La nómina burocrática del sector público mexicano se elevó a 415 mil 213.5 millones de pesos hasta agosto de este año, 26 mil millones de pesos más que el monto utilizado para este fin en ocho meses de 2006, indican informes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
El crecimiento anual del gasto en servicios personales fue de 6.7 por ciento, y su volumen es de tal magnitud, que la totalidad de los recursos transferidos por Petróleos Mexicanos (Pemex) al gobierno federal, entre enero y agosto, representaron 80 por ciento de las erogaciones destinadas a cubrir la nómina del sector público.
Según los informes oficiales, el gobierno federal recibió 332 mil 873.4 millones de pesos de Pemex en los primeros ocho meses de este año, por la carga impositiva aplicada a la paraestatal. Esa cantidad fue menor en casi 103 mil millones de pesos a la recaudada en el mismo lapso por la aplicación de derechos, aprovechamiento y otros impuestos a Pemex.
Las transferencias de Pemex al gobierno federal por la vía impositiva disminuyeron, pero los gastos de la nómina burocrática se mantienen en ascenso, a tal grado que la recaudación total obtenida por la aplicación del impuesto sobre la renta en los primeros ocho meses del año fue equivalente a 88 por ciento del gasto en sueldos, prestaciones y apoyos relacionados con los servicios personales del sector público, durante el mismo lapso.
Subieron 3.6% los gastos personales
Sólo en agosto reciente, los gastos en servicios personales absorbieron casi 68 mil 300 millones de pesos, lo que representó un incremento de 3.6 por ciento en términos reales respecto a lo erogado en el mismo mes de 2006.
Los recursos destinados a la nómina burocrática se elevaron, pero el gasto neto total pagado por el sector público registró una disminución anual de 5.3 por ciento en agosto. Los ajustes y ahorros alcanzados en los distintos renglones del gasto no tocan los pagos por servicios personales de los trabajadores del sector público, pero menos aún las elevadas remuneraciones de la alta burocracia.
Al respecto, Mario di Costanzo, secretario de la hacienda pública del equipo de Andrés Manuel López Obrador, señala que en el presupuesto de egresos para 2008 se asignan 9 mil millones de pesos a gastos por concepto de Productos Alimenticios, Servicios de Asesoría y Consultoría, así como a Servicios Oficiales.
En la partida 2200, para Productos Alimenticios en las oficinas de directores generales, subsecretarios y secretarios de Estado, se asignan 671 millones de pesos. De esa cantidad, 29.7 millones corresponden únicamente a alimentos de la Secretaría de Hacienda y de éstos, un millón 26 mil pesos se destinan exclusivamente a la oficina del secretario.
El resto, indica Di Costanzo, se refiere a alimentos para las oficinas de los subsecretarios, directores generales y titulares del Servicios de Administración Tributaria (SAT), del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), de la Condusef (Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de las Instituciones Financieras) y otros organismos.
Sin embargo, los mayores montos para gastos alimenticios se destinan al Poder Legislativo, donde se dedican 89.4 millones para comilonas; la Secretaría de Agricultura, la de Comunicaciones y Transportes, Hacienda y el Poder Judicial.
Estas facilidades, indica, “son independientes de lo que reciben los altos funcionarios del sector público por diferentes conceptos que integran los sueldos que perciben mensualmente, donde ya se les otorgan algunos vales para despensa”.
Pero además, en la partida presupuestal 3800, denominada de “Servicios oficiales”, se propone asignar 5 mil 272.1 millones de pesos para gastos, entre los que figuran los viáticos y pasajes de los funcionarios públicos, así como otros gastos de representación. Los mayores gastos por “servicios oficiales” correrán a cargo de la Secretaría de Relaciones Exteriores, con mil 861.8 millones de pesos; Sagarpa, con mil 41.6, y Hacienda, con 896.1 millones.
Otra partida se refiere al gasto en “servicios de asesoría”, la 3300, para la cual se destinan 3 mil 61 millones de pesos en 2008. Di Costanzo señala que no se detalla a qué tipo de asesorías se refiere, pues en el Legislativo “se cuenta con varios centros de investigación que han sido creados para dar apoyo y soporte técnico a los legisladores, y en el caso del Ejecutivo federal, cada secretaría y subsecretaría cuenta con una coordinación de asesores y un área de cómputo y sistemas, al igual que el resto de las entidades, por lo que estos gastos no se encuentran claramente justificados”.
1 comentario:
Obvio... para tener contenta a la marrana Carstens necesitan gastar todos esos millones de pesos en tragadera... y el pueblo ¡ja, el pueblo que se muera de hambre y se lo lleve la tiznada!
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