Síntomas de Revolución.
Escrito por Fausto Fernández Ponte
23-08-2006
Asimetrías
I
A nuestro ver, no huelga reiterar que la misión axial del periodismo es la de educar, explicando la naturaleza de los fenómenos sociales diversos de nuestro acaecer.
Esos fenómenos sociales --los de la sociedad, pues-- tienen manifestaciones de carácter político o económico o de otra naturaleza. Son expresiones de nuestra cultura.
Esa es la tesis que este escribidor plantea a sus alumnos de periodismo y a quienes, en su mayoría estudiantes, suelen acudir a las conferencias que imparte aquí, allá y acullá
De esa misión fundamental se desprenden varias vertientes. Una de éstas es la de interpretar tales fenómenos a la luz de ciertas disciplinas de las ciencias políticas y sociales.
Otra vertiente de la misión central del periodismo es la de orientar bajo premisas éticas que rigen --por lo menos en el papel-- esta actividad tan dinámica de la comunicación.
Hechas esas consideraciones, entremos en materia: el caro leyente José Luis Quesada Arroyo, quien nos lee en Los Fresnos, California, nos espeta respetuosamente:
"Andrés Manuel López Obrador está haciendo ingobernable a México. El pueblo de México vivía sin sobresaltos mayores hasta que ese señor decidió iniciar una revolución".
Señala el leyente Quesada: "El pueblo de México ha vivido pacíficamente a lo largo de su historia, salvo excepciones como el juarismo y la Revolución Mexicana".
II
Hasta allí nuestro corresponsal epistolar, quien refleja el sentir de no pocos mexicanos acerca de nuestra historia: el pueblo de México siempre ha estado en lucha. Siempre.
Dicho de otro estilo, el pueblo de México ha estado en movilización y en resistencia civil desde la Independencia y, aun antes, a la luz de hechos históricos documentados.
Esos hechos históricos son las miles --sí, miles-- de rebeliones indias registradas desde 1521 hasta el día en que Hidalgo dio el grito, y posteriormente, mucho después.
En ese intervalo --después de 1810-- las luchas de un pueblo en conformación étnica y cultural se sucedieron por centenas, hasta recientemente: 1988, 1994, 2000, 2006.
Paralelamente a las rebeliones indias, el pueblo mexicano propiamente --definido así por un mestizaje evolutivo-- estaba en lucha constante. Y todavía lo está.
Ello nutre de componentes objetivos y subjetivos otra constante en la historia de México: la ingobernabilidad, en mayor o menor grado cualitativo o cuantitativo.
En el ocaso del Porfiriato, el país era ingobernable. Y un siglo antes, durante las décadas de conflicto social hasta la consumación de la Independencia, había ingobernabilidad.
El contexto, hágase la salvedad, en esos tiempos de nuestra historia era otro, muy distinto al actual, excepto en una peculiaridad: los móviles de la ingobernabilidad
III
Hoy, desde luego, el entorno es muchísimo más complejo y, obvio antojaríase, dificilísimo de resolver. La dialéctica de la realidad actual se nutre de contradicciones agudas.
Y esas contradicciones tienen desenlace fatal --es decir, inexorable-- y, por la complejidad del contexto, se resuelven con consecuencias incontrolables.
Definamos, antes de proseguir, lo que son las contradicciones desde la perspectiva de las ciencias políticas y sociales. Contradicción es lucha interna.
Tiene otro atributo esta lucha interna: la de su constancia. Esa lucha es, pues, constante entre aspectos opuestos de una unidad de que se compone la realidad social.
Y es que todo fenómeno --o relación social-- contiene en su seno contradicciones cuya existencia explica su dinámica. Esta contradicción determina el desarollo del fenómeno.
Esta interpretación deviene en una moraleja insoslayable: los componentes de un todo --una unidad-- no están aisladas entre sí ni son estáticas ni mucho menos son unilaterales.
Así, las manifestaciones de ingobernabilidad de hoy no son, esencialmente, diferentes de las de nuestro pretérito. Lo que la diferencia es la magnitud. Hoy, ésta es colosal.
Esa diferencia colosal fija las condiciones prevalecientes hoy. Y éstas, a su vez, determinan el tipo de lucha que libra el pueblo de México. De allí la ingobernabilidad.
ffernandezp@prodigy.net.mx
Glosario:
Dialéctica: arte de dialogar, argumentar y discutir.
Espeta: decir a alguien de palabra o por escrito algo, causándole sorpresa o molestia.
Inexorable: que no se puede evitar.
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miércoles, agosto 23, 2006
REVOLUCION EST.
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 11:36 p.m.
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