Cosas interesantes.
De fecal el peje sólo ha hecho mofa. Nunca lo vió como un verdadero riesgo a su campaña presidencial. Jamás le subió al tono a sus discursos en referencia a fecal. En todo caso, contra quien a veces le subía un poco al volumen era contra Fox por estarse entrometiendo en las campañas electorales.
No, fecal nunca fue un riesgo. Fue un pobre iluso que creyó que de verdad podía ser candidato a la presidencia.
¿Madrazo? Madrazo tampoco fue nunca un contrincante. Se lo tragaron vivo en su propio partido y lo que quedó a lo más que ha atinado es a hacer algunas bravuconadas que el peje ha ignorado olimpicamente. Más daño le hubiera podido hacer al peje Elba Esther Gordillo con su ambición desmedida, pero Madrazo le ganó a las mañas.
El verdadero contrincante nisiquiera es candidato. Por lo menos oficialmente. ¿Su nombe? El Innombrable: Carlos Salinas de Gortari. Ha sido el innombrable el único que ha logrado hacer que el peje diga algo como lo que dijo en un mitin en Puebla según esta nota del Universal:
AMLO: "Ni una pluma han quitado al gallo"
El que ellos tuvieron enfrente fue un viejo lobo de mar del discurso que se puso en firmes y se columpió ligeramente cuando entonó el Himno Nacional. Que les dijo con enjundia lo que querían escuchar. Que puso todo el lenguaje corporal de enojo, rabia y cansancio contra el sistema, en atriles de acrílico y de madera bajo el cielo azul y en la noche fría de Puebla.
La esperanza de una parte de la población está en juego. Ellos, los pobladores, juegan a creer que apareció alguien que puede cambiarles las condiciones de vida. Y Andrés Manuel López Obrador también. Incluso abandonó por momentos su cuerpo y persona, en los escenarios poblanos que visitó y desde afuera dijo: "No le han quitado ni una sola pluma a nuestro gallo". Y el gallo mismo, es él.
Hay que ver cómo lo vitorearon, cómo se pisotearon y se aventaron unos a otros para saludarle. Andrés Manuel, el presidenciable tuvo enfrente a un pueblo en desesperación. El candidato que acababa de estar en el estrado, les estaba diciendo que al llegar a la Presidencia bajaría los precios de la gasolina, de gas y de luz. Les aseguró que se reducirá su salario a menos de la mitad con relación al de Vicente Fox. Que quitará las pensiones vitalicias a los ex presidentes de México y que rescatará al país como lo hizo Benito Juárez. "No digo mentiras, no robo... no voy a traicionar".
El de los templetes fue muy hábil con las palabras y el manejo de las masas. Fue un hombre que en corto le dijo a un hombre que le denunció una injusticia: "Esos son los que no nos quieren, pero se van a chingar".
Entre la gente que asistió a sus mítines, los hubo que sólo miraron. Se quedaron hasta atrás. No rieron, ni aplaudieron. Román Solís, de Tepeaca, fue uno de ellos. Dijo que escuchó lo mismo, puras propuestas. "Sólo vine a mirarle el rostro. Porque creo que un buen político se mide cuando termina su trabajo, no antes". Estuvieron, los de abajo, frente a los templetes. Los que lo bendijeron. Le gritaron que debía protegerse: "¡Cuídenmelo mucho, porque es el que va a ganar!". Los que lucharon, como un joven, contra los guaruras para decirle de frente: "¡Andrés: tengo bien puesta la camiseta hijo, vas a ganar mi hijo!".
En Huejotzingo, un par de fanáticas arrancaron a Marielena Reyes, trabajadora del gobierno del Distrito Federal, una pancarta verde con la frase: "Quien no te conozca, que te crea". Los de las redes ciudadanas se acercaron discretamente a moverles el dedo, en señal de que lo que acababan de hacer era reprobable.
Se pudo mirar a la reportera que cuando Andrés Manuel terminó su discurso en Cholula le dijo abiertamente que lo amaba.
En el intermedio de eventos políticos, Francisco Ortiz Pinchetti dijo que todos los discursos tienen retórica, pero que el de López Obrador es un discurso divertido que va dirigido a la parte racional de la gente.
Algunos de los que asistieron a los actos poblanos ya le llamaron presidente. Sólo faltan 122 días para la elección. Andrés Manuel sigue arriba en las encuestas. Así se los confirmó a los presentes cuando les dijo que no se trataba sólo de ponerse la banda y sentarse en la silla presidencial. Ellos lo imaginaron así. Por eso, un hombre le dijo la tarde del jueves en Huejotzingo: "Cuando esté usted en su reino, acuérdese del campo".
Andrés Manuel López Obrador siguió, saludó y percibió la necesidad de una parte del pueblo mexicano de creer en alguien. Más tarde el viento de Huejotzingo le voló las canas. Allí prometió y volvió a salirse de su cuerpo de candidato en el templete, vestido con pantalón café y guayabera blanca, para bajarse con los que han estado abajo toda una vida y jugar a que al gallo, que es él mismo, no lo desplumarán.
Habría dicho el peje algunas veces que "el pueblo se cansa de tanta pinche transa", pero esto de "se van a chingar" lo dice luego de que se ha subido abiertamente a la contienda presidencial su verdadero enemigo: Carlos Salinas de Gortari. Ya que Madrazo, fecal, inclusive Fox, no son más que peleles del innombrable. El "jefe de jefes", el "malo de malolandia", el que de verdad mueve los hilos, ese es el que ahora se ha ganado la ira del peje por no entender que se está metiendo con quien nunca debió haberse metido; con un candidato que tiene el apoyo del pueblo que ha repudiado y sigue repudiando a todo lo que salinas representa.
Y por eso va a ganar el peje.
Y también por eso, Salinas y todos sus achichincles en el PRIAN SE VAN A CHINGAR.
Una razón más para votar por el peje en el 2006.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario