El Sendero del Peje: De Un Compañero Renegado en NL

jueves, junio 07, 2007

De Un Compañero Renegado en NL

Libres y locos

Por Gerson Gómez/Foto: Aristeo Jiménez / JUNIO 07, 2007

No hay nada más inútil como morir ejecutado. Con un balazo en la sien. Ya sea por quedarle mal al proveedor, o clavarse el porcentaje pactado. El morir ejecutado en esta época de calor llena de trabajo a los del Servicio Medico Forense. En menos tiempo deben de pasar por el cuerpo y llevarlo al anfiteatro para hacerle la autopsia de ley.

Los Ministeriales, los de la capucha negra, con armas largas y sudor en todo el cuerpo, vigilan para evitar la rapiña. O leen detenidamente el recado clavado con un picahielo para advertir al cártel contrario o a la autoridad, quién es la siguiente victima. Vaya gesto de amabilidad.

Ser sicario es un oficio aventurero. Viajar por nuestras congestionadas avenidas. Pero suponemos no lo hacen en la hora pico, y respetan las zonas escolares, evitando ser infraccionados por los modestos oficiales de transito.

Deberíamos pedir a los integrantes del crimen organizado se inscriban en el programa voluntario de donación de órganos. Con este tipo de programas estaríamos encontrando un uso ilimitado para quienes por meses están en lista de espera para mejorar su calidad de vida. La tortura sea con almohadas en los riñones y el hígado, así no llegaran en mal estado. También el ser cuidadosos con el tiro de gracia, para no lastimar las córneas. Es muy adecuada la dispensa de ley de la autopsia para los ejecutados. Para no perder tiempo y agilizar la entrega de los órganos a los médicos responsables de llevar a cabo el transplante.

Los gobernantes y la ciudadanía habremos encontrado ya, de una vez por todas, una forma de ecología, filantropía y conciencia social. Después de todo, al sicario y al ejecutado, los veríamos como dos benefactores. Dejarían de ser novedad en los periódicos de la nota roja, y saldrían en la sección de sociales. No será de todo descabellado comenzar una campaña llamada: Adopte a su delincuente favorito.

Pueden leer el blog de Gerson aquí.