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domingo, septiembre 03, 2006

LO MENOS COSTOSO.

Nulidad, lo menos costoso.

domingo, 03 de septiembre de 2006.
APRO.

Lo que ha hecho hasta ahora el tribunal electoral con la elección presidencial es ahondar la duda y la sospecha, en lugar de cumplir con su obligación constitucional de dar certeza y transparencia. Y el exconsejero electoral del Distrito Federal Eduardo Huchim, quien confirmó que hubo una gran sustracción de boletas y "taqueo" en las urnas, considera que "lo menos costoso para el país sería que los magistrados anularan la elección".

Con una imagen de vanguardia construida durante una década, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) está en riesgo de sufrir una involución. La forma en que afrontó y resolvió las impugnaciones por las irregularidades registradas el día de la elección presidencial sorprendió no sólo por la brevedad de la sesión, sino por la falta de información sobre lo que encontró en el recuento de sufragios en miles de casillas.

El exconsejero del Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) Eduardo Huchim advierte lo anterior y plantea que, en estas circunstancias, se ahondan las dudas sobre lo ocurrido el 2 de julio, se alimenta la "idea equivocada" de que hubo un fraude generalizado, se aleja aún más la certeza exigida por la Constitución y se impone la necesidad de anular los comicios presidenciales.

Los datos hasta ahora dispuestos por el TEPJF, así como las cifras registradas por el Instituto Federal Electoral (IFE), llevan al experto en controversias electorales a cuestionar la decisión unánime de los siete magistrados de la Sala Superior del tribunal de negarse a realizar un recuento voto por voto. Tanto los sufragios anulados por el IFE en el conteo distrital del 5 y 6 de de julio, como los declarados nulos por el tribunal el 28 de agosto, dan un promedio de 20 sufragios por casilla. "No se puede proyectar esa tendencia en las 130 mil casillas instaladas en todo el país, pero la negativa de los magistrados a un recuento total nos impide saber realmente qué pasó".

Incómodo presidente de la Comisión de Fiscalización para todos los partidos políticos cuando estuvo en el IEDF, Eduardo Huchim considera no obstante que el TEPJF hizo lo correcto al abrir los incidentes de previo y especial pronunciamiento, con lo que se permitió revisar los paquetes electorales de cerca de 12 mil casillas.

También está de acuerdo en que los magistrados se atuvieran a lo presentado por los partidos políticos en los 375 recursos de inconformidad. Y por lo que dicen las resoluciones, señala, en general las peticiones tuvieron deficiencias. Lo mismo en el caso de la coalición Por el Bien de Todos -integrada por el PRD, el PT y Convergencia por la Democracia- que en el del Partido Acción Nacional, al que se le rechazaron recursos porque fueron firmados por quien no tenía personalidad jurídica. "El tribunal actuó bien en esta etapa porque no hay suplencia de la queja. También fue correcto cuando resolvió abrir parcialmente los paquetes para hacer un nuevo cómputo en alrededor de 11 mil 700 casillas."

Esa decisión representó "una bofetada" a las pretensiones del IFE y de quienes han sostenido que se trató de "una elección ejemplar". Sobre todo, indica, cuando los magistrados desplazaron al instituto y lo reemplazaron por la estructura del Poder Judicial para el recuento parcial de los votos. Pero hasta ahí.

"Donde el tribunal se rezagó fue de cara a lo que encontró en el recuento, pues los magistrados no estuvieron dispuestos a la apertura total o, por lo menos, a abrir un segmento más amplio de casillas. Ese paso era indispensable para saber con claridad quién ganó la elección. Con esta decisión comenzaron a alejarse de lo que hubiera sido mejor para la certeza de la elección", enfatiza.

Hay datos suficientes para sostener que lo que se halló en la primera apertura de paquetes que hizo el IFE, además de lo que arrojó el recuento ordenado por el tribunal, obligaba a contar de nuevo voto por voto, expone Huchim, y explica: En el cómputo distrital del IFE se revisaron 2 mil 873 casillas, ubicadas en 273 de los 300 distritos y repartidas en todo el país.

Como resultado, se redujeron 64 mil 26 sufragios a los cinco candidatos. Si ese número se divide entre las casillas revisadas, el resultado es que se anularon 22 votos por casilla.Si esos votos anulados se comparan con la ventaja que el IFE le atribuyó al candidato del PAN, Felipe Calderón, que es de menos de dos votos por casilla, la cifra adquiere más relevancia.

En la etapa del litigio, añade, el TEPJF dispuso abrir las casillas que presentaban inconsistencias. Pero la información que hasta este momento (noche del miércoles 30 de agosto) ha difundido es claramente insuficiente. Y cita las preguntas que no ha contestado el tribunal: "No nos ha dicho cuántas casillas fueron anuladas, de qué distritos o impugnadas por qué partidos. Tampoco sabemos qué pasó con los votos dudosos que fueron enviados en las diligencias judiciales para que los revisara el tribunal."

Sin embargo, llama la atención sobre unas cifras alarmantes: El recuento ordenado por el tribunal derivó en la anulación de 237 mil 736 votos. Apenas 6 mil sufragios menos de los 243 mil que le dio el IFE a Calderón de ventaja sobre el candidato de la coalición, Andrés Manuel López Obrador. Y exclama: "¡Cómo se parecen las cifras!".Para en seguida puntualizar: Cuando se divide ese número de sufragios anulados entre las 12 mil casillas revisadas, el resultado es de 19.81 por casilla. En tanto que la anulación realizada por el IFE fue de 22 votos por casilla. "No prefiguro que el recuento total habría dado la voltereta en la elección presidencial. Pero no tenemos una información completa, y ahí está la falta de certeza. Por eso, como resultado de la revisión ordenada por el tribunal, se imponía el recuento total."

Precisa que si con el 9% de las casillas revisadas se anularon más de 237 mil sufragios, además de los que se hayan ajustado, es válido preguntarse qué hubiera pasado con el otro 90% de las casillas.Huchim no tiene duda de que, debido a las presiones, los magistrados se precipitaron en cerrar los juicios de impugnación. Todavía la mañana del propio lunes 28, refiere, estaban recibiendo los proyectos de resolución de los 375 juicios de impugnación. El resultado fue una sesión de tres horas y media en la que no se discutieron proyectos concretos, pero lo más grave fue que el TEPJF no dio al electorado la información suficiente de lo que encontró en el recuento."El tribunal faltó a un deber muy importante, que es el de la transparencia. Y, en consecuencia, tampoco le dio certeza al electorado".

Los magistrados argumentan que la información está en el sitio electrónico del TEPJF, pero no propiciaron que el electorado tuviera todos los elementos para digerir el cúmulo de información que hay en las sentencias. Esa actitud supone que los electores tendrían que ser especialistas para saber qué pasó en el recuento. El tribunal está en deuda con la transparencia, insiste.Pero todavía más, continúa, la Coordinación de Comunicación Social del TEPJF emitió el boletín de prensa 079/2006, en el que dio a conocer los "resultados aproximados" de las casillas y que sumaron 237 mil 736 votos anulados. El comunicado indicó que se trata de datos que provenían "de operaciones rápidas hechas en la coordinación".¿Cómo que resultados aproximados?, se pregunta Huchim. "Eso es atentar contra la certeza, pero también demuestra la precipitación con que actuaron los magistrados, pues si tenían hasta el jueves 31 de agosto, ¿por qué se adelantaron al lunes 28 si no podían darle al electorado la información suficiente sobre el recuento?".

Manipulación focalizada.
Integrante de un equipo de especialistas dedicado en las semanas recientes a la tarea de revisar cientos de actas electorales proporcionadas por López Obrador a W Radio, Huchim desestima el señalamiento de la coalición y de su candidato presidencial de que hubo un fraude generalizado. "No hubo fraude generalizado, pero sí manipulación focalizada de votos".

Aclara: Para que se revierta el resultado que le da ventaja a Calderón, no hace falta un fraude generalizado, ni siquiera dolo. Basta con los errores aritméticos. Por eso importaba el recuento voto por voto. Es cierto que hubo muchas inconsistencias mínimas, "pero hubo repetidos casos en que faltaban decenas y hasta cientos de boletas, como en una de las casillas que revisé de Yucatán".

En otros casos sobraron cientos de boletas depositadas en las urnas en relación con el número de personas registradas en las casillas. "En cientos de casillas encontré que sobraban boletas. Hubo casos de más de 100 o de 200 boletas sobrantes. Es claro que hubo taqueo (ver al respecto Proceso 1554). No fue generalizado. El fraude no fue así. Bastó con los errores para que la diferencia fuera de menos de dos votos por casilla."Pero no sabremos cómo se registraron esos errores porque el tribunal no hizo el recuento total.

"Lo podríamos saber si el IFE proporciona los datos que está pidiendo la revista Proceso (1552) para que se permita a los ciudadanos el acceso a los paquetes electorales en todos los distritos del país. Pero van a hacer lo imposible por no darlos".Considera un "error fundamental de Calderón y su equipo negarse a la solicitud de hacer un recuento voto por voto, independientemente de lo que decidiera el tribunal. La percepción que quedará es que ocultaban algo. Eso va a incidir en que para algunos sea un presidente espurio y para otros, como yo, que sea un presidente bajo sospecha si es que finalmente llega a la Presidencia".

El tribunal tiene como plazo el miércoles 6 de septiembre para hacer el cómputo final y calificar la elección presidencial. "Tendría que enderezar el camino luego de haber rechazado el recuento total. Al no hacerlo, seguimos sin tener certeza sobre el resultado de los comicios presidenciales. "Ahora lo que queda es anular la elección porque ya no hay forma de saber qué ocurrió realmente. Además, si el TEPJF toma en cuenta lo que sucedió antes de la jornada electoral --en particular la campaña paralela del presidente Vicente Fox y el activismo del Consejo Coordinador Empresarial (CCE)--, lo que le queda, si quiere servir a la democracia, es declarar la no validez de la elección presidencial."

A su juicio, hay razones suficientes para la nulidad. La principal: que se rompió el presupuesto esencial de que la elección debe ser libre, democrática y equilibrada.

Lo menos costoso.
En la etapa de calificación de los comicios en que se encuentran, los magistrados del tribunal actúan de oficio. Lo que hagan o dejen de hacer será a partir de las facultades que les dan la Constitución, la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral y la Ley Orgánica del Poder Judicial Federal.Desde el lunes 28 de agosto, cuando agotó la etapa del litigio, el tribunal ya no puede atenerse sólo a lo que los contendientes le hayan presentado.

Deberá considerar sus amplias atribuciones a partir de dos principios, el de la exhaustividad y el de su facultad de ordenar diligencias para mejor proveer y darle mayor certeza a las pruebas.También es cierto que el tribunal tiende a privilegiar y proteger el voto público; sólo que habrá que ver cómo lo hace porque eso debe ocurrir cuando se tiene certeza de cuál fue el sentido del voto, y es lo que falta en esta elección, asevera Huchim.

"Vamos a ver si actúan conforme al espíritu vanguardista que ha estado presente a lo largo de 10 años, desde la creación del tribunal, o si hay una involución. Lo menos costoso para el país sería que anularan la elección."Los magistrados, agrega, están obligados a llegar al fondo de lo que ocurrió en el proceso electoral. "No pueden invocar los actos de fe, que es lo que nos están pidiendo que tengamos al no haber hecho el recuento total cuando había razones evidentes para hacerlo".

Pero si no anulan, advierte, nos tienen que decir en forma amplia, detallada, razonada y convincente por qué la intromisión de Fox no influyó en el resultado de la elección, por qué los spots del CCE no le quitaron votos a López Obrador y se los dieron a Calderón; lo mismo que el papel del doctor Simi. Todo eso lo tiene que responder el tribunal.

Y amplía: Preguntémonos si el bombardeo de spots del gobierno federal, la gira paralela de Fox hablando abiertamente de la continuidad y en contra del populismo o la campaña del miedo del PAN y Calderón no pudieron convencer a dos ciudadanos de cada casilla.

Huchim reconoce la presión que hay sobre los magistrados, pero está en contra de que en la calificación de los comicios repitan la unanimidad que mostraron en la etapa contenciosa que finalizó el lunes 28. "Las presiones del plantón en Paseo de la Reforma no se pueden negar. Tampoco las del candidato al que el IFE dio la ventaja, quien fue al tribunal a decir a los magistrados qué es lo que deben hacer, ni las del presidente Fox, quien proclamó ganador a Calderón cuando los magistrados no han resuelto".

Pero en medio de las ponderaciones que los magistrados están haciendo para anular o validar la elección, dice, tienen que cobrar conciencia de que se hallan ante una decisión histórica. Y si resuelven de forma unánime en cualquiera de los sentidos dejarán el mensaje de que habrán cedido a las presiones de alguna de las partes.

Por su parte, Clara Jusidman, integrante del Comité Conciudadano de Seguimiento del Proceso Electoral -organización creada en mayo pasado por académicos, integrantes de organizaciones no gubernamentales y exfuncionarios electorales, entre otros- señala también los riesgos que implica una decisión unánime y que prevalezca la opacidad en el fallo de los magistrados."Ojalá y no se fueran por una unanimidad. Sería preferible que debatan y cada uno tenga sus posicionamientos. Incluso desde el Comité Conciudadano pedimos que se transmita por televisión abierta la sesión en que habrán de calificar la elección.

"En el fondo, puntualiza, "lo que pedimos es transparencia porque el tribunal tomará una decisión trascendente. Harán una mediación importante para la historia del país, y no queremos que la discusión se quede reducida a las reuniones de los magistrados de la Sala Superior del TEPJF".Reconoce que en sus 10 años como magistrados han tenido una buena actuación, y que inclusive han innovado con varias de sus decisiones.

Además, sobre ellos no había duda, como la hubo desde un principio respecto de los integrantes del Consejo General del IFE. "Esperamos que los magistrados sean consistentes con el trabajo que han hecho durante años".

Cuestiona así mismo que los magistrados se hayan conformado hasta ahora con decir que la información de sus resoluciones está colocada en los estrados del tribunal o en la página oficial de ese órgano jurisdiccional, que junto con el Consejo de la Judicatura Federal y la Suprema Corte de Justicia de la Nación integra el Poder Judicial Federal. "Pero ponerse a ver los 375 juicios requiere de un equipo de abogados. Esto significa que no hay una verdadera accesibilidad ni transparencia". Para opacidad en el proceso electoral basta con la del IFE.

"No nos ha contestado al comité cuántos funcionarios de casilla fueron los originalmente insaculados y cuántos fueron sustituidos de última hora. Ese es un dato muy importante porque el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, de Elba Esther Gordillo, metió maestros como funcionarios de casilla, además de los consejeros electorales que tuvo".

Los magistrados, apunta, tienen aún la oportunidad de la transparencia para dar certeza a los ciudadanos de que los votos se contaron y se contaron bien, "porque toda la faramalla de que la elección fue extraordinaria, de que los ciudadanos contamos los votos, no se sostiene".(Jorge Carrasco Araizaga/APRO)

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