CHÍNGALE EL OTRO OJO.

Aguascalientes: Los “dueños” del PRD.

gilberto valadez.
Aguascalientes, Ags., 12 de febrero (apro).-

Las críticas de Jesús Ortega hacia el PRD no tienen eco en su estado natal, ya que aquí en Aguascalientes, su familia ha sido acusada, precisamente, de lo que le reprocha al Comité Ejecutivo Nacional, de convertir al partido en “una franquicia” donde prevalecen los intereses familiares.

El pasado lunes 5, el exsenador Jesús Ortega, miembro de la corriente política interna conocida como “Los Chuchos”, afirmó que el PRD es víctima de “un proceso de deformación ética”; y no conforme arremetió que “con frecuencia” el partido estaba siendo y utilizado “como refugio para proteger impunidades” y hasta en “una franquicia” que los llevarían a la deformación ética y su desaparición.

Sin embargo, en Aguascalientes, la familia Ortega, principalmente Antonio y Gerardo, así como la esposa de éste, Angélica de la Peña Gómez, han sido acusados de tener “secuestrado” al partido, por medio del acaparamiento de puestos de elección popular y en el Comité Directivo Estatal del PRD.

Aunque ninguno ha ganado una elección, han logrado escalar posiciones políticas por la vía plurinominal.

El propio Jesús Ortega Martínez fue candidato a gobernador de Aguascalientes por el Partido Socialista de los Trabajadores en 1986. Después, se afilió al PRD, en medio de numerosas y severas críticas por haberse “apoderado por la fuerza” del liderazgo del partido, junto con sus fraternos (Proceso 871).

Antonio Ortega Martínez fue el primer líder estatal del PRD, de 1990 a 1992. Un año después llegó al Congreso del estado por la vía plurinominal y, de paso, se convirtió en el primer legislador perredista en Aguascalientes.

En 1995 contendió sin éxito por la alcaldía de Aguascalientes, que ese año perdió el PRI, al serle arrebatada en los comicios por el Partido Acción Nacional.

Actualmente Antonio Ortega es diputado federal, también por la vía cómoda de la representación proporcional.

Gerardo Ortega consiguió una regiduría en el municipio de Aguascalientes a comienzos de los noventa; después de ello se alejó de la política partidista en medio de numerosas especulaciones sobre su ausencia.

Las esposas de los hermanos Ortega también han recibido diputaciones por la vía plurinominal. La más conocida es Angélica de la Peña –esposa de Gerardo--, quien en dos ocasiones ha llegado al Congreso de la Unión, inclusive fue criticada por las invitaciones que giró a sus compañeros legisladores para acudir a un Spa del cual era socia.

Por su parte, Norma González Martínez, esposa de Antonio Ortega, fue diputada local en 1998. Fue conocida por los acalorados debates que solía sostener en el Congreso del estado con sus homólogos Armando López Campa, del PRI, y el panista José Luis Novales Arellano, éste último ligado a la organización clandestina de extrema derecha El Yunque.

Previo a los comicios estatales de 2001, Alfredo Ruano renunció a su militancia en el PRD, bajo el argumento de que los hermanos Ortega tenían secuestrado al partido.

Antes, en marzo de 1999, el exlíder estatal del PRD, Cecilio Ávila, denunció que el partido vivía bajo el control de Antonio Ortega, quien hacía lo que se le venía en gana sin dar cuentas a nadie.