Sergio Aguayo Quezada escribe en el Reforma:
La subterránea.
Frecuentemente se habla de la campaña "aérea" (en medios electrónicos) y la "terrestre" (el acercamiento de los candidatos a las comunidades). Se habla poco de una campaña subterránea que iniciará el próximo fin de semana, cuando decenas de miles de promotoras empezarán su recorrido por el tianguis de la pobreza para entregar regalos, repartir promesas, mascullar amenazas.
..Hay teorías académicas proponiendo que los cambios económicos, políticos y culturales se retroalimentan y crean la multiplicidad de eventos que hacen posibles las grandes transformaciones. Es una evolución asimétrica y desigual en la que coexisten costumbres autoritarias con usos democráticos. Entre estas últimas se encuentra la brecha entre lo público y lo privado que alimenta el poco valor que un porcentaje amplio de marginales otorga al voto.
Por su baja conciencia, y por elemental necesidad, entregan su sufragio por algo más tangible: despensas, materiales de construcción, promesas de empleo futuro y acceso a los beneficios de alguno de esos programas sociales manejados por los gobiernos federal, estatal o municipal.
Para que el intercambio sea posible se requiere de una figura clave: el "promotor", "enlace" o "dirigente"; el intermediario que sirve de puente entre la comunidad y el "poder" representado por la autoridad, o por el candidato que aspira a serlo.
Es indudable que estas personas -en los que hay una alta proporción de mujeres- obtienen beneficios materiales de su función, pero sería erróneo calificarlas de simples mercenarias; también las motiva la búsqueda del prestigio y el reconocimiento por los servicios que prestan a su comunidad... y a quienes detentan el poder.
Durante décadas, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) presumió de una gigantesca estructura territorial en la que ocupaban un lugar preeminente las y los promotores. En una historia poco conocida, el PRI ha ido perdiéndolos y viendo con impotencia su éxodo hacia otros partidos -sobre todo el de la Revolución Democrática y Acción Nacional- en donde se han incorporado, con todo y costal de mañas.
De acuerdo con los testimonios de algunos promotores, su oficio se convierte en estratégico unos 20 días antes de las elecciones; así pues, el próximo fin de semana iniciarán, enviados por candidatos y partidos, el recorrido por sus comunidades para recordar a los electores cuál es el candidato que les ha cumplido o que les podría ayudar más; para entregar despensas, materiales de construcción o boletos para rifas; para repartir promesas de incorporación a, o amenazas de eliminación de, los padrones de los preciados programas sociales federales, estatales o municipales.
El manoseo de los programas sociales es una actividad crecientemente descentralizada y en la cual influye una multiplicidad de factores: controles de los programas; personalidad y orientación del partido que gobierna en la entidad o el municipio; conciencia y organización de los beneficiarios.
En algunos casos se trata de acciones claramente ilegales mientras que en otras sólo estiran al máximo la ética; con una óptica de mediano plazo, el aprovechamiento de la pobreza es una práctica que lastra la construcción democrática.En este año se ha construido una sólida base documental y periodística documentando la vulnerabilidad y utilización de los programas sociales.
Una investigación coordinada académicamente por Fundar ("Monitoreo de programas sociales en contextos electorales") estimó que en los próximos días hasta 4 millones de pobres recibirán regalos, promesas o amenazas a cambio de su voto; esta cifra, para algunos, excesiva, fue validada por la actual secretaria de Desarrollo Social, Ana Teresa Aranda, en una conferencia de prensa en Los Pinos.
El "Comité Conciudadano de Seguimiento del Proceso Electoral" recogió en su informe del 31 de mayo una investigación de Alianza Cívica según la cual, de 2 mil pobres entrevistados en varios estados, el 10 por ciento "están recibiendo amenazas para votar por un partido político consistentes en suspender el beneficio de alguno(s) de los programas sociales".
Muy pronto el Frente Cívico Familiar de Yucatán presentará evidencia de la utilización del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) federal.Hay un sector que condena la divulgación de estas evidencias y descalifica a sus autores porque alimentan la hipótesis de una "elección de Estado" o se atreven a manchar la virginal pureza atribuida al proceso electoral.
Aunque es ridículo hablar de una "elección de Estado", es igualmente absurdo negar la existencia de irregularidades cuya magnitud y alcance es imposible de predecir porque ni los candidatos ni sus partidos van a difundir si tienen una estrategia de compra y coacción del voto.Lo indudable es que durante este sexenio recibió muy poca atención el fortalecimiento de una cultura ciudadana; diversos estudios confirman que un porcentaje importante de marginados desconocen sus derechos y pueden, por tanto, ser víctimas de la intimidación y el engaño.
Es igualmente claro el escasísimo interés mostrado por el gobierno federal (y por los gobiernos de algunos estados y municipios) ante la evidencia de que hay programas sociales que pueden ser manipulados.
A excepción de Oportunidades que ha mostrado un verdadero compromiso para reducir los márgenes de vulnerabilidad, cada programa dice estar haciendo algo pero ha faltado el programa integral que reduzca los riesgos; durante lo que va del año ha sido evidente la ausencia de una campaña nacional para promocionar el carácter no partidista de estos programas que fueron publicitados intensamente por el gobierno de Vicente Fox.
La indiferencia oficial confirmaría su determinación de mantener las condiciones que hacen posible ese tianguis de la pobreza que permite la campaña subterránea heredada del autoritarismo; por los números involucrados, esa campaña tal vez determinará el resultado de la elección y lesionará la modernidad democrática.
La Miscelánea.
Esta columna se benefició de ideas y materiales proporcionados por Silvia Alonso de Alianza Cívica que festeja su 12avo aniversario levantando 15 mil encuestas entre beneficiarios de programas sociales en 22 estados, Gloria Labastida de Parametría con experiencia en encuestas en zonas marginadas, Patricia McCarthy del Frente Cívico Familiar de Yucatán y Alberto Serdán de Fundar. También incorporé observaciones personales y notas periodísticas.
Una razón mas para votar por AMLO y la mayoría perredista al Congreso.
/tr> |
miércoles, junio 07, 2006
EL TIANGUIS DE LA POBREZA.
Publicadas por Armando Garcia Medina a la/s 10:04 a.m.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario