Nota: el material sobre este nazi prieto lo encontró el compañero Duende en www.la_piedra_en_el_huarache.forogratis.es
Prosiguiendo su gira por España, el Secretario Nacional de Juventudes de la
Unión Nacional Sinarquista de Méjico, Austreberto Martínez Villegas, visitó la
sede nacional de Acción Juvenil Española, donde pronunció una conferencia sobre
"La conquista de Hernán Cortés y la obra de España en Méjico".El joven mejicano explicó la triste situación en la que vivían los pueblos precolombinos, en la Edad de Piedra, sin conocer el arco en arquitectura ni la rueda entre las utilidades, con los sacrificios humanos y la esclavitud como realidades cotidianas. Los españoles llevaron la libertad y el reconocimiento de la
dignidad humana, por lo que el cristianismo se propagó rápidamente, a lo que
ayudó mucho la prodigiosa aparición de la Virgen de Guadalupe, cuyo milagroso cuadro sorprende cada vez más a la ciencia actual. (No sorprende que los curas hayan hecho de San Juan Diego un gachupin de barba cerrada.)
También la cultura sobresalió, con magníficas ciudades que aún perduran y que constituyen el urbanismo bien ordenado de todas las villas mejicanas, con su plaza cuadrada en el centro, enmarcada por la Catedral, el Ayuntamiento y los edificios públicos, expandiéndose en perfectas cuadrículas espaciosas de calles paralelas y perpendiculares entre sí.
El Secretario Nacional de Juventudes de la Unión Nacional Sinarquista de
Méjico, Austreberto Martínez Villegas, ha pronunciado una conferencia en la sede
de Fuerza Nueva sobre "la epopeya cristera".
El joven mejicano deleitó a todos con su elocuente exposición, en la que
supo exponer la situación de Méjico desde el porfiriato hasta los gobiernos
masónicos de la Constitución de 1917 y la persecución religiosa contra la
Iglesia Católica que obligó a la misma a suspender los cultos en 1926. Durante 3
años, las agresiones brutales de los perseguidores provocaron la defensa armada
de muchos campesinos, que sin armas ni organización militar, lograron imponerse
por su bravura en amplias zonas del país. Hubo numerosos mártires, incluso
niños, algunos de los cuales han sido beatificados por Juan Pablo II y Benedicto
XVI hace poco tiempo.
Tras los "arreglos" de 1929, los jefes militares cristeros y numerosos
católicos siguieron siendo perseguidos. La lucha continuó de forma cívica con la
Unión Sinarquista en 1937. Su jefe, José Antonio Urquiza, también fue asesinado,
pero el sinarquismo llegó a contar con un millón de afiliados. Tras el
apartamiento de Salvador Abascal, su auténtico líder, el movimiento se dividió y
se fue debilitando, hasta quedar en la actualidad como una fuerza testimonial
que sigue rindiendo homenaje a los verdaderos heroes mejicanos, que no son los
revolucionarios, sino los católicos, desde Iturbide a Miramón, los cristeros y
los sinarquistas, así como los antiguos evangelizadores venidos de España.Austreberto Martínez mostró su identificación con la España católica y con
la Cruzada del Generalísimo Franco, siendo la dimensión hispanista consustancial
al sinarquismo en el que él milita.
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