora se muestran como lo que son: unos ladrones, unos delincuentes.
¿No que no?
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miércoles, noviembre 28, 2007
Cínicos y cobardes
Publicadas por Renegado Legítimo a la/s 10:09 a.m.
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